Los tuppers son los mejores aliados en la vida de muchas personas que tienen que llevarse la comida al trabajo e incluso para aquellos niños que se van de excursión y su madre les prepara la comida para que se la lleven. Pero… ¿Sabemos cuáles son las pautas a seguir para que su uso no suponga ningún peligro?
Actualmente la moda del ‘batch cooking’ está ganando fuerza, un método que propone elaborar en pocas horas los menús de toda la semana, optimizando al máximo los recursos y cocciones de los alimentos y organizando la comida para toda la semana. Una de las claves es utilizar ingredientes que te puedan servir como base común para diferentes platos. Una vez que los tengamos preparados, solo hay que guardarlos en los recipientes, en concreto, en los ‘tuppers’ y conservarlos en el frigorífico o en el congelador.
Es por eso que el tupper ha sido uno de los utensilios más prácticos y útiles que el ser humano ha inventado, con estos pequeños recipientes podemos llevarnos la comida donde queramos o incluso guardar las sobras en la nevera.
LOS ‘TUPPER’, UN PRODUCTO DE ORO
Ahora existen tupper de cristal, pero bien es cierto que la gran mayoría de estos recipientes se elaboran con plástico, un material que todos conocemos muy bien y que se encuentra en nuestro día a día. A pesar de ser un material muy común y muy ligero en el que guardar comida, es un recipiente que puede llegar a ser perjudicial para la salud. Y es que no todos los recipientes de plástico sirven para almacenar alimentos.
Para estar tranquilos hay que fijarse siempre en los pictogramas de los tuppers de plástico. Si le damos la vuelta a la fiambrera notarás una serie de pequeños símbolos con relieve, no son decoraciones, nos suelen indicar para que tipo de electrodomésticos son aptos estos envases y si podemos guardar comida en ellos. En algunos nos especifica la temperatura que soportan y qué plásticos se han usado para elaborarlos.
Para saber que plásticos se han usado veremos el cásico símbolo del reciclaje compuesto por tres flechas, pero siempre con un pequeño número en medio. La numeración va del 1 al 6 y cada uno representa un plástico distinto. Nos preocuparemos cuando veamos el número 7.
El número 7 representa ‘Otros’, es decir, un envase que se componen de distintas resinas o incluso todos los plásticos que encontramos en el resto de tipologías. Pueden incluir plásticos de latas de conservas u objetos electrónicos, hablamos de envases muy difíciles de reciclar.
Lo peor del ‘número 7’ son los efectos que pueden tener sobre nuestra salud, ya que durante el proceso de elaboración de este tipo de envases se puede haber usado algunas sustancias químicas tóxicas como el bisfenol A.
PLÁSTICO LIBRE DE BISFENOL A
Muchos de estos recipientes cuentan con una sustancia llamada BPA (Bisfenol A) que podía transmitirse a los alimentos, sobre todo si se sometían a un recalentamiento. En teoría, desde 2018 el BPA está prohibido en recipientes destinados a almacenar alimentos, pero hasta qué punto nos fiamos de todos los establecimientos que vender ‘tuppers’.
El BPA es un compuesto químico muy usado en la fabricación de plásticos y que durante años se ha incluido en botellas de agua o en los mismos tuppers. Este compuesto libera partículas tóxicas y esto provoca que al guardar comida en el envase se acaben impregnando en los alimentos, sobre todo cuando decidimos calentar la comida, es decir, estamos ingiriendo este compuesto tóxico.
Un compuesto perjudicial que puede llegar a afectar a nuestro sistema hormonal y no solo un impacto sobre las hormonas, también afectaría al sistema inmunitario. Si afecta al sistema inmunitario, provocaría un incremento importante del glóbulo blanco esencial para los mecanismos inmunitarios celulares. Podría desarrollarse una inflamación pulmonar alérgica y trastornos autoinmunes.
LOS TUPPERS DE CRISTAL, MÁS SEGUROS
Los recipientes de cristal no sufren tanto desgaste, el vidrio es un material que se puede usar para almacenar alimentos, para el congelador, el microondas e incluso para el horno. Además, el material es más inerte y menos poroso, por lo que la transferencia del alimento que está dentro es nula. Bien es cierto, que el vidrio tiene algo malo y es que pesa mucho más y esto complica el transportarlo y que tiene riesgo de romperse.
Con el cambio de hábitos de los españoles y con el auge del ‘batch cooking’, los tuppers son fundamentales en la mayoría de hogares. Una moda que cambia el consumo y que favorece a guardas las sobras de comida sin tirar ni desperdiciar los alimentos que hemos comprado previamente y no a un precio bajo ya que la inflación es algo que sigue presente en el día a día.