Siempre ha existido el dicho de que el mal uso del ordenador puede suponer un riesgo en la salud reproductiva de los hombres. Pero, ¿Cuánto hay de cierto en esta afirmación? ¿Es real que si colocamos nuestro ordenador sobre las piernas puede suponer que el día de mañana tengamos problemas para tener hijos? ¿Son sensibles a este tipo de acciones nuestros órganos reproductivos? ¿Se ve realmente afectada la calidad del esperma por acciones tan básicas como esta?
Hoy respondemos a estas preguntas y compartimos algunos consejos para tratar de evitar problemas mayores en nuestra salud.
RIESGOS PARA LA FERTILIDAD
Está claro que existe un vínculo entre los problemas de fertilidad en los hombres y un mal uso del ordenador, frecuentemente relacionado con la exposición al calor y a los campos electromagnéticos de este tipo de aparatos.
En esto coinciden todas las investigaciones, puesto que realmente sí se realiza un mal uso de este dispositivo por parte de una mayoría bastante amplia de hombres. Normalmente, este tipo de problemas -mayoritariamente reproductivos- vienen ocasionados por problemas de dos tipos: el calor emitido por los portátiles y sus campos electromagnéticos.
EL CALOR Y LOS ESPERMATOZOIDES
Según fuentes de la revista ‘Human Reproduction’, la temperatura escrotal de un hombre puede verse afectada por el calor que emite el ordenador portátil. Este aumento podría suponer un impacto negativo sobre el proceso de formación de espermatozoides -la espermatogénesis-. De hecho, estos dispositivos pueden incrementar la temperatura incluso en 2,8 grados centígrados, superando así el calor corporal normal de un cuerpo masculino. Esto supone una reducción clara de la calidad de los espermatozoides, al encontrarse expuestos a un ambiente que no es el adecuado.
Diversas investigaciones científicas apoyan esta idea, en la que las radiaciones de los productos electrónicos suponen una exposición perjudicial en todos los ámbitos. La función testicular se ve afectada, al tiempo que se incrementa el riesgo de infertilidad, debido a la movilidad y la concentración espermática, que se ven también alteradas.
Es necesario tener cuidado con esta práctica, principalmente en caso de varones jóvenes y adolescentes, ya que son los que se ven más afectados por este problema. Factores como la temperatura elevada debido a la exposición a diversas fuentes irradiantes de calor o el hecho de pasar demasiadas horas sentado pueden causar alteraciones de la espermatogénesis.
CAMPOS ELECTROMAGNÉTICOS Y ADN
El ADN necesario para formar un nuevo ser humano se encuentra en la cabeza del espermatozoide. Este es un dato relevante puesto que precisamente este es el ADN que se puede ver afectado en caso de pasar demasiado tiempo expuestos a los campos electromagnéticos que producen los ordenadores portátiles.
Según una investigación de Fertility and Sterility, «el uso de las computadoras portátiles conectadas a Internet a través de Wifi tiene un impacto negativo sobre la fertilidad masculina». El motivo de esto radica en que de esta forma disminuye la movilidad del esperma, fragmentándose así su ADN.
Esta teoría la suscribe a su vez Reproductive Biology and Endocrinology, quien expone que de hecho estos campos electromagnéticos pueden incluso inducir a daños en el ADN por motivo de un aumento del llamado «estrés oxidativo», por el que mueren las células de los espermatozoides.
RECOMENDACIONES
En base a las teorías previamente identificadas, existen algunas medidas que pueden tomarse en consideración a la hora de hacer uso de nuestros ordenadores portátiles. Es necesario recordar que todas estas investigaciones ponen atención en el tiempo de exposición y la cercanía del dispositivo con la zona genital, por lo que el riesgo de alteraciones en el esperma y en la salud reproductiva, pueden prevenirse.
Será necesario prestar atención al tiempo que pasamos usando nuestro ordenador. Disminuir la frecuencia de uso sobre las piernas puede mejorar la situación. De hecho, esta acción es fácilmente evitable, ya que con una mesa de por medio se puede mejorar este problema y a la vez, seguir realizando el trabajo con el dispositivo de manera eficiente.
La postura será otro punto clave a la hora de evitar problemas reproductivos. Con un simple paso como mantener las piernas levemente separadas, ya se está cuidando la zona y evitando algún susto.
Además, una recomendación apoyada por todos los investigadores es la de utilizar un soporte para el portátil. Con un simple elemento separador, se ayuda a controlar el contacto entre piel y dispositivo, reduciendo el calor a la piel y contribuyendo a que exista una temperatura óptima en la zona testicular.