Tras la dura jornada de ayer, con una nueva depreciación del rublo ruso, el Banco Central de Rusia, se ha reunido de manera extraordinaria esta mañana en Moscú y ha decidido aumentar desde este martes el tipo de interés oficial en 350 puntos básicos, desde el 8,5% hasta el 12% anual, a fin de limitar los riesgos para la estabilidad de precios y frenar la caída de su moneda.
Según ha informado la institución en un comunicado, la presión inflacionista «está aumentando», con una tasa anual de inflación que alcanzó el pasado 7 de agosto el 4,4%, y con los precios corrientes al alza.
De hecho, durante los tres últimos meses, el crecimiento medio desestacionalizado de los precios corrientes ascendió al 7,6% en términos anualizados, mientras que la inflación subyacente escaló al 7,1%. Algo que desde el Kremlin achacaban a las políticas monetarias «laxas» del Banco Central y que estaba incomodando a los políticos y dirigentes rusos, especialmente a Vladimir Pútin que necesita un rublo fuerte para poder soportar la campaña militar rusa en Ucrania.
«El crecimiento sostenido de la demanda interna, que supera la capacidad de expansión de la producción, amplifica la presión inflacionista subyacente y repercute en la dinámica del tipo de cambio del rublo a través de la elevada demanda de importaciones», ha explicado el Banco Central ruso. Por consiguiente, señala la institución, la repercusión de la depreciación del rublo en los precios «está cobrando impulso y las expectativas de inflación van en aumento».
El Banco Central de Rusia ha advertido, además, de si las tasas actuales de crecimiento de los precios se mantienen en los niveles alcanzados, el riesgo de que la inflación se desvíe al alza del objetivo del 4% fijado para 2024 es «considerable». Una situación que saturará más la economía rusa bastante perjudicada por la guerra y las sanciones internacionales. Hay que recordar que la final de la cadena quien soporta esta inflación y estas subidas es la población, que empieza a tener cierto malestar con la situación de los precios y de la bolsa de la compra.
De este modo, la decisión del Banco de Rusia de elevar el tipo de interés oficial tiene por objeto «configurar las condiciones monetarias y la dinámica general de la demanda interna necesarias para que la inflación vuelva al 4% en 2024 y se estabilice cerca del 4% más adelante».
El Banco de Rusia no tenía previsto revisar su política monetaria hasta el próximo 15 de septiembre, pero ayer decidió convocar una reunión urgente para este martes ante la presión soportada por la moneda rusa en las últimas sesiones, después de que el cambio del dólar y el euro frente al rublo haya alcanzado máximos desde marzo de 2022.
La semana pasada, el banco central ruso anunció que, desde el 10 de agosto hasta el 31 de diciembre de 2023, no comprará moneda extranjera en el mercado con el objetivo de reducir la volatilidad en los mercados financieros, mientras que la institución continuará con las operaciones de venta de moneda extranjera.
En su anterior reunión de política monetaria, celebrada el pasado 21 de julio, el Banco de Rusia decidió elevar en 100 puntos básicos el tipo de interés de referencia, hasta el 8,50% desde el 7,50%, nivel en el que el precio del dinero había permanecido estable desde septiembre del año pasado.
La subida del tipo de interés acometida en julio, la primera realizada por la institución presidida por Elvira Nabiullina desde que a finales de febrero de 2022 elevase la tasa al 20% desde el 9,50% tras el comienzo de la invasión de Ucrania, buscaba responder a la depreciación del rublo y la persistencia de la inflación. El Banco de Rusia dejó entonces abierta la puerta a un mayor aumento de los tipos de interés en sus próximas reuniones para estabilizar la inflación cerca del objetivo del 4% para 2024 y más adelante.
De cara al futuro, la institución ha asegurado este martes que, en su toma de decisiones sobre el tipo de interés oficial, tendrá en cuenta la dinámica real y prevista de la inflación en relación con el objetivo y los procesos de transformación económica, así como los riesgos que plantean las condiciones internas y externas y la reacción de los mercados financieros.
Tras la convocatoria extraordinaria de este martes, la institución prevé celebrar su próxima reunión de tipos el próximo 15 de septiembre. Pero en el ambiente se respira pesimista y posiblemente antes de la fecha señalada se tomen nuevas medidas por las presiones que desde el Kremlin están ejerciendo sobre los responsables del Banco Central. Estas presiones pueden conducir a nuevas subidas de los tipos de interés que se suman a la aprobada hoy. El horizonte máximo programado por los analistas rusos es el 15% anual.
MEJORÍA A LO LARGO DE LA JORNADA DEL 15 DE AGOSTO
Tras la jornada bursátil de la mañana la cotización del rublo ha mejorado en torno al 0,68% frente al dólar y al 0,51% frente al euro a las 14.34 horas de este martes tras el anuncio por parte del Banco Central de Rusia de aumentar el tipo de interés oficial en 350 puntos básicos, desde el 8,5% hasta el 12% anual, con el objetivo de limitar los riesgos y estabilizar los precios.
De este modo, el dólar se cambiaba a mediodía de este martes por 98,37 rublos rusos, mientras que el euro cotizaba en 108,06 rublos. En la apertura, el dólar se cambiaba a 97,66 rublos, mientras que el euro lo hacia a 107,43 rublos.