A algo más de 25 metros de profundidad, en las islas Rykyu, al sur de Japón, se encuentra uno de los hallazgos más peculiares de la arqueología submarina, el monumento Yonaguni. Esta construcción fue descubierta en 1987 por un submarinista que buscaba un lugar para bucear en la isla de Yonaguni.
La isla japonesa de Yonaguni, a pocos kilómetros de Taiwán y con apenas 1.700 habitantes, es un paraíso natural por sus playas y vegetación. Sin embargo, su mayor atracción se encuentra bajo el mar. Se trata de un coloso de piedra de 50 metros de largo por 20 de ancho que ha sido bautizado como ‘la Antártida de Japón’. Se cree que esta pirámide tiene unos 10.000 años de antigüedad. Se cree que podría ser un vestigio de la civilización Jomon, que habitó el Japón prehistórico hacia el año 12.000 a. C.