Los inversores cada vez tienen más preguntas sobre si las bolsas muestran síntomas de agotamiento que lleven a una corrección profunda. ¿Cuál es el esquema con el que se ha de jugar en la actualidad? Los expertos hablan de que las alternativas para sacar rendimientos en las carteras se basan en la diversificación ahora más que nunca.
La primera cuestión que resuena en Europa es clara: ¿Ha caído Europa en la misma trampa en la que cayó Japón hace dos décadas? Pese a las numerosas similitudes entre ambos casos, Adrien Pichoud, economista jefe y gestor de carteras de SYZ AM, expone que también existen “muchas diferencias”. Sin embargo, sí que hay un aspecto en el que claramente la zona euro se ha “japonizado”. Y es que la dinámica de inflación baja y lo que los bancos centrales denominan “el desanclaje de las expectativas de inflación”.
Como contexto que los inversores europeos han de tener en cuenta, cabe señalar que la inflación no solo se ha mantenido sistemáticamente por debajo del objetivo del banco central (“por debajo del 2%, aunque próxima a esta cota”) desde 2013, sino que la inflación subyacente se ha situado por debajo de su objetivo durante la última década.
También se ha mantenido persistentemente por debajo de las expectativas de inflación a medio plazo de los mercados, a juzgar por la previsión de punto de equilibrio de inflación a cinco años en cinco años, expone el experto de SYZ AM. Tras haber pecado constantemente de optimistas, las expectativas de inflación han ido cayendo poco a poco, hasta situarse por debajo del nivel objetivo del BCE.
Lo que esto quiere decir es que, desde 2015, los mercados no han creído que la inflación vaya a regresar al rango objetivo del BCE próximamente. Para Pichoud esto plantea un “problema de credibilidad para el regulador” respecto de su objetivo de inflación; una situación que también ha vivido el Banco de Japón. Asimismo, implica que “la única manera que tiene el BCE de defender la credibilidad de su marco de objetivos de inflación es mantener una postura notablemente acomodaticia durante el tiempo que sea necesario para que las expectativas de inflación vuelvan a alinearse con su objetivo”. Esto podría llevar mucho tiempo, como bien sabe el Banco de Japón.
El recrudecimiento de las tensiones comerciales y el incremento de los precios del petróleo nos han llevado a orientar en mayor medida nuestras previsiones hacia un escenario de estanflación, según explican en un último informe Keith Wade, Azad Zangana, Craig Botham y Piya Sachdeva, analistas de Schroders, si bien “se espera que los bancos centrales flexibilicen las políticas monetarias a medida que se centren en apuntalar el crecimiento mientras la inflación se mantenga en cotas reducidas”.
Con una tasa de crecimiento subyacente relativamente reducida, la economía mundial es vulnerable a los envites, y su análisis de las distintas hipótesis contempla una orientación a la baja de los riesgos: “el más notorio es una posible recesión en EE. UU. en 2020 o una acentuación de las guerras comerciales”. Por tanto, hay un esquema que invita, aún más, a diversificar las inversiones que hagamos.
Así lo ven también los analistas de Dunas Capital que consideran que los inversores deberían adoptar un enfoque basado en la diversificación entre distintas clases de activos ya que, en su visión, “se está produciendo una desaceleración incluso superior a la prevista por el consenso de mercado”. No obstante, creen que no hay riesgo de recesión y ven oportunidades “tanto en bolsa, como en renta fija y otra serie de estrategias”.
LA RENTA VARIABLE, LA PRINCIPAL META
En este contexto, los expertos de Dunas Capital consideran que, aunque es momento de ser cautos, la renta variable es la inversión más atractiva, en términos de valoración, entre los activos de riesgo pero también el menos protegido por la acción de los Bancos Centrales. De ahí que sea necesario adoptar un enfoque basado en la diversificación. En todo caso, los sectores donde ven mejores oportunidades en bolsa son automoción, servicios financieros e industria gasística.
En cuanto a renta fija, los expertos han ido reduciendo su exposición a este tipo de activos, más notablemente a bonos subordinados de aseguradoras y high yield. Además, ha reducido durante 2019 sus posiciones en ciertos bonos de entidades financieras y aseguradoras.
A pesar de la desaceleración económica, los riesgos de recesión se ven alejados, salvo que haya una explosión de la guerra comercial entre EEUU y el resto del mundo, especialmente China y la Unión Europea. Asimismo, es importante tener en cuenta los riesgos políticos como el Brexit y la situación en Italia. Otros factores a vigilar que podrían tener un impacto negativo en la economía global son el crecimiento del crédito en China y un deterioro del crecimiento de los beneficios por acción (BPA).
Alfonso Benito, director de gestión de activos de Dunas Capital Asset Management, afirma que de cara a los próximos meses los inversores “tendrán que adoptar un enfoque multidisciplinar basado en la diversificación por activos”. De este modo, el mercado presenta muchas oportunidades, pero hay que realizar “una buena selección de las inversiones a través del análisis de la renta variable y la renta fija y otra serie de factores”.