jueves, 12 diciembre 2024

La opción de que Azuaga deje Unicaja este año facilitaría la elección de un CEO interno, el mejor modelo para el banco

La posibilidad de que el presidente de Unicaja Banco, Manuel Azuaga, abandone el banco antes de final de año es considerado entre analistas del sector financiero como una hipótesis clave para garantizar un proceso ordenado y eficiente de renovación de la cúpula del banco por el Banco Central Europeo (BCE), el consejo del banco y la alta dirección de la entidad.

Azuaga dejará de ser presidente ejecutivo para cumplir con los acuerdos de la fusión entre las antiguas Unicaja y Liberbank que permitió crear la actual Unicaja Banco, lo que se debe producir antes de finales de julio de 2023. Y podría mantenerse en el puesto de presidente no ejecutivo de Unicaja hasta 2025.

Pero las citadas fuentes financieras aseguran que Azuaga ha comentado que, debido a su compromiso con Unicaja, podría abandonar la institución antes de final de año.

De hecho, si el actual presidente renunciase a seguir en el banco en ese plazo, se facilitaría que el relevo en los puestos más altos del banco se pueda llevar a cabo sin tensiones y cumpliendo las más estrictas normas de gobierno corporativo.

Esta decisión facilitaría que Unicaja Banco pudiera optar por un candidato interno a la hora de reemplazar la vacante que queda tras la renuncia del consejero delegado Manuel Menéndez. Esta es la opción defendida por el consejo de administración y ante la que el BCE no ha puesto objeciones.

De hecho, se considera que la elección de un directivo “de la casa” sería mucho más beneficioso que un ejecutivo externo, ya que haría que el proceso de transición, si fuera necesario, sea mucho más sencillo y, desde luego, más corto.

En la actualidad, la Comisión de Nombramientos y Retribuciones del Consejo de Administración de Unicaja Banco trabaja junto a la consultora independiente Spencer Stuart para proponer un candidato para ocupar el puesto de consejero delegado. El nombre de isidro Rubiales, de larga trayectoria en el banco y respetado interna y externamente, es el que suena con mayor fuerza. Actualmente, Rubiales es el encargado de la Dirección General Adjunta al presidente, de Control, Estrategia y Relaciones con supervisores.

La opción de Isidro Rubiales como consejero delegado es la que se presenta como más positiva para Unicaja Banco. De hecho, si en septiembre Unicaja Banco tiene un nuevo consejero delegado “interno”, el proceso de asunción de las responsabilidades y transición podría fácilmente culminar en diciembre, ajustándose así al plazo en el que Azuaga podría abandonar Unicaja Banco.

Además, este modelo (consejero delegado interno y un presidente distinto a Azuaga, que procede del banco) permitiría a Unicaja Banco cumplir con las guías de la autoridad bancaria europea (EBA) de gobierno interno de entidades financieras sobre los órganos de dirección.

La selección de un nuevo consejero delegado no es la única misión de la Comisión de Nombramientos y Retribuciones. También con la ayuda de Spencer Stuart, debe culminar el proceso de selección de cuatro consejeros independientes, además de definir un modelo de separación de funciones entre un presidente no ejecutivo y un consejero delegado con funciones ejecutivas.


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