Aprende a enfriar tu cerveza en cinco minutos

Con el calor sofocante y el mayor tiempo libre de estos meses de verano, es probable que te hayas visto más tentado a comprar cerveza u otras bebidas que puedan aliviar y acompañar en estos días de ocio y diversión. 

¿Qué puede ser más apetecible que una buena cerveza fresca en la terraza, en la playa o en cualquier lugar en el que te encuentres? Poca cosa puede aparecer en nuestra mente como respuesta a esta pregunta, pero de seguro alguna vez te has visto en la necesidad de dejar pasar este deseo por no haber sido previsor y no tener ninguna de estas bebidas a buen recaudo en la nevera, preparadas para su uso y disfrute. 

Y como una buena cerveza no entra del mismo modo -o quizás ni lo haga- en caso de no estar bien fría, hoy te damos algunos consejos para poder disfrutar de tu bebida como salida del congelador en unos pocos minutos. 

AGUA, HIELO Y SAL

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En ocasiones nos encontramos sin opciones para mantener nuestras latas o botellas bien frías, ya sea por falta de preparación o escasez de medios. Pero ya no existen las excusas para darles cerveza caliente a tus invitados, ya que con algo tan sencillo como agua, hielo y sal, podrás enfriar tu bebida en menos de lo que tardas en hacer la comida. 

Sólo necesitas llenar un recipiente con agua fría, añadir hielo y posteriormente una cantidad generosa de sal. A continuación, coloca la cerveza en el interior del recipiente y mézclala bien con estos tres ingredientes que ya puedes considerar tus mejores amigos. Sólo cinco minutos y tu bebida ya estará lo suficientemente fría para disfrutar de ella como bien te mereces.

Es importante tener en cuenta que cuanto más lleno esté el recipiente con bebidas, más lento será el proceso de enfriamiento, así que asegúrate de dejar suficiente espacio para que el aire frío circule libremente. De esta forma tus bebidas estarán en el punto perfecto en menos tiempo del que podrías haber imaginado nunca.

PAPEL DE COCINA Y LIMONES

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Conseguir bebidas congeladas es realmente sencillo, simplemente debes saber cómo sacarle partido a algunos utensilios o elementos que de seguro tienes en casa. Por ejemplo, otra forma verdaderamente fácil de enfriar tu cerveza es empleando agua y papel de cocina. 

Humedece el papel de cocina con agua y añade un poco de sal. Envuelve la lata o botella que desees enfriar con el papel y colócala en una nevera portátil. En pocos minutos, tendrás tu cerveza bien fría y lista para ser disfrutada. Además, si te encuentras en casa, puedes acelerar el proceso y esperar menos -todavía- metiendo la cerveza en el congelador durante unos minutos. Apenas te llevará nada de tiempo y notarás una notable diferencia en la temperatura de tu bebida. 

E incluso si lo que quieres es conseguir que tu bebida se mantenga fría una vez servida, existen otros métodos creativos que evitan la necesidad de usar cubitos de hielo -que puede considerarse un sacrilegio para los verdaderos amantes de esta bebida-. Una opción es comprar limones, cortarlos en rodajas y congelarlos previamente a utilizarlos en tus bebidas. De esta manera, podrás agregar las rodajas de limón a tu cerveza, evitando que se diluya y dándole además un toque refrescante y sabroso.

RECOMENDACIONES SALUDABLES

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A pesar de estos trucos, que pueden resultar absolutamente ingeniosos y efectivos, los expertos en bebidas y refrigeración recomiendan planificar siempre las salidas al aire libre con antelación y tener las bebidas ya refrigeradas en la nevera o contar con una nevera portátil. Esto garantizará que las cervezas se mantengan frías durante más tiempo y se pueda disfrutar de ellas sin preocupaciones. Es decir, es importante hacer uso de estos ‘tips’ siempre de manera puntual y como última alternativa, ya que será mucho más saludable para todos el tomar una bebida refrigerada de forma natural, con tiempo y confianza. 

El hecho de mantener las bebidas frías no sólo resulta importante por una cuestión de gusto, sino también por motivos de seguridad alimentaria. Las altas temperaturas del verano pueden favorecer la proliferación de bacterias y microorganismos en los alimentos y bebidas, por lo que es esencial mantenerlos a una temperatura adecuada para evitar así problemas graves de salud.