Diciembre se acerca, y con el frío también se acerca la llegada de la inauguración del nuevo Santiago Bernabéu. El mítico estadio no solo seguirá siendo uno de los destinos clave del mundo del futbol, pero además ahora esperan que sea un espacio clave también dentro del universo cultural español, como lo han sido el Vicente Calderón, el Wizink Center, anteriormente palacio de los deportes, o en Barcelona el Camp Nou. De momento hay dos grandes anuncios de artistas internacionales para el estadio del Real Madrid, Taylor Swift, la primera en tomar la nueva tarima en mayo del año que viene y el rapero argentino Duki. A ellos dos se le suma el español Manuel Carrasco.
Vale decir que esta remodelación está permitiendo el regreso de la música al Bernabéu. El último concierto en el mítico estadio del Madrid fue en 2018, pero para un evento de Operación Triunfo. Pero para la última gira internacional hay que volver a 2016, cuando Bruce Springsteen dio uno de sus maratónicos recitales de más de tres horas, a pesar de las críticas por la acústica de la vieja estructura.
Tiene sentido. Económicamente, es cada vez más común que los grandes estadios apuesten por otro tipo de eventos además del futbol para costear su funcionamiento. Si bien el Madrid explica en el catálogo de eventos para los que está disponible el espacio más allá de los partidos incluye mucho más que conciertos, es decir se suman convenciones y otros deportes a la programación del estadio, es evidente que los conciertos son la prioridad dentro de los planes del nuevo espacio.
Al mismo tiempo la competencia será importante. Dado que el Bernabéu puede recibir hasta 65.000 personas para eventos musicales lo pone en el nivel de espacios europeos como Wembley o el Stade de France, espacios donde es casi tan común ver una banda de rock como puede ser un partido de futbol. Al mismo tiempo está mejor ubicado que espacios como el Camp Nou, el Metropolitano o El Estadio Olímpico Lluís Companys mejor conocido como Montjuïc, que requieren recorridos demasiado largos desde los centros neurálgicos de la ciudad, y, por tanto, obligan a que se deba pensar en esta logística cada vez que se hace un concierto. Tiene sentido entonces que sea un espacio atractivo para los artistas que quieran girar por Europa.
Dado que, al menos en teoría evidentemente habrá que ver como funciona en la práctica, la remodelación incluyó planes para mejorar la acústica, un punto que hasta ahora ha sido una de las grandes ventajas del Wizink Center frente a espacios más grandes, y que han resuelto algunos de los grandes problemas logísticos del espacio, que lo hacía más complicado y costoso que el Metropolitano, y que el Vicente Calderón en su momento.
EL BERNABÉU SE SUMA A LA NUEVA TRADICIÓN DE LOS ESTADIOS EUROPEOS
Lo cierto es que son cada vez más los estadios que se prestan, e incluso invierten en remodelaciones para este objetivo. Es el caso del Tottenham Hotspur Stadium en Londres, quizás el caso más evidente de una remodelación hecha con los conciertos en la cabeza. De hecho la acústica del nuevo espacio del equipo de Harry Kane fue evaluada por los miembros de U2, lo que habla de como los equipos entienden sus espacios como forma completar su negocio.
Es que en casos como el del estadio Metropolitano más del 15% de los ingresos vienen de otros eventos diferentes al futbol. Dado lo costoso que es mantener un estadio multitudinario de primer nivel, y la opción de generar ingresos por las ventas de la restauración durante los conciertos que se realicen allí. Son métodos de ingresos importantes para impulsar este tipo de espacios no solo como el hogar de los equipos sino como fuentes de ingresos en sí mismas.
¿QUÉ PASARÁ CON LOS OTROS ESTADIOS?
El otro punto llamativo a ver es que pasará con los otros estadios que de momento se usan para hacer este tipo de eventos multitudinarios. Como se dijo en el texto el nuevo Bernabéu tiene varias ventajas sobre sus competidores, pero también tiene su propio precio de alquiler y sus propias exigencias en cuanto a venta de entradas, que pueden hacer que un productor se lo piense dos veces antes de recurrir al templo del Real Madrid, por comparación el alquiler del estadio costaba unos 200.000 euros en 2016, que sumado a costos de producción en un espacio de ese tamaño podía llegar al medio millón de euros.
Al final no queda más que esperar a que se termine la próxima temporada de futbol y empiece la de conciertos. Nombres como Duki y Taylor Swift son un muy buen comienzo si quieren superar a sus competidores más evidentes, aunque es complicado estar seguros de que estó funcionará hasta el último momento. Los conciertos pueden costear todos los gastos de la remodelación, pero deben enamorar al público y a los artistas.