Aunque por momentos parecía que el ahorro nacido de la falta de nuevas producciones podía ser suficiente para que Wall Street los tratara mejor, es evidente que la huelga de actores y guionistas está teniendo un efecto en las grandes productoras de Hollywood. Entre ellas, Disney y Netflix son las más afectadas con caídas en Bolsa desde el inicio de la huelga.
ACCIONISTAS MOLESTOS
Es verdad que no ha sido una caída continuada, con ambos teniendo picos puntuales de recuperación, pero los accionistas se sienten incómodos con la idea de plataformas de producción de contenido que de momento no pueden producir nuevo contenido. No es casual que los productores y directivos de estas compañías hayan empezado a cambiar su tono en cuanto a las peticiones de los huelguistas y que la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP por sus siglas en inglés) haya presentado un nuevo acuerdo para los guionistas.
No son los únicos, Warner Bros Discovery, Paramount y Universal han visto caer sus acciones. Pero es que los datos de la casa del ratón y los dem gigante del streaming son particularmente negativos. El CEO de Netflix, Ted Sarandos, y el de Disney, Bob Iger, se han vuelto los rostros más reconocibles de la crisis por un par de declaraciones desafortunadas en público y en privado.
Es probable que esto es lo que apunte a que ambos ejecutivos sean entre los que más presionan para que la AMPTP acepte la nueva propuesta del sindicato de guionistas o, al menos, se acerque lo más posible. Según Bloomberg, ya asumieron que los guiones no podrán ser acreditados a una inteligencia artificial, compartir los datos internos de espectadores y aumentar el pago de beneficios un 20% para las series y películas que se vendan a plataformas o canales que no sean las originales para las que se diseñaron.
SE ESPERA LA RESPUESTA DE LOS GUIONISTAS
Mientras tanto, el sindicato de guionistas aún debe responder a la nueva oferta de los estudios. Y es que hubo casi 100 días en que las comunicaciones se resumían a las declaraciones en público de algunas de las figuras clave de ambos bandos. En huelgas pasadas se han necesitado varias rondas de negociación para que se levante las protesta y se reanuden los procesos de producción.
Sin embargo, en este caso aún dejaría la filmación de varios estrenos en el aire hasta que se resuelva la otra huelga: la del sindicato de actores. Ambos sindicatos han colaborado, pero son, en teoría, huelgas diferentes y aunque las exigencias tienen varios puntos en común, sigue siendo un proceso de negociación separado con su propio comité. En cualquier caso, lo normal es que teniendo alguno de los dos tratos sobre la mesa el otro tenga al menos una guía para resolverse al poco tiempo.
Esto no quiere decir que la solución vaya a ser inmediata. La realidad es que cualquier posible solución sigue siendo delicada y, sobre todo, frágil. Además de cientos de millones dólares en juegos hay bastantes egos en la discusión, lo que sumado a que los sindicalistas han demostrado una capacidad de aguante sorpresiva, incluso para ellos, todo puede volver a estar en el aire.
DISNEY SIGUE SUFRIENDO CON EL STREAMING
Disney ha sufrido bastante este año más allá de la huelga. El cierre de su hotel de Star Wars, el fracaso en taquilla de tres blockbusters como son ‘Ant-Man y la Avispa: Quantumania’ e ‘Indiana Jones y el Dial del Destino’ y la caída de suscriptores en la plataforma de streaming los han dejado bastante golpeados. No es casual que Bob Iger haya asumido que deberá seguir haciendo despidos en los próximos meses, más allá de lo que pase en la negociación con los huelguistas.
Netflix, por su lado, ha demostrado la capacidad de transformar su modelo. La empresa ha sabido atraer usuarios a su cuenta con anuncios y sumar nuevos suscriptores a pesar de la controvertida estrategia de no permitir que se compartan contraseñas de una misma cuenta. Es una muestra de la capacidad de la empresa para adaptarse en plena crisis, pero vuelven al problema inicial desde que inicio la huelga: es complicado hacer un negocio de contenido cuando no se produce nada nuevo.