El pan puede ser el mejor aliado en cualquier comida. Para el buen amante del pan, no existe opción mala. Integral, multicereal, de hogaza, de semilla o el pan tradicional son algunos de los tipos de pan que se encuentran disponibles en cualquier supermercado.
Una variedad que ha ido aumentando con el tiempo debido precisamente a la demanda cada vez más alta en cuanto a este manjar que -considerado complemento- puede ser el principal protagonista de nuestro picoteo. Es por ello que la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha querido compartir con los usuarios cómo saber cuándo el pan que compramos está congelado, como ya hizo en su día con una guía de compra del pan de molde. A continuación te damos los tips para diferenciar un buen pan de uno que está sometido a este proceso.
ASPECTOS CLAVE
La OCU ha revelado una serie de aspectos clave para identificar si el pan que se está comprando es congelado o realmente artesanal. Estas pautas permiten a los consumidores asegurarse de que están adquiriendo un producto de calidad y elaborado de manera tradicional.
Es posible que la enorme cantidad de opciones ofrecidas por el supermercado puedan llevar a confusión, por lo que hay que tener en cuenta los pequeños detalles. Aspectos que quizás no valorarías en un primer momento, dejándote llevar por el precio u otros elementos más notorios a simple vista.
Pero realmente el toque de diferencia lo marca la composición del producto. Frente al pan precocido, con más aditivos para lucir un aspecto mejor; encontramos el pan artesano que no lleva otros procesos, cocido de una sola vez, frente a la doble cocción del otro.
ASPECTO Y OLOR
El primer indicador que la OCU destaca es el aspecto del pan. Si todas las unidades tienen una forma uniforme y idéntica, es muy probable que sean panes industriales. Esto se debe a que estos productos se producen en moldes diseñados para generar grandes cantidades de pan con la misma forma. Por otro lado, el pan artesanal tiende a presentar irregularidades y diferencias en su forma, cada pieza es única y muestra el toque personal del panadero.
El olor también puede revelar mucho sobre la autenticidad del pan. Los panes industriales suelen tener un aroma menos intenso que los artesanales. Esta diferencia se hace especialmente evidente al tostar el pan. Si no se percibe el aroma característico de la levadura, es probable que no sea un pan artesanal.
TEXTURA Y CORTEZA
La textura y la corteza son otros elementos que permiten distinguir entre el pan industrial y el artesanal. Al comparar el peso de los panes, se puede observar que el pan artesanal es más pesado debido a que su miga es más densa y esponjosa en comparación con los panes industriales. Además, la corteza del pan industrial suele ser fina y delgada, mientras que la del pan artesanal es más dura, gruesa e incluso puede presentar una capa intermedia entre la miga y la corteza, lo que le confiere un aspecto distintivo.
La OCU destaca la importancia de tener en cuenta estos aspectos al momento de adquirir pan, ya que es importante valorar la calidad y la elaboración tradicional de este alimento básico. Estar atentos a los detalles mencionados puede ayudar a los consumidores a tomar decisiones informadas y a disfrutar de un auténtico pan artesanal.
IMPORTANCIA DEL PAN
Además de ser un elemento básico, el pan es una gran fuente de vitaminas para el cuerpo humano. B1, B2 O B6 son algunas de las que podemos encontrarnos en el pan, así como minerales como el potasio, magnesio o fósforo. Vitaminas fundamentales a la hora de vivir de manera saludable y enfrentarnos a posibles enfermedades. Siempre -claro- que no padezcas algún tipo de intolerancia como la celiaquía.
Es en gran parte por ello que la OCU considera esencial que los consumidores estén conscientes de la diferencia entre los panes industriales y los artesanales, ya que esta distinción puede afectar tanto el sabor como la calidad nutricional del producto. Prestar prestar atención a los aspectos visuales, olfativos y texturales mencionados anteriormente pueden ser clave a la hora de vivir una experiencia de consumo totalmente satisfactoria.
