Joseph Oughourlian ensanchó su control del Grupo Prisa en la última Junta general de accionistas del influyente multimedia, hipersensible ante cambios de ciclo político como el que previsiblemente se producirá el 23J.
El mandamás de Amber Capital, ha impulsado que Prisa recupere su tradicional línea editorial, se haya convertido en altavoz del bloque socialista del Gobierno y haya cobijado a los asesores sanchistas Miguel Barroso y José Miguel Contreras.
INFLUENCIA
La bonanza de Indra compensa en el bolsillo de Oughourlian los más de 300 millones de euros que ha invertido en Prisa, más de 100 todavía irrecuperables por los conductos habituales del mundo empresarial.
Algunas voces aseguran que el empresario de origen armenio tendrá intención de arrodillar el holding mediático ante Alberto Núñez Feijóo, pero éste, una vela a dios y otra al diablo, tendrá prudencia a la hora de repetir la persecución que el aznarismo propulsó contra Prisa, siempre beneficiado bajo ejecutivos socialistas.
LÍNEA EDITORIAL
«Quisimos ser de derechas, pero tuvimos que volver hacia la izquierda, porque no obtuvimos los resultados esperados», aseguró hace unos meses Oughourlian, que recordó que «todo el mercado de la prensa y de la radio en España es de derechas», por lo que, estratégicamente, Prisa debe ser «el único grupo de izquierdas».
Años atrás tenía más prudencia a la hora de hablar de política y aseguraba que no iba a ser el peón sanchista que finalmente ha resultado: «Yo no he invertido 300 millones de euros para poder hacer favores al Gobierno de España. Es un sinsentido. Yo he venido aquí para ganar dinero».
VIVENDI, SANTANDER Y MEDIASET
Sobre Prisa siempre se ciernen muchos anhelos y el conservador Vivendi ya anunció tiempo atrás su intención de ampliar el 9,9% de acciones que tiene del editor de la Cadena SER y El País para pasar a convertirse en el principal accionista.
El gigante galo podría encontrar apoyo en el Banco Santander, que todavía cuenta con el 4,6% del multimedia español pese a que Ana Patricia Botín, advertida desde La Moncloa, se ha abstenido de hacer movimientos contrarios a Oughourlian.
El empresario ya ha dejado claro que no tiene ninguna simpatía por el principal banco español: «No veo ningún problema con el Santander. El Santander ha tenido muchísimo protagonismo en esta compañía, quizá demasiado para un banco. A mí me gusta que los bancos financien a las empresas y menos que se involucren en la gobernanza de las compañías de medios».
Los mentideros mediáticos también apuntan del interés de Mediaset por hacerse con Prisa, pero, una vez derribado el poder interno de Borja Prado, esta operación podría limitarse a un acuerdo publicitario entre el editor de Telecinco y el de la Cadena SER.