La caja negra de un avión también la podemos conocer como un registrador de vuelo, ya que su función es grabar, almacenar la actividad instrumental, los procedimientos e incluso las conversaciones que tienen los pilotos durante todo el vuelo. Este instrumento que registra todos los procedimientos del avión, sirve para que en casos de accidentes que la aeronave pueda tener, este pueda funcionar como una fuente de información y aclarar sus posibles causas.
Su origen remonta al año 1939 por el ingeniero francés François Hussenot, pero fue en 1953 en que el ingeniero aeronáutico australiano David Warren creó la caja negra tal como la conocemos hoy. En un comienzo todos estas cajas eran de color negro, de ahí su nombre, sin embargo, con el tiempo fueron modificando su apariencia, siendo hoy naranjas. El color naranja brillante que tienen se debe porque la pintura las hace resistentes a las altas temperaturas y corrosión. Además, deben de tener siempre encima una etiqueta que diga ‘FLIGHT RECORDER – DO NOT OPEN’.
