En una sociedad marcada por los avances en la igualdad y la transformación de conceptos tradicionales de género, la masculinidad experimenta un cambio en muchos frentes. Según un estudio realizado por la Fundación FAD, el 41% de los hombres jóvenes no se identifica con los roles de género tradicionales.
En este contexto, numerosas marcas han adoptado esta nueva mirada, reafirmando la importancia de romper las barreras sociales y desafiar las normas establecidas, alentando a los hombres a expresarse libremente y construir comunidades sin prejuicios.
La belleza y el cuidado personal, que tradicionalmente se han asociado a la mujer, son el mejor espejo para ver la rápida introducción de nuevas tendencias, también en el consumo. La revolución del mundo de la cosmética masculina, ligada al nuevo estilo de vida, es ya una realidad. Marcas como Beardburys o Jander Skin rompen los estereotipos, apoyan el interés masculino en esos ámbitos y ofrecen productos necesarios para que los hombres abracen la idea de que las rutinas de belleza y el cuidado personal no tienen género. Beardburys es una empresa española de cosmética masculina especializada en el cuidado del cabello y la barbería. Se autodefine como una marca sexy, alternativa, atrevida y canalla y este espíritu rompedor la ha llevado a convertirse en una de las compañías líderes dentro del sector profesional.
Que los hombres abracen su belleza natural y se cuiden la piel es el propósito de Jander Skin, una marca de cosmética creada en Barcelona por dos jóvenes emprendedoras que pone a disposición del público masculino una sencilla y efectiva rutina de tres productos veganos que ha revolucionado el cuidado de la piel masculina. Jander Skin ensalza la masculinidad moderna, aquella que se caracteriza por tener una mente abierta y romper con los valores tradicionales. Esta marca, además de promover la confianza de los hombres que deciden dedicar tiempo al cuidado de su imagen, fomenta la sostenibilidad: apuesta por el uso de envases 100% reciclables y ofrece un modelo de compra por suscripción para establecer hábitos de compra sostenibles.
En el caso de la moda, la industria ha encubierto durante años estereotipos de género que impedían a los hombres expresar su verdadera personalidad a través de la ropa. Edmmond Studios es una marca de moda masculina que nació de la mano de dos jóvenes madrileños ante la incapacidad de encontrar prendas que les definieran tal y como son. Sus diseños reimaginan el estilo contemporáneo, dirigiéndose a aquellos hombres que buscan algo diferente sin renunciar a la calidad y al estilo. Con casi 10 años de trayectoria, Edmmond Studios apuesta día a día por una versión de la masculinidad sin barreras.
Por su parte, Nude Project dio un paso más allá en la industria de la moda y la revolucionó en 2018, presentando sus prendas unisex. La estética streetwear y urbana que persigue no distingue entre el género de su público y pone a la venta colecciones minimalistas, elegantes y creativas tanto para hombres como para mujeres sin prejuicios ni estereotipos. La firma española se ha convertido en todo un fenómeno viral en las redes sociales y ha conseguido llevar sus prendas unisex a todos los rincones del mundo.
Y si de redes sociales y nueva masculinidad hablamos, no podemos pasar por alto la marca de joyas y complementos TwoJeys, una firma española fundada por dos conocidos creadores de contenido que apuesta por un estilo libre y arriesgado.
SAYE pone el broche final a esta selección de marcas de la nueva masculinidad. Esta firma de calzado, que además es 100% vegana, sigue una línea totalmente unisex y ofrece modelos únicos para hombres y mujeres con especial sensibilidad por el medio ambiente.
Estas son solo algunas de las marcas españolas que están creando un nuevo espacio para que los hombres redefinan la masculinidad y la expresen tal y como la sienten. Todas ellas han marcado un precedente en el sector y han alentado a otras firmas, tanto nuevas como ya existentes, a deshacerse de prejuicios y renovar el mercado con productos y servicios que desafían el antiguo paradigma del hombre convencional.
