viernes, 22 noviembre 2024

Las copias ilegales de los manteros se hacen con el Metro de Madrid sin control de la Policía

El Metro de Madrid es uno de los transportes que más gente usa para moverse por la capital. Un espacio en el que no es algo novedoso que los vendedores ambulantes ilegales, bautizados como manteros, bajaron a la red del Metro de Madrid, pero no como viajeros.

En los largos pasillos de los transbordos, en los vestíbulos, junto al andén o junto a las escaleras mecánicas se instalan con su mercancía que va desde mallas, bolsos, gafas, zapatillas y camisetas de futbol, entre otras muchas cosas más de marca falsificadas.

Avenida América, Plaza Castilla, Príncipe de Vergara, Sol son las estaciones con intercambiadores y con más afluencia de pasajeros son los lugares elegidos por estos particulares vendedores. Un flujo de clientela incesante en un medio de transporte como este, por el que pasan millones de usuarios cada día.

EL PROBLEMA QUE AFECTA A MARCAS Y CONSUMIDORES

La venta ilegal en el top manta es un problema palpable en las calles de grandes ciudades como Madrid y Barcelona. En la capital han ocupado varias zonas de la red de Metro para tratar de vender sus productos a los viajeros. Si hablamos de la ciudad condal ocupan los paseos marítimos y las zonas más turísticas como Las Ramblas.

Los manteros no solo son subsaharianos, la mayoría proceden de Senegal, cuando los vigilantes los ven, les recuerdan que ahí no pueden estar y les piden que se marchen. Muchos suelen hacer el amago de irse con sus bolsas o maletas repletas de mercancía obviamente falsificada, cuando el vigilante ya no está presente vuelven al mismo sitio o se van a otra parada de metro.

Actualmente ya viene la temporada del buen tiempo y la llegada de los turistas, lo que provoca que estos vendedores ilegales se aprovechen de los visitantes e intenten engañarles vendiéndoles copias de marcas renombradas como Michael Kors, Tous, Gucci, Nike y Adidas, entre otras muchas. Una venta ilegal que no tiene ningún tipo de control y que deja desprotegidos a los posibles compradores que atenta contra la propiedad intelectual de los productos que ofrecía y provocaba graves daños económicos y competencia desleal fraudulenta con los negocios de las zonas en las que exponen su mercancía.

SE EXPONEN A SER EXPULSADO DEL TERRITORIO NACIONAL AL CARECER DE DOCUMENTACIÓN

El problema va más allá de la venta de productos ilegales, estamos hablando de los grupos mafiosos que se esconden detrás de los manteros. Cuentan con una estructura organizativa, tipo tela de araña, en la que los productos se introducían en España por diferentes medios de manera fraccionada y por piezas, realizándose el montaje final y, en su caso el embalaje, en naves de las afueras de Madrid, desde donde se produce la distribución a vendedores de toda la geografía española.

Unas mafias que utilizan a estos vendedores obligándoles a trabajar jornadas maratonianas por una escasa ganancia y con el riesgo de exponerse a una expulsión del territorio nacional, hay que recalcar que muchos no cuentan con documentación.

CONDUCTAS ILEGALES DE LOS MANTEROS SIN RESPUESTA DE LA ADMINISTRACIÓN

Desde Merca2 hemos podido hablar con Gerard Guiu, director general de Andema (Asociación para la defensa de la marca). Desde Andema defienden los derechos de la marca de las empresas en España colaborando con las principales instituciones y asociaciones. Ayudan en la formación a expertos para lograr una mejor identificación de productos falsificados, aparte de generar estudios y difundiendo conocimientos sobre el impacto de las marcas en la economía, el empleo y la salud del consumidor.

«En España, la distribución y venta de falsificaciones es un delito penal y administrativo, en cualquier caso, por cualquier canal y en todas partes. Es desde y hasta todo punto ilegal, con la circunstancia especial de que se ejerce la actividad dentro de un espacio que pertenece a una empresa pública. Algo que podemos considerar más grave aún», explica Gerard ya que hay que concienciar a los ciudadanos que la venta de falsificaciones es ilegal en cualquier circunstancia.

Manteros Madrid
Manteros Madrid

Una práctica ilegal a la cual se le tiene que encontrar una solución para que no vaya a más y para que en verano no tengamos que ir pidiendo paso en los pasillos que pueden llegar a estar llenos de manteros. Para erradicar esta práctica el director general ha querido mostrar su apoyo para que se tomen medidas.

 «Si nos referimos exclusivamente a la venta de falsificaciones en el metro, es fundamental que tomen cartas en el asunto los responsables de la empresa pública. No se trata de la calle, donde la policía puede estar pendiente. En el metro existe seguridad, cámaras, empleados que trabajan para que sea un lugar seguro, que se cumplan las normas. Como decimos, no deja de ser un delito. Habrá que actuar al respecto»

LA GRAN TAREA PENDIENTE DEL NUEVO CONSEJERO DE TRANSPORTES

Andema tiene una relación constante y estrecha con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, incluidas las policías locales, y lo que suelen destacar a este respecto es la falta de recursos a la hora de perseguir este tipo de delitos. Unas prácticas ilegales que afectan de manera directa a grandes marcas.

Gerard Guiu ha querido recalcar «El tema concreto del metro, es especial. La Policía Municipal de Madrid no tiene competencia para actuar en el metro, porque no es una venta irregular en la calle, sino en un espacio privado dependiente de una empresa pública. No se podría ir contra ellos por infracción administrativa, sino que tendría que ser por delito, y entonces quien tiene que actuar es la Policía Nacional».

Bien es cierto que los vigilantes del Metro de Madrid intentan cada vez que ven ventas ilegales mover a esos manteros y les piden que se muevan a otro espacio, pero no en los pasillos del metro. El nuevo sucesor de David Pérez tiene una gran tarea pendiente en los transportes de la Comunidad de Madrid, más en concreto en el metro.

Como Asociación para la defensa de la marca el consejo que da Gerard a los consumidores es el siguiente « Los perjuicios que provocan las falsificaciones son varios y de distinta índole: perjudican a la economía, al comercio y destruyen empleo (2.200 millones de euros en España al año en 4 sectores y más de 50.000 puestos de trabajo perdidos); son perjudiciales para la salud y la seguridad del consumidor, no pasan los controles de calidad y seguridad necesarios; es un fenómeno controlado por el crimen organizado, por mafias; también son perjudiciales para el medioambiente, ya que su producción no es sostenible ni sigue ningún tipo de norma».


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