El Mobile World Congress 2017 ha sido uno de los más tristes en años por varios motivos. En primer lugar, porque ha estado marcado por una sombra, la del Samsung S8, que no se presentó en la feria sino que lo hará el próximo 29 de marzo en Nueva York.
En segundo lugar, porque los teléfonos que sí se han presentado, por buenos que sean, son más grises que otros años. No peores, pero sí bastante más aburridos.
Y, por último, ha sido triste debido al éxito inaudito del 3310: El día en que un teléfono de segunda sin WhatsApp se convierte en uno de los temas más comentados de un evento de tecnología es que algo ha fallado con los demás.
Me cansé de decirlo tras la jornada previa al debú de la mayor feria tecnológica que se celebra en Europa (superó los 108.000 visitantes): Algo raro sucede cuando la novedad más llamativa del domingo de un MWC es una novedad de Telefónica. La presentación de Aura, el cerebro de su red y su apuesta por la inteligencia artificial, eclipsó muchas otras cosas de la jornada.
En breve haremos una comparativa entre el LG G6 y el P10 de Huawei, lo más gordo de entre lo que sale ya mismo a la venta. Pero os adelantamos que ambos teléfonos son estupendos. Dispositivos fantásticos y muy buenas compras. En serio, no tienen casi nada malo.
Pero el teléfono de los coreanos destaca por su extraordinaria pantalla, un elemento no demasiado glamuroso por importante que sea. Y el de los chinos provocó mucho interés por la gama de colores utilizada, especialmente por la versión Greenery, con un verde muy atrevido. ¿Un adelanto? La mayor parte de los medios presentes se decantaron por el LG G6, que recibió galardones al ‘best in show’ de buena parte de los medios acreditados.
ZTE fue la decepción de la feria. La compañía que prometió el primer móvil gigabit de la feria destapó, nada más llegar, que sólo tenía un prototipo.
El único móvil gigabit que realmente se presentó con el chip 835 de Qualcomm fue el Sony Xperia XZ Premium, un teléfono continuista para los japoneses que destaca por su capacidad de súper cámara lenta, pero que no estará disponible hasta la primavera, cuando el S8 ya esté preparado para comerse el mercado. El teléfono de los japoneses ganó, por cierto, el gran premio al mejor nuevo dispositivo en los GloMo Awards.
En la feria ya hay mucha gente que ha visto en persona el teléfono de Samsung y, de hecho, se terminaron de desvelar allí muchas de sus características. ¿La opinión general? Es una bestia y recuperará el terreno perdido durante los últimos meses siempre que no vuelva a haber problemas de incendios. Dicho esto, lo lógico es pensar que todo el tiempo extra dedicado a su puesta a punto servirá, precisamente, para lanzar un teléfono extraordinariamente seguro.
Samsung, filtrado hasta las orejas
Lo difícil es que el 29 de marzo queden muchas sorpresas que desvelar. La imagen del dispositivo ya salió a la calle durante la feria, con una filtración especialmente potente por parte de Evan Blass (@evleaks).
I think this is what you've been waiting for. pic.twitter.com/FvYfsLOy0R
— Evan Blass (@evleaks) March 1, 2017
Se sabe que el S8 utilizará el concepto de pantalla infinita, con ambos bordes laterales curvados, que desaparece el clásico botón ‘home’, que probablemente llevará el sensor de huellas de synaptics bajo la pantalla y que tendrá salida convencional de auriculares.
Parece claro que irá con versiones de 5,8 y de 6 pulgadas, aunque no está claro si utilizará el nuevo sistema de zoom inteligente o si presentará doble cámara como alguno de sus rivales. Además, raro sería que no tuviese resistencia al agua y al polvo, con clasificación IP68 como la de sus predecesores.
Los grandes temas
La esperada keynote de Reed Hastings, CEO de Netflix, apenas dio de sí como titular una especulación sobre si los robots llegarán a ver sus series. Nada informativo. Aparte de eso, infinidad de discusiones sobre la evolución a 5G, que lleva tiempo en marcha, el coche conectado, que se ha hecho recurrente en la feria, la industria 4.0 y la evolución de fintech.
Resultan sorprendentes algunos avances industriales en el sector, como la virtualización de elementos de red que parecían condenados a exitir físicamente, o las antenas activas de Huawei, capaces de jugar con diferentes frecuencias y utilizar las más oportunas en cada momento y que introduce la tecnología Massive MIMO, que permite multiplicar por cinco la capacidad de la red permitiendo que ésta ‘apunte’ allí donde resulta más necesaria.
En suma: Es imposible decir que una feria en la que se mueve tantísima información no es interesante. Pero en comparación con los momentos brillantes de otros años, a la de 2017 le ha faltado chispa.