Portugal ha iniciado un plan para hacer frente a la crisis inmobiliaria por la que atraviesa su país. Se trata de un paquete de medidas muy directas que busca transformar la política de vivienda. En este sentido, España guarda muchas similitudes y una de ellas es el duro acceso por la vivienda. No existen muchos partidos políticos españoles que tengan claras las soluciones y con el tiempo, podremos ver si estas decisiones tomadas por el país vecino son acertadas o equivocadas. En función de eso podremos orientarnos.
Ahora mismo, adquirir una vivienda en España se ha convertido en un desafío para muchos ciudadanos. El aumento generalizado de los precios ha originado una disminución del poder adquisitivo. La elevada demanda y una oferta limitada ha ocasionado un incremento en los precios en casi todos los municipios del país. Este escenario afecta de manera significativa a los jóvenes y a las familias con ingresos bajos, quienes se encuentran en una situación particularmente complicada. La aprobación de la nueva Ley de Vivienda no ha surtido efecto y la subida de los tipos de interés agrava la situación.
ALQUILER FORZOSO DE VIVIENDAS DESOCUPADAS
Según datos del Instituto Nacional de Estadística de Portugal, se han censado 723.215 hogares vacíos en todo el país. El estado tendrá la facultad de alquilar estas viviendas y luego subarrendarlas durante un período de cinco años, actuando como intermediario inmobiliario al cobrar el alquiler al inquilino y pagar al propietario. Cabe destacar que estos alquileres nunca podrán superar el 35% de los ingresos del núcleo familiar.
«Lo que nosotros pretendemos es movilizar las viviendas que están listas para ser habitadas para que salgan al mercado de alquiler. Es un programa de acceso voluntario para movilizar el patrimonio que está listo para ser habitado y luego el Estado alquilan al propietario y el Estado subarrienda a un precio accesible para las familias»,detalla la ministra de Vivienda de Portugal, Marina Gonçalves.
«La renta irá siempre al propietario. Nosotros no retiramos la propiedad. A mí me gusta ver esto como un incentivo y no como un instrumento para forzar a las familias o a los propietarios a utilizar su patrimonio», explica preocupada Gonçalves.
Para poder convencer al propietario la propia ministra aclara que «las leyes generales que hay en nuestro ordenamiento jurídico en materia de suelo y vivienda ya obligan un deber de utilización de la vivienda para todos, tanto público como privado. Este instrumento nos permite cumplir al 100% con esta función».
PISOS TURÍSTICOS
Los lusos también han decidido implementar una prohibición de nuevas viviendas turísticas en todo el territorio del país, a excepción de proyectos rurales que puedan traer beneficios a comunidades pequeñas.
«Para nosotros han sido muy importantes los pisos turísticos para la rehabilitación de nuestras ciudades. Pero ahora tenemos la evidencia de que esta inversión se ha hecho a costa de retirar o desplazar viviendas a pisos turísticos», comenta Gonçalves.
Además, «Esto ha tenido un impacto directo reduciendo la disponibilidad de vivienda residencial. Esto nos ha hecho tomar esta decisión que es frenar y suspender, sobre todo en las grandes ciudades, en las zonas con mayor presión, de forma que no se den más licencias», agrega.
ELIMINAR LOS VISADOS DE ORO
Algo muy llamativo es la finalización del programa de visados de oro, que otorgaba permisos de residencia a aquellos que realizaban inversiones en propiedades, establecían negocios o transferían capitales a Portugal.
En este sentido, Gonçalves declara que «los visados de oro se han asentado en las inversiones, en su gran mayoría, más del 90% fueron inversiones inmobiliarias y como he dicho anteriormente, junto con los pisos turísticos, han tenido un impacto sobre la oferta existente, sobre todo en las grandes ciudades«.
«Por eso decidimos intervenir, para poder bajar la presión urbanística y en aquellos que ya existe, es decir, en los visados de oro ya atribuidos, que intervinieron en el inmobiliario, crear unas reglas para incentivar que puedan dirigirse hacia el alquiler, para aumentar la disponibilidad como vivienda«, agrega la política lusa.
CON UN OJO PUESTO EN PORTUGAL
En cuanto a la aplicación de estas medidas que ha tomado Portugal, habla de una posible aplicación en España. «Todas las medidas de las que estamos hablando, tienen algún paralelismo con otras de algún país de la Unión Europea. No es un problema solo de Portugal, es un problema que va más allá y España no es diferente», remarca la ministra de Vivienda.
Ante la falta de medidas por parte de los políticos españoles para solucionar el acceso a la vivienda, el vecino (Portugal) ha tomado decisiones drásticas. Habrá que estar pendiente de cómo evoluciona a nivel de vivienda, pero también ver qué impacto económico supone. Muchos compradores se verán afectados y ese dinero que invertían en su país dejará de existir. ¿Les compensará?