El mundo ha cambiado, el rock hace tiempo que ha dejado de ser popular entre los chavales, las personas están ante las puertas de lo que se supone que será la sexta extinción masiva, pero eso no parece importarle mucho a nadie, mientras se pueda perrear.
Al menos esto parece ser el mensaje detrás del nuevo single de la banda Milk que trae este Calentando, un melocotonazo de rocketón en castellano para poner banda sonora al desastre ambiental, dialogando desde su peculiar estilo con la música urbana e ironizando sobre la dicotomía hedonística/apocalíptica de los tiempos actuales.
Pocas cartas les quedan ya a los rockeros hoy en día en una industria musical hipercompetitiva y donde la música urbana es la reina de las listas de canciones más escuchadas en las plataformas de streaming, a esta banda barcelonesa se le ocurrió que una incursión en estos terrenos novedosos, sin perder su característico sonido que bebe del rock alternativo de los años noventa, podría ser una buena manera de ganar nuevos adeptos poco habituados a los sonidos más distorsionados.
Por su parte, la letra utiliza la jerga habitual utilizada en ese tipo de canciones para lanzar un mensaje lleno de ironía en el que proponen entregarse de lleno al fin de los tiempos y disfrutar de un «apocalipsis sabrosón«, abusando de los dobles sentidos como cuando sentencian en el estribillo: «Vamos todos a morir, pues que sea un final feliz«, o del uso del spanglish cuando afirman que «estamos ready pa la extinción«
Musicalmente, las personas están ante una propuesta que puede gustar o no, pero no se le puede reprochar la falta de originalidad, en las primeras estrofas llegan a engañar con una sonoridad casi reggaetonera que no tarda en explotar en un estribillo a ritmo de rocketón, y con un grand finale en el que se pasan sin ningún complejo a una sonoridad metalera aderezadas con gruñidos guturales clamando Calentando, como si la vida misma se les fuera en ello.
No hay muchas probabilidades de que una canción de esas características termine siendo un gran hit a nivel nacional o la canción del verano, pero no se puede negar que sin duda es la banda sonora ideal para un posible apocalipsis climático, y las personas que decidan darle una oportunidad a esta canción, más vale que lo hagan con la mente bien abierta, porque les guste o no o, no hay duda de que hará volar la mente.