Los miembros de RREUSE, una red internacional que representa a empresas sociales activas en la reutilización, reparación y reciclaje han comunicado una hoja de ruta de estrategia de la Unión Europea para los textiles sostenibles. Los miembros de esta red desvían alrededor de 1 millón de toneladas de bienes y materiales anualmente del vertedero.
La Directiva Marco de Residuos ha sido el detonante clave para la red RREUSE. La estrategia para concienciar y contar con una moda circular no es nueva, un esfuerzo para vincular las políticas circulares y sociales a nivel de la UE. Europa tiene una aspiración de cara al 2030, que todos los textiles sean duraderos y reciclables, fabricados en gran medida con fibras recicladas, libres de sustancias peligrosas y producidos con respeto a los derechos sociales y al medio ambiente. Un pilar esencial en su Pacto Verde Europeo.
“Los atributos negativos y las consecuencias del libre comercio, el accionista, la deslocalización, los modelos de moda rápida están volviendo a casa para posarse, por lo tanto, la necesidad de restablecer de alguna manera el proteccionismo ‘más lento’, holístico”, explica Patricia Casey, investigadora de ROI.
Una estrategia que ayudará a la Unión Europea en su transición hacia una economía circular climáticamente neutra, en la que los productos se diseñarán para ser más duraderos, reutilizables, reparables, reciclables y eficientes desde un punto de vista más energético.
LA UNIÓN EUROPEA QUIERE GARANTIZAR UNA RECUPERACIÓN DE LA INDUSTRIA TEXTIL
Tras la Covid 19, necesitan que la industria textil se recupere de manera sostenible aumentando la competitividad de las marcas, aplicando los principios de la economía circular a la producción, a los productos, el consumo, la gestión de residuos y las materias primas secundarias. A parte, hay que aprovechar toda la tecnología y dirigir inversiones hacia la investigación y la innovación.
La idea es que se obligue a los productores de textiles a apoyar financieramente las actividades de reutilización de la economía social. RREUSE celebra especialmente que el sistema de Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) propuesto para el sector textil tenga en cuenta el papel de los agentes de la economía social, obligando a los productores a apoyar financieramente las actividades de reutilización de las empresas sociales, desde la recogida de textiles hasta el tratamiento de residuos.
LA REUTILIZACIÓN DE TEXTILES TIENE UN IMPACTO AMBIENTAL UN 70% MENOR QUE PRODUCIR ROPA NUEVA
Una propuesta de la Unión Europa que fomentará la colaboración con la economía social, incluso en la recogida selectiva de textiles. Todavía no se han publicado las orientaciones de cómo van a participar las empresas sociales en la gobernanza de los sistemas de RAP. Con la creación de un Reglamento de Ecodiseño se obligará a crear un pasaporte digital, una herramienta de trazabilidad y certificación que permite verificar la manera en que se ha hecho la ropa y seguir sus procesos y ciclo de vida.
LA MODA CIRCULAR LLEGA PARA QUEDARSE
El cambio climático está sucediendo, ya es una realidad, y la idea de implementar un sistema de moda circular dejo de ser una propuesta para pasar a ser una necesidad. Este cambio de paradigma impulsado por la necesidad de que la moda sea sostenible y sustentable, promueve nuevos abordajes a sistemas establecidos en la industria de la moda desde una mirada general de proceso y circular, donde cada parte está involucrada con las demás.
El 78% de los tejidos empleados en la Unión Europea no se separan, reutilizan ni se reciclan, estos tejidos terminan en vertederos. Cada año se están tirando en la UE 5,2 millones de toneladas de ropa y calzado, es decir 12 kilos por habitante. Pero esto va a cambiar a partir del 1 de enero de 2025, que van a obligar a los Estados miembros de la Unión Europea a establecer recogidas separadas de residuos textiles.
Otro punto importante, y que poco a poco va creciendo es la ropa de segunda mano. Esas prendas a las que se les da una segunda vida. La ropa de segunda mano está en el punto más álgido desde que se hizo un hueco en el mercado. En los últimos años, el sector de la ropa de segunda mano ha experimentado un crecimiento continuo hasta situarse en los 85.000 millones de euros en 2021. En 2026 prevén que el mercado de segunda mano llegue a superar los 194 millones de euros.