El Juzgado Social 31 de Barcelona ha dictado sentencia: Deliveroo ha sido condenada a readmitir y pagar los salarios pendientes a nueve trabajadores que despidió en el pasado. El Juzgado ha declarado nulos estos despidos por vulnerarse los derechos fundamentales en la extinción de sus contratos, los de libertad sindical y derecho a la huelga, según ha informado este mismo miércoles el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC).
En la sentencia, consultada por Europa Press, se estima la demanda interpuesta por exrepartidores de Deliveroo que alegaron tener una relación laboral con la multinacional y a los que despidieron por su actividad sindical, tras las protestas y huelgas de junio y julio de 2017, en las que se criticaba las condiciones laborales de la empresa.
Este es la resolución del juicio celebrado la semana pasada y que se enmarca en los 16 que se están realizando en Barcelona desde mayo de 2018 después de la denuncia de unos exrepartidores de Deliveroo, representados por el Col·lectiu Ronda.
La demanda fue presentada por diez exrepartidores de Deliveroo, pero la readmisión solo se ha aplicado sobre nueve porque uno de ellos declaró el cese voluntario.
El juez también ha condenado a Roofoods Spain, empresa que tiene Deliveroo como marca comercial, a abonar a nueve de los demandantes 6.251 euros a cada uno en concepto de indemnización por vulneración de derechos fundamentales, y con 3.662,66 euros en concepto de liquidación de vacaciones, con un incremento en el interés moratorio del 10% anual.
HECHOS PROBADOS
Los hechos probados de la sentencia determinan que Deliveroo daba instrucciones a sus repartidores sobre cómo proceder cuando repartían en una sesión formativa cuando accedían a la empresa, en línea con lo expuesto por los testigos en el juicio, y que todos los demandantes participaron en las protestas convocadas para alertar de sus condiciones laborales.
Señalan que rechazar pedidos y no aceptar trabajar en determinadas franjas horarias, como las que tenían más demanda y los fines de semana, influía en mayor medida en el reparto de horas que hacia Deliveroo entre los repartidores.
También prueban que la aplicación de Deliveroo no permitía rechazar pedidos en un principio y que tenía comunicarse con el departamento de soporte de la empresa para rechazarlo, en línea con lo explicado por un testigo de la multinacional en el juicio.