sábado, 23 noviembre 2024

La política monetaria del BCE desacelera la actividad empresarial española en otoño

Las cifras de negocio empresarial han pasado de reflejar una falsa bonanza que era resultado de su normalización, después de la complicadísima situación vivida durante 2020 y 2021, a apuntar una acusada desaceleración que resulta acorde con un importante freno que viene registrando la economía desde la segunda mitad de 2022. Una tendencia que posiblemente se agrave en otoño con las nuevas medidas que se dicten desde el Banco Central Europeo.

En este sentido, la pequeña y mediana empresa ve con preocupación la caída que por segundo mes consecutivo registra el Índice General de Cifra de Negocios Empresarial, que presentó en mayo una variación anual del -2,7%, en tasa desestacionalizada, y del 2,5%, en tasa original.

Cuando la actividad y las cifras de las empresas retornan al punto de partida de finales de 2019, datos tales como las cifras de negocio traslucen una clara debilidad que se agravará en los próximos meses como consecuencia del endurecimiento de la política monetaria del BCE que pone freno a la actividad. En este sentido, cabe recordar que, en el primer semestre de 2020, el PIB de España cayó un -22% y no ha recuperado sus cifras prepandemia hasta el primer trimestre de 2023.

Destaca el deterioro de la cifra de negocio del sector del comercio, en línea con la caída del gasto en consumo final de los hogares en la parte final de 2022 y principios de 2023. Un sector donde la presencia de la pyme es predominante y que suma el mayor número de empresas en España.

De hecho, las cifras expuestas son acordes con un escenario en el que la pyme contribuye a la contención de la inflación para no perder clientes, a pesar de que sus cuentas se ven muy afectadas por las alzas de costes. Según el resultado del último Barómetro de CEPYME publicado esta semana, el 80% de las pymes no ha trasladado completamente el incremento de sus costes a los precios, dado el temor a que caiga su demanda.

En paralelo, la situación de la industria resulta bastante compleja en un escenario en el que su demanda no acaba de responder. CEPYME llama la atención sobre la atonía de la cifra de negocios de la industria y advierte de que tendrá continuidad en los próximos meses, tal y como se observa en los indicadores adelantados que apuntan que el descenso de los nuevos pedidos se acelera y su cartera se debilita.

Para la Confederación, estos datos evidencian la necesidad de dar apoyo firmemente a un sector estratégico para el conjunto de la economía. Por otra parte, destaca el mejor desempeño de los servicios, beneficiados por el impulso dado por el turismo internacional, si bien la senda de crecimiento de su cifra de negocio marca una clara desaceleración en un contexto de importantes alzas de costes.

Teniendo en cuenta que la encuesta recoge “la facturación de una empresa, en términos monetarios, debida a la venta de bienes y prestación de servicios a terceros”, según la definición de cifra de negocio del INE, se puede observar que la estadística se ve bastante impactada por el efecto de los precios y esto explica que el sector de suministro de energía eléctrica y agua, saneamiento y gestión de residuos sea el que peor comportamiento registre (-25,3% a. y -5,4% m.) a la sombra de cierta normalización de los precios de la electricidad y el gas que condiciona a la baja el conjunto de la estadística.

Frenar costes y caminar hacia reformas y mejor fiscalidad

Se ha confundido normalización con bonanza en lo referente a la economía y, desde CEPYME se advierte de que no se pueden utilizar las cuentas empresariales como coartada para gravar más a la empresa, elevando sus costes, al tiempo que el marco regulatorio ha seguido tornándose más complejo y perjudicial para la actividad. Por ello, en escenarios como el actual, CEPYME afirma que el mejor revulsivo son las reformas estructurales que impulsan el crecimiento potencial y benefician el crecimiento empresarial.


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