La Inteligencia Artificial está irrumpiendo con fuerza en multitud de sectores. La IA puede dejar sin trabajo a muchas personas. De hecho, ya hay algunos sectores donde se están sustituyendo a los trabajadores por algoritmos capaces de aprender y mejorar la forma en la que se realiza un trabajo.
También es verdad que hay ejemplos de alguna inteligencia artificial como la de Amazon o la de Microsoft que han tenido que ser literalmente apagadas por problemas muy serios. Por tanto, se deben mejorar mucho estos sistemas para que puedan ser usados con seguridad. No obstante, para algunas aplicaciones muy concretas, nos pueden mejorar mucho la vida.
En el caso de Amazon, no estaba contento con el resultado. El motivo es que se usaba la inteligencia artificial para contratar a gente, sustituyendo al personal del departamento de recursos humanos. La IA tenia un fuerte sesgo sexista en las contrataciones, y por eso tuvieron que deshacerse de ella y volver a contratar a unos 500 trabajadores.
El caso de Microsoft fue algo más escandaloso. Crearon una inteligencia artificial que gestionaba una cuenta de Twitter propia. Ella aprendía de la red y escribía sus propios tweets o contestaba a otros ya presentes. Esta IA comenzó a ser machista, racista y escribir mensajes bastante ofensivos, comenzó a seguir a líderes políticos que no destacan por la diplomacia, etc.
Finalmente, Microsoft tomó la decisión de apagarla. Pero en este caso, quizás también hay un doble mensaje o moraleja que nos deja este caso. Por un lado, se puede ver que la IA mal usada puede ser una amenaza, y por otro que no hay demasiada bondad y positivismo en las redes, puesto que ella aprendía de los usuarios reales…
Esto no quiere decir que la inteligencia artificial no nos pueda ayudar y mejorar nuestras vidas. Bien utilizada puede tener aplicaciones de lo más variado. Por ejemplo, aplicada a un sistema de piloto automático para vuelos aéreos podría mejorar la actuación de un piloto en momentos de riesgo crítico. Un humano en esos casos podría bloquearse o tomar malas decisiones.
Una IA podría consultar una base de datos de casos similares que hayan ocurrido previamente y determinar qué se hizo o qué se podría haber hecho para evitar el accidente. Y así actuar de la mejor forma. Sin ponerse nerviosa, sin sentimientos que puedan influir y en cuestión de fracciones de segundo.
El Deep learning y la inteligencia artificial mejorarán nuestra salud, y de hecho, ya están mejorando el sistema sanitario en España…
Ahorro de millones de euros
Uno de los retos del gobierno de Pedro Sánchez de 2019 será implantar más sistemas de inteligencia artificial para actualizar y mejorar el sector de la sanidad. Los avanzados algoritmos gestionarán las citas médicas y gestión de recursos de una mejor forma que los humanos.
Optimizando los recursos de los que se dispone permitirá ahorrar millones en gasto sanitario. Ese ahorro es clave si tenemos en cuenta que la tasa de natalidad ha caído un 40% en los últimos años y que cada vez la población de nuestro país envejece.
El sector sanitario se vuelve insostenible por la poca cotización que hay. Iniciativas como ésta podrían salvar la sanidad pública. Por otro lado, no se necesitará de tanto personal que atienda llamadas para dar citas, atender preguntas de los usuarios, etc.
Mejorar los diagnósticos y prevención de enfermedades
La inteligencia artificial se está comenzando a usar tímidamente en el diagnóstico de enfermedades. Algunas pruebas en China han sido esperanzadoras, pero en la actualidad se usan algunos sistemas de IA para analizar imágenes de radiografías, resonancias magnéticas, análisis de sangre, etc.
Las pruebas realizadas en China dan a conocer que un sistema de IA puede diagnosticar una enfermedad con una tasa de acierto del 83% frente al 63% de aciertos de los médicos a los que se enfrentó. Además, en 225 casos analizados por la IA en solo 15 minutos pudo acertar en el 87% de ellos.
Esto, junto con la inspección de un médico profesional que son irreemplazables por ahora, se puede usar para no malgastar recursos cuando se falla en el diagnóstico y lo que es más importante, acertar en un tiempo récord, lo que podría suponer la vida o la muerte en algunos casos críticos.
Es decir, la inteligencia artificial se puede ver como una herramienta médica más, no como un sustituto. Por el momento, cosas como las que se ven en Elysium u otras películas de ciencia ficción futuristas, no es posible.
Desarrollar nuevos medicamentos
Las supercomputadoras con algoritmos y sistemas de inteligencia artificial pueden ayudar a desarrollar nuevos medicamentos. Estos medicamentos son más efectivos y personalizados para casos concretos. De hecho, supercomputadoras de todo el mundo ya lo están haciendo.
Un ejemplo cercano es el supercomputador más potente de Europa y uno de los más potentes del mundo, el español Marenostrum de Barcelona. Gracias a él se puede secuenciar el ADN de personas para prevenir enfermedades, se ha usado para crear nuevas medicinas, etc.
Incluso podrían contribuir en la atención domiciliaria mediante IA para personas dependientes o de avanzada edad, mejorando su calidad de vida con una atención que no sería posible de otra forma.
Libera de carga al personal de la sanidad
La inteligencia artificial no tardará en implementarse en robots para atender en los hospitales españoles. Ya se usan en Japón.
Estos robots pueden atender a los pacientes de una forma similar a como lo hacen el personal sanitario o avisar a éste en caso de ser necesario.
A veces los enfermeros y médicos no dan a basto para atender a todos los pacientes. Pero con estos robots se podría liberar de carga de trabajo y hacer que se dediquen a los casos que más atención requieren.
Nutricionistas hechos de algoritmos
La nutrición es otro reto. Controlar la dieta específica para cada uno de los pacientes, hacerlo de forma personalizada para no interferir con la medicación prescrita, con la dolencia que padecen, o con las distintas alergias o intolerancias es complicado.
Programas informáticos con inteligencia artificial ya se están usando para gestionar todo esto de una mejor forma. Ahorrando tiempo y recursos, y creando menús de una forma más óptima. De esa forma, el personal de cocina simplemente debe seguir las pautas y concentrarse en cocinar.
Se están empezando a usar algoritmos de IA para analizar los niveles de vitaminas, picos de glucosa, y otros fenómenos relacionados con las dietas o hábitos de vida de la persona para diseñar dietas mejores.
Los grupos españoles GETECCU y ACCU de enfermedades Crohn y colitis ulcerosa la usan para ofrecer a las personas que la padecen soluciones para que puedan enfrentarse a ella de forma autónoma.
Cirujanos robots
Algunos hospitales, como el Hospital Regional de Málaga, ya tienen robots cirujanos que pueden operar con una precisión extrema. El nombre de este robot es Da Vinci.
No funciona solo, un cirujano lo puede manejar de forma remota. Pero en un futuro la inteligencia artificial también podría manejarlos. Eso permitiría que un médico en Estados Unido pueda operar a una persona en Australia.
La IA podría evitar problemas derivados por el cansancio del cirujano, o negligencias médicas. El Deep Learning, Machine Learning y la IA tienen mucho que aportar aquí, pudiendo consultar en tiempo real a bases de datos enormes de donde obtener ayuda, algo que es imposible para un humano.
Salud mental
Chips neuronales y algoritmos de aprendizaje artificial permiten crear sistemas de redes neuronales artificiales que pueden imitar el cerebro. Por ahora, se ha conseguido simular el cerebro de ratones, ratas, gatos, etc. Pero no el del ser humano de forma completa.
En un futuro se podrá simular, y en ese caso se puede estudiar neurona a neurona lo que ocurre con enfermedades neurodenegerativas, como el Alzheimer, enfermedades psiquiátricas, etc. Eso permitirá saber cómo tratarlas e incluso curarlas.
También puede analizar patrones de conducta o comportamiento, para poder diagnosticar las enfermedades mentales antes de que deriven en un problema mayor.
Pero no todos están felices
Pero no todo son ventajas. El personal del sector sanitario que se quede sin trabajo por esta inteligencia artificial no estará muy contento.
Además, algunos estudios estadísticos han determinado que los médicos de más de 44 años se han mostrado incómodos o no han sabido bien adaptarse a las nuevas tecnologías.
Si les damos herramientas a los médicos y no saben usarlas adecuadamente o lo hacen mal, eso no es positivo.