La nueva Inteligencia Artificial sigue siendo una criatura demasiado difícil de comprender para los usuarios, empresarios, desarrolladores e incluso legisladores que están lidiando con ella. Entre las industrias que se han tropezado de forma directa con esta nueva tecnología quizás la más incómoda es la cultura, mostrada en los recientes escándalos en Spotify por canciones «falsas» creadas por IA imitando la voz de artistas conocidos.
Los casos más emblemáticos son, por supuesto, el de Drake junto a The Weeknd, que aún se encuentra en Youtube bajo el título de ‘Heart On My Sleeve’ y el de Leiva que se ha tropezado de sorpresa en su perfil de Spotify con una nueva canción como lo comunicó en su Instagram. «Desde hace 3 días en mi perfil de Spotify aparece una canción nueva que se llama “LaLa”. Personalmente, no tengo la más puta idea de qué es, ni quiénes son, ni cómo ha llegado ahí. Por lo visto en Spotify tampoco. Tampoco han tenido la capacidad de corregir el error con un margen razonable, ni de explicar a quienes seguís mi perfil que se trata de un fallo», explica el músico madrileño.
La situación ha destapado una segunda discusión sobre la Inteligencia Artificial, no solo por el hecho ya muy comentado de los trabajos que pone en riesgo, sino por temas de propiedad intelectual. Ya hay artistas poniendo denuncias en el tema, y ha sido uno de los puntos clave de la regulación de estas aplicaciones en Japón, al mismo tiempo es un sector que no quiere prescindir del todo de una herramienta que puede abrir nuevas puertas en cuanto al arte que son capaces de crear.
De hecho la propia Spotify ha mostrado su interés en sumar esta tecnología a su plataforma. El lanzamiento estadounidense del Spotify DJ ha sido un primer experimento, la nueva herramienta desarrollada por OpenIA, la misma empresa que desarrolló el más famoso de los estas creaciones: ChatGPT. Por tanto, no parece demasiado probable plantearse una prohibición completa de estas nuevas herramientas, al menos por ahora.
UN ERROR QUE MUESTRA VULNERABILIDAD EN LA PLATAFORMA DE SPOTIFY
Además de que esto obliga a Spotify a sumar nuevas herramientas no solo para detectar las canciones falsas, sino para evitar que otros usuarios suban canciones en perfiles de artistas. Lo cierto es que lo mismo pasó en el caso de Drake y The Weeknd, y en la práctica si ellos son vulnerables a este tipo de situaciones, cualquier artista lo es. Es un punto que quizás en primera instancia es más importante incluso que el tema de IA en esta situación: Qué planes tiene el gigante del streaming para evitar que otros artistas suban música en el perfil de nombres más conocidos, olvidando a ChatGPT un segundo, con una voz parecida ya se puede generar un problema.
La otra duda es si se hackea un perfil de estos artistas sería posible tener datos de pago, personales y demás secretos usualmente escondidas en el backend de este tipo de aplicaciones. Es un punto que puede hacerle incomodar a una plataforma como Spotify que ya tiene una relación complicada con los artistas ascendentes y que aún se encuentran a mitad del cartel de los festivales.
Al mismo tiempo es complicado no pensar en el efecto que puede tener en las plataformas una regulación que cuide de forma férrea el derecho de autor. Es un punto que se discute en Europa actualmente, y que seguramente marcará las nuevas leyes al respecto.
¿CÓMO SE DEBE REGULAR LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL?
Más allá de los comentarios más aterradores si la Inteligencia Artificial está aquí para quedarse es importante que, al menos, respete el trabajo y voz de artistas con trayectorias tan largas. El caso de Leiva y o el The Weeknd es emblematico, pero no son los únicos, y dado que ellos tienen una plataforma suficientemente grande para afrontar la situación su realidad será otra, es posible que al leer estás líneas ya los suecos hayan retirado ‘LaLa’ de Spotify.
Este es de hecho uno de los puntos que también ha sido clave en la huelga de guionistas y de actores que amenazan Hollywood. Es que no son pocas las figuras clave de la ciudad de las estrellas que han señalado el riesgo que representa que una de estas herramientas puedan copiar su trabajo, sin aportar novedades. De hecho entre los críticos más recientes del uso de la Inteligencia Artificial está Meryl Streep.
Finalmente, parece que Leiva solo puso una nueva discusión sobre la mesa, y mostró un nuevo problema para un espacio que es tan importante como criticado en el mundo de la música. Será interesante ver cuáles son los pasos a seguir en una industria cultural que parece no poder terminar de enfrentar una crisis antes de que aparezca la siguiente.