En condiciones habituales de navegabilidad, el submarino puede permanecer bajo el agua incluso 90 días, donde se tiene que tener en cuenta las variables de la capacidad de combustibles, el agua, los alimentos y también el oxígeno. No obstante, para que se pueda llevar a cabo la normalidad del viaje se debe subir un par de veces a la superficie, ya que esto también es parte del correcto funcionamiento del submarino.
Cuando la nave se encuentra en la superficie del agua el motor funciona gracias a la energía del diésel, el cual le permite navegar. En caso de tener que permanecer muchos días ininterrumpidos en las profundidades, dependerá de la carga de las baterías las que le permitirán navegar sin problema. Dichas baterías son las que permiten el funcionamiento de las máquinas de oxígeno medicinal ante algún caso de emergencia. La carga de estas baterías solo se pueden cargar a 2- 3 metros de la superficie del agua, en la llamada profundidad snórkel, que mediante un tubo pueden incorporar aire necesario para las baterías, esta práctica debe hacerse cada 2-3 días.