El político y magnate de los medios de comunicación, Silvio Berlusconi, ha fallecido a los 86 años, en Milán. Él en tres ocasiones primer ministro italiano, se ha visto envuelto en varios escándalos y ha sido una figura clave en las construcción de la Italia moderna. Deja una huella indeleble en la historia italiana pero también en su mercado inmobiliario en concreto. Su lista de propiedades es infinita.
De hecho, fue entre ladrillos y cemento donde el Cavaliere dio sus primeros pasos en el mundo empresarial, e incluso al frente del Consejo de Ministros italiano siempre ha tenido un ojo puesto en la propiedad privada y la vivienda, un bien primordial para los italianos. Se cree que 29 de ellas tienen dimensiones imperiales y están ubicadas en lugares exclusivos, con interiores (y jardines) dignos de un cuento de hadas.
Sus primeros pasos fueron como agente inmobiliario, hasta que en 1961 fundó Cantieri Riuniti Milanesi, que marcó el inicio de su actividad como constructor. En 1963 funda Edilnord en sociedad con el banquero que fue patrón de su padre y un contable suizo, y en 1964 inicia la primera promoción inmobiliaria en Brugherio, localidad del interior de Milán.
Edilnord se expandió en 1968 con una segunda sociedad, que firmó nuevas promociones en Segrate, donde compró grandes terrenos edificables que, con altibajos burocráticos, se convertirían en Milano2 a principios de los setenta. Funda también Edilnord Centri Reisenziali y la romana Inmobiliare San Martino, las cuales fusionó más tarde para formar Milano 2 Spa.
El magnate italiano se alejó del ladrillo, aunque no mucho, en los 80 cuando compra Telemilano, que más tarde se convertiría en la filial de televisión comercial de Fininvest, y luego de Mediaset, que revolucionaría la comunicación televisiva al ofrecer una alternativa a la televisión estatal. Pese a este viraje hacía los medios de comunicación que ganaron peso en su fortuna, en la actualidad cuenta con varias sociedades de promoción inmobiliaria, entre ellas Fininvest Real Estate & Services, Fininvest sviluppi immobiliari, Edilizia Alta Italia, Immobiliare Leonardo.
Un patrimonio de más de 7.000 millones de dólares
El patrimonio del Cavaliere asciende a más de 7.000 millones de dólares, lo que le convierte, según Forbes, en el 352º hombre más rico del mundo. Esta fortuna está conformada por el 62% de las participaciones de Fininvest, que controla el 49,7% de MediaForEurope (la antigua Mediaset, que además de las tres cadenas italianas controla Telecinco y Cuatro en España), Arnoldo Mondadori Editore, Edilnord, Banca Mediolanum, Teatro Manzoni, Fininvest Gestione Servizi, Fininvest Real Estate & Services, Fininvest Sviluppo Immobiliare, Edilizia Alta Italia, Immobiliare Leonardo, Alba Servizi Aerotrasporti, Medusa y Monza calcio.
Entre todas las participaciones que posee en bolsa suma unos 2.900 millones de euros, además de otras inversiones, activos menores y, por su puesto, su gran patrimonio inmobiliario. Las numerosas propiedades están en parte unidas bajo una empresa de gestión llamada Dolcedrago, y hablamos de Villa Lampara en Cannes, Villa Certosa y Villa Tattilo en Olbia, y Villa Zeffirelli en Roma.
El patrimonio personal del Cavaliere incluye Villa Campari en Lesa, Villa Due Palme en Lampedusa, Villa Belvedere en Macherio, Villa San Martino en Arcore, así como varias propiedades en Antigua. Otras propiedades incluyen Villa Sottocasa en Vimercate y Villa Gernetto en Lesmo.
Villa San Martino, en Arcore
La joya de la corona. Sí las paredes de la villa San Martino, en la ciudad italiana de Arcore, hablaran el resultado sería algo parecido a un manual de la historia reciente del país. La propiedad, una de las más fastuosas del norte del país, fue el escenario de los episodios más oscuros del magnate, como las famosas noches recogidas por el ‘caso Ruby’ y al mismo tiempo el refugio desde el que ha urdido los muchos renacimientos de su trayectoria.
Una villa señorial del siglo XVIII, construida por la familiar de marqueses Casati Stampa. El marqués Camilo y su mujer, la actriz Anna Fallarino vivieron una turbulenta vida entre las paredes de la majestuosa villa. A este le gustaba mirar cómo ella mantenía relaciones con otros hombres, hasta que Anna se enamoró de uno de ellos. Camillo, al descubrir este idilio, mató a ambos con un rifle y después se suicidó.
Villa San Martino quedó en manos de la hija de Camillo, Annamaria (fruto de su primer matrimonio), con tan solo 17 años. Nada más cumplir los 21, la joven decidió marcharse a Brasil y le pidió a su abogado que vendiera todo el patrimonio. En este momento aparece en escena Silvio Berlusconi que, en 1974 la compró cuando trabajaba como constructor y pudo hacerse con ella por un valor mucho menor al de su tasación oficial.
En ella se puede encontrar una pinacoteca, una biblioteca con 10.000 volúmenes y un parque con establos. Esta última zona justo alberga un mausoleo personal inspirado en la tumba de Tutankamón y un sarcófago de mármol rosa. Ya siendo propietario, Berlusconi mandó restaurar la parte más antigua del edificio y reformó algunas partes que estaban casi en ruinas.
Villa Certosa, Porto Rotondo (Cerdeña)
En Villa Certosa, Berlusconi ha recibido a los más altos representantes de todo el mundo: desde jefes de Estado y Gobierno como George W. Bush, Tony Blair, Vladimir Putin, José María Aznar, a celebrities y empresarios como Flavio Briatore. De acuerdo con una reciente tasación, actualizada el 19 de enero de 2021 y difundida por la prensa local, la propiedad del magnate italiano está valorada en 259.373.950 euros. El documento, según explica el Corriere della sera, está firmado por Francesco Magnano, el topógrafo de confianza del ex primer ministro.
La propiedad cuenta con 4.500 m2, 126 habitaciones, 174 plazas de aparcamiento, 4 bungalows, un teatro, una torre, un invernadero, un gimnasio, una zona de talasoterapia, un jardín medicinal y un parque de 120 hectáreas.
Más allá de sus lujosos espacios y comodidades, Villa Certosa es conocida a nivel mundial por los escándalos de Silvio Berlusconi. En 2009, la propiedad se convirtió en el centro de la polémica, cuando se destapó que el político llevaba a cabo fiestas sexuales a las que acudían jóvenes mujeres y líderes políticos. Ese mismo año de desató una nueva controversia en torno a la vivienda por la existencia de supuestas tumbas fenicias en su jardín.
Villa Zeffirelli, Roma
Tras abandonar los 1.000 m2 el Palazzo Garzioli, del siglo XVI, en la céntrica Via del Plebiscito de Roma, Silvio Berlusconi se trasladó a Villa Zeffirelli, en Via Apia. Aquí vivió el ex senador Franco Zeffirelli hasta 2019, año en el que murió, y al que Berlusconi había concedido un préstamo para su uso. Con su fallecimiento, se quitó tanto el mobiliario como el resto de ‘atrezzo’ (marcos, cubiertos y hasta incluso flores de plástico) para dar la bienvenida a sillones de damasco, banderas, cortinas…
Ahora es el reino de las cortinas, los papeles pintados en colores rococó y los sillones de damasco amarillo, como los que adornan el estudio de la planta baja de la villa, ahora vistos y revisitados en muchas fotografías. En definitiva, un replanteamiento más ‘institucional’ de los espacios, como una especie de cuartel general residencial entre pinos y avenidas salpicadas de bustos de senadores y tribunos romanos.
Villa Comalcione, Torno (Lombardía)
Entre todas las mansiones que tenía en su haber Silvio Berlusconi destaca Villa Comalcione, ubicada en un enclave tan idílico como el lago di Como, en Torno, destino privilegiado de la ‘jet set’ italiana. Con 30 habitaciones, 3.000 metros de parque, pista de tenis y un muelle, perteneció al político Marcello Dell’Utri, hasta que la adquirió el Cavalier. Uno de sus principales atractivos es su difícil acceso, que garantiza su privacidad.
Villa Due Palme, Lampedusa
Una de las villas más admiradas y codiciadas, por la cercanía a aguas cristalinas y protegida de los vientos. Silvio Berlusconi también quedó embrujado por ella y, tras visitar la isla, en 2011 decidió comprar Villa due Palme.
Una casa de dos plantas amueblada de forma sencilla y elegante, con ocho camas y un jardín en primera línea de playa de la bahía de Cala Francese, una de las más bonitas y tranquilas de la isla. «Yo», dijo el político, «debo convertirme también en lampedusano. Entré en internet y encontré una casa preciosa en Cala Francese, se llama Due Palme y la compré».
Villa Lampara, Cannes
La villa tiene una larga historia, que comienza cuando el Marqués George De Cueves, esposo de Margareth Rockefeller, la hizo construir, y luego la vendió a otras familias nobles, y así pasó de mano real en mano real hasta 2007, cuando miró es la señora Costanzo-Berlusconi. Fue el propio Silvio quien la empujó a comprar, y como ella no disponía de todos esos recursos, se pidió un préstamo de 6 millones de euros a Monte dei Paschi, al que el magnate prestó sus garantías hasta un máximo de 8,8 millones de euros.
La villa fue adquirida por el Cavaliere por 3,6 millones de euros en 2019 como un favor a la excuñada Antonia Rosa Costanzo, primera esposa de Paolo Berlusconi. Pero esa cifra era neta de las deudas que tenía el comprador y los enormes costos de reestructuración. En el balance, sin embargo, tras varias amortizaciones, a finales de 2021 figuraba registrado por unos 8 millones, incluidos los muebles preciosos y antiguos. Los gastos de reestructuración superaron los 4 millones de euros y las deudas de la empresa con los accionistas (por lo tanto con ‘il Cavaliere’) por los préstamos recibidos ascendieron a 4,4 millones de euros.