- Las nuevas tecnologías de reconstrucción tridimensional con sistemas de navegación acoplados a un brazo robótico ayudan al cirujano a alcanzar la excelencia quirúrgica.
Las enfermedades de la columna vertebral, ya sea debido a la degeneración, deformidades congénitas, tumores o traumatismos, pueden afectar nuestra calidad de vida, provocar dolor y afectaciones neurológicas. En muchos casos, estas patologías se pueden tratar de forma conservadora, pero cuando este tratamiento no es efectivo, la cirugía se convierte en la opción terapéutica.
«En la mayoría de los casos, aproximadamente el 80%, los problemas de columna se pueden resolver mediante tratamientos conservadores o menos invasivos, con infiltraciones puntuales con bloqueos directos dirigidos a la causa del dolor sin necesidad de recurrir a la cirugía», explica el doctor Fernando Álvarez-Sala Walther, traumatólogo jefe de la Unidad de Patología Vertebral del Hospital Ruber Internacional.
Sin embargo, existen situaciones en las que estos tratamientos no son efectivos y se requiere una intervención quirúrgica. «Normalmente, se intenta agotar todas las opciones de tratamiento conservador antes de considerar la cirugía, a menos que haya una afectación neurológica que indique la necesidad de una intervención más rápida. En esos casos de fracaso del tratamiento conservador se hace necesario realizar un tratamiento quirúrgico».
Tratamiento quirúrgico de la Patología de la columna vertebral.
La patología vertebral abarca una amplia variedad de enfermedades, desde problemas degenerativos como las hernias de disco y las estenosis del canal, hasta deformidades como la escoliosis y la cifosis, tumores primarios o metastásicos, y traumatismos derivados de accidentes.
«En la actualidad, la patología degenerativa es la más frecuente y se ha convertido en la principal causa de ausencia laboral y discapacidad. Los traumatismos, especialmente aquellos asociados a los accidentes de tráfico, también son una causa significativa de problemas de la columna vertebral», comenta el doctor Álvarez-Sala.
En los últimos años, se ha observado un aumento significativo en el interés por realizar cirugías de columna de forma menos invasiva. Se han desarrollado diversas técnicas, como la cirugía mínimamente invasiva, percutánea o endoscópica, con el objetivo de reducir la invasión quirúrgica y acelerar la recuperación de los pacientes.
Como explica el doctor Carlos Rodríguez Moro, traumatólogo del Equipo del doctor Álvarez-Sala, muchos de los casos de patología degenerativa de la columna vertebral requieren cirugía. «En general, por la inestabilidad de estos cuadros degenerativos debemos realizar una cirugía de la columna vertebral que es la artrodesis instrumentada con tornillos pediculares, un procedimiento que se combina con la descompresión de las estructuras nerviosas y la corrección de las deformidades».
La artrodesis instrumentada es un procedimiento quirúrgico utilizado para fusionar dos o más vértebras adyacentes. La finalidad de esta técnica es crear una unión sólida entre las vértebras, proporcionando estabilidad y alivio del dolor en casos de enfermedades degenerativas, traumatismos o deformidades espinales.
Durante la artrodesis instrumentada, se utilizan dispositivos especiales, como tornillos o implantes pediculares, para mantener las vértebras en la posición adecuada y permitir que las vértebras afectadas se fusionen entre sí. «La colocación de estos implantes es una tarea delicada en la que debemos colocar tornillos grandes en estructuras milimétricas. Los errores en la colocación de estos tornillos pueden ser de importantes a catastróficos», agrega.
En los últimos años, ha habido avances tecnológicos significativos en las técnicas quirúrgicas de columna. Se ha pasado de depender únicamente de la experiencia del cirujano hasta el uso de rayos X y escáneres intraoperatorios con navegación, estas herramientas han transformado la manera en que se planifican y realizan las intervenciones en la columna vertebral, mejorando la precisión y los resultados para los pacientes.
«Todas estas tecnologías han logrado reducir el número de mal posiciones de los implantes que, según la experiencia y pericia del cirujano, pudiera oscilar en un porcentaje mayor o menor. Hoy en día contamos con una nueva tecnología, la cirugía robótica, que integra la tecnología de navegación a un robot que coloca los implantes en el sitio exacto que hemos planificado«, comenta el especialista Álvarez-Sala.
Ventajas de la cirugía robótica en la colocación de implantes.
La planificación previa a la cirugía se realiza en un ordenador dotado de unos programas informáticos especializados, donde se diseña la colocación exacta de los implantes con base en una reconstrucción tridimensional de la columna vertebral del paciente. Durante la cirugía, un brazo robótico guía al cirujano, asegurando la precisión en la colocación de los implantes. Como relata Rodríguez Moro, «el robot mejora el procedimiento quirúrgico, ya que traduce fielmente la planificación quirúrgica que el cirujano ha realizado sobre las imágenes previas del paciente y automatiza la trayectoria y alineación de los implantes, lo que mejora la precisión en la colocación y reduce el número de mal posiciones de los implantes». La precisión comunicada en la colocación de los implantes con el uso de robots se estima entre el 97 y 99,9%.
El procedimiento robótico es una técnica menos invasiva, lo que es importante para la mejora clínica del paciente. «En la cirugía robótica hacemos una incisión menor al paciente, lo que se traduce en un dolor postoperatorio menos intenso, una recuperación más rápida, una estancia hospitalaria más corta y una mejor recuperación funcional«, resalta Álvarez-Sala.
Adicionalmente, la cirugía robótica disminuye la exposición a radiaciones ionizantes de los cirujanos, el equipo de quirófano y del paciente, ya que reduce el tiempo de fluoroscopia y radiación en comparación con las tecnologías previas.
Luego de adquirir el robot intraoperatorio hace un año y adaptar el flujo de trabajo en el quirófano para realizar cirugías robóticas de columna vertebral, la Unidad de Patología Vertebral del Ruber Internacional cuenta con una amplia experiencia de casos operados con esta tecnología.
«Hasta ahora nuestra precisión en la colocación de los implantes es del 100%, la duración del ingreso es significativamente menor y no ha sido necesario realizar cirugías de revisión. En nuestra opinión, la cirugía robótica se convertirá en un estándar y es muy probable que en el futuro a partir de cierto grado de complejidad no se considere buena praxis operar a alguien de la columna vertebral sin utilizar una de estas ayudas técnicas dotadas de navegación. Creemos que la robótica es una herramienta que ayuda a alcanzar la excelencia en la cirugía«, concluyen.
Recientemente, los doctores Álvarez-Sala y Rodríguez Moro ofrecieron una actualización sobre los avances más destacados de la Cirugía Robótica de Columna Vertebral a los asistentes a la Sesión General semanal del Hospital Ruber Internacional.