Si alguna de las grandes ‘Mayors’ de Hollywood lo está pasando peor con la huelga probablemente sea Disney. La empresa cerró en 2022 recuperando a su anterior CEO, Bob Iger, con la idea de recuperar los números mágicos de ese 2019 anterior al Covid. Pero los malos datos de algunos de sus estrenos clave de la taquilla, y el gasto que aún representa Disney+ han dejado esta idea en duda al menos por un tiempo.
Es que la empresa ha reportado unas pérdidas que superan los 400 millones de euros. Y aunque sus ahorros por la falta de producción permiten presentar su mejor cara a los inversores es evidente que no poder producir nuevo material es un problema para una empresa que aún depende principalmente de que los espectadores se acerquen a la gran pantalla y se sigan suscribiendo a los servicios de streaming.
Viendo estos números no es casual que Iger haya pasado de clasificar las exigencias de «poco realistas» a decir que está «personalmente comprometido» en encontrar una solución durante la llamada a los inversores. De todos modos las huelga de guionistas ya sobrepasó los 100 días y la de actores está llegando a su primer mes, por lo que la cuerda sigue tensándose.
El otro problema es que una vez que termine la huelga es posible que se deba acelerar los procesos de producción, o incluso cancelar algunos de los más esperados. Ya el regreso de ‘Blade’ fue eliminado de su parrilla de estrenos, aunque Kevin Feige, productor de todas las películas y series del universo Marvel, ha dicho que volverá una vez que se resuelva la crisis actual.
De hecho, las reuniones con los guionistas ya se han renovado, pero al menos en un principio no han avanzado demasiado. La discusión sigue atorada en los dos temas principales, el reparto de regalías del contenido que estrena en plataformas de streaming y, por supuesto, el uso de la inteligencia artificial en los procesos creativos y hasta donde puede y debe llegar.
DISNEY EMPIEZA A SUFRIR LA FALTA DE CONTENIDO
Si un problema tienen los estudios, incluyendo a los del ratón, es que el contenido que ya tenían producido para sus plataformas y para la gran pantalla, empieza a agotarse. La nueva temporada de Loki y la secuela de ‘Capitana Marvel’ son de los pocos estrenos que siguen en la parrilla del universo Marvel que ya fueron terminados de producir, y el resto del año, así como 2024 no parecen tener demasiado material preparado para la pantalla.
Esto no solo es un problema para los estudios y las plataformas, sino también para las salas de cine. Es bueno recordar que las salas de todo el planeta aún siguen en el proceso de recuperarse tras el golpe que recibieron en 2020 y 2021 cuando la pandemia los obligo a cerrar sus puertas y la reapertura tuvo que sufrir por la falta de grandes estrenos debido al poco contenido nuevo. Es verdad que las salas siguen en un momento dulce gracias al éxito de ‘Barbie’ y ‘Oppenheimer’, pero sin nuevas películas es evidente que volverán a vaciarse.
Pero eso se repite en las plataformas. Aunque algunas como Netflix pueden apostar por contenido internacional, pero siguen dependiendo principalmente de sus franquicias como Stranger Things. Esto se multiplica varias veces para Disney, que depende sobre todo de las propiedades intelectuales que han ido abriendo en los últimos años. Star Wars, Marvel y las producciones de su histórica división de animación están en pausa.
LOS PRÓXIMOS ESTRENOS DE DISNEY NO PUEDEN CONTAR CON SU CICLO DE PROMOCIÓN TRADICIONAL
El otro gran problema que asume la empresa durante estos momentos de crisis es que sus nuevas películas y series no pueden hacer el ciclo de promoción tradicional y dejar a sus estrellas hacer entrevistas en programas de televisión y medios digitales para anunciar sus nuevos estrenos.
Esto puede afectar los datos de la taquilla de estos estrenos, o hacer que más estrenos de streaming sean ignorados por los fanáticos. Es evidente al ver los datos de espectadores que ‘Invasión Secreta’ no consiguió atrapar la imaginación de los suscriptores de Disney Plus, que sigue siendo uno de los espacios donde la empresa pierde más dinero, con unas pérdidas operacionales de 500 millones de dólares, menores que en el trimestre anterior, pero lejos de la esperanza de rentabilidad que tenían los de Mickey Mouse para este año.
LOS PARQUES SIGUEN SIENDO EL SALVAVIDAS DE DISNEY
A pesar de un par de tropiezos, como el gran hotel de Star Wars, la empresa sigue pudiendo contar con sus parques como una fuente segura de ingresos. Además, 2023 ha sido el primer año que algunos, como el de Shangai y el de Hong Kong, han recuperado su funcionamiento completo. Sumado a una división de cruceros que también ha podido volver a funcionar a toda máquina este año. Son las experiencias, y no el contenido, lo que han servido para mantener a Disney a flote en esta nueva crisis.