Tomar el sol es un ritual ineludible en el verano, ya sea en la playa, en la piscina o simplemente al pasear en estos meses. Un buen bronceado es muy estético y atractivo, sin embargo conviene que tengas en cuenta los riesgos que implica: debes usar los mejores fotoprotectores y sobre todo no cometer errores como una exposición excesiva al sol, ¡o podrías pelarte! Si quieres evitar la antiestética descamación y lucir una piel perfecta, basta con que sigas las siguientes recomendaciones.
1¿POR QUÉ NOS PELAMOS BAJO EL SOL?
Al tomar el sol la piel se pela debido a un proceso conocido como descamación, una respuesta protectora del organismo ante la exposición a la radiación ultravioleta (UV). Cuando tu piel se expone al sol durante un período prolongado, los rayos UV penetran en las capas superficiales de la piel, dañando las células y desencadenando una serie de reacciones biológicas que incluyen la liberación de moléculas inflamatorias y la activación de células especializadas, llamadas queratinocitos.
Los queratinocitos son responsables de la producción de queratina, una proteína fibrosa que brinda resistencia y protección a la piel. Sin embargo, el daño causado por los rayos UV altera el equilibrio normal de proliferación y diferenciación de los queratinocitos, lo que lleva a una producción excesiva de células de la piel. A medida que estas células se acumulan en la capa externa de la piel, la epidermis, se forman escamas visibles. Estas escamas son una forma de eliminar las células dañadas y regenerar una piel nueva y saludable.