En verano es difícil resistirse a la tentación de un vaso refrescante de agua con hielo, especialmente cuando buscamos un alivio en esos días de calor intenso. Aunque los refrescos y las bebidas alcohólicas puedan parecer atractivos, los profesionales médicos siempre aconsejan optar por el agua como la mejor opción para mantenernos hidratados. Sin embargo, también debemos tener presente que, incluso en el caso de la bebida más natural que existe, se deben tener en cuenta ciertos consejos y precauciones para un consumo adecuado y saludable.
1EL CUERPO DEBE MANTENERSE A UNA TEMPERATURA ESTABLE
Nuestro cuerpo, en especial nuestro sistema digestivo, mantiene una temperatura interna que busca mantenerse lo más constante posible. La condición de homeotermia y endotermia en los seres humanos significa que, a pesar de las fluctuaciones en la temperatura del entorno, el cuerpo tiende a generar calor interno de manera estable.
Debido a esta razón, cuando consumimos alimentos excesivamente calientes o fríos, el impacto térmico puede interferir en el funcionamiento del sistema digestivo, generando una carga extra para el cuerpo que debe enfrentar.