Desde hace unos días la plataforma de televisión de Movistar se ha convertido oficialmente en una OTT, además de ofrecer como siempre un servicio de contenidos para sus clientes. Si hace unas semanas el presidente de Telefónica España, Emilio Gayo, anunciaba el cambio de estrategia en la compañía; ahora ya es oficial.
Cualquier persona, sea de la compañía que sea, puede contratar Movistar+ Lite y ver sus contenidos. Básicamente como toda la prensa ha voceado: nace un nuevo competidor de HBO y Netflix. Aunque gran parte de lo que ha hecho Telefónica, entre otras cosas, es poner la guinda del pastel a su marca de “bajo coste premium”, O2, y seguir fidelizando la marca entre aquellos que sin querer gastarse un pastizal en un Fusión de alta gama, sí quieren estar con los azules y tener una buena parrilla de Tv.
Lo que ha hecho Movistar no es nuevo para la marca. Desde hace años Telefónica ya tenía plataformas de video en algunas regiones de Latam. Todo hace indicar que ese ha sido su campo de entrenamiento para testear el mercado. Aunque ahora el operador azul juega con algo muy importante a su favor: el contenido propio.
Eso convierte a la plataforma de televisión de Movistar en algo enriquecido al igual que Netflix y HBO. Es decir, al margen de series que unas y otras comparten, o que compran a terceros como Hulu o Startz, algo básico son sus “hits” propios. Esas series que, más allá de su calidad, tienen una promoción tan importante que la gente termina cayendo en sus redes.
Bajo esa premisa, Telefónica ha querido dotar a esos clientes de O2 de una alternativa de calidad. Y no solo a ellos, lógicamente. La plataforma está abierta a los usuarios de Orange y Vodafone, así como sus marcas de bajo coste. Quizá otro de los grandes objetivos de la compañía. Y es que la compañía presidida por José María Álvarez-Pallete puede meter un “caballo de Troya” en todos sus rivales.
Primero porque conseguiría que alguien, sea de Orange, Vodafone, MásMóvil o cualquiera de sus marcas tenga relación contractual con Movistar, no solo por la Tv, sino que además el servicios lleva asociada una línea de móvil. Esta no tendrá ningún coste si no se hace uso de ella; pero quedaría registrado como cliente de Telefónica.
Esto, a su vez, tiene implicaciones comerciales. Y es que debido a esta cesión de datos, y por pertenecer a la compañía, cabrían esperar campañas de marketing para captación de usuarios que terminen en donde verdad interesan a todos los operadores: las tarifas convergentes con alto valor añadido, sobre todo en la factura.
MOVISTAR Y EL DOBLE FILO
Al margen de toda esta estrategia que genera valor añadido para O2, también es cierto que supone una serie de retos que, evidentemente, Telefónica tendrá bien medidos para no terminar perjudicando a su Movistar Fusión.
La semana pasada el portal de comparación de precios Kelisto se hacía eco de la llegada de Movistar+ Lite, y hacía una serie de números para dejar constancia de que, en determinadas circunstancias podría haber un ahorro sustancial de dinero dependiendo del tipo de contratación que se hacía en la plataforma.
Así, aseguran que la forma más económica de ver este contenido (la plataforma de Tv) era a través de la tarifa Fusión Base, con un precio de 65 euros al mes. Sin embargo, si un usuario contratara Movistar+ con la tarifa de internet y móvil más barata del mercado –con un coste de 29,9 euros al mes-, podría ahorrarse más de 352,2 euros al año. Y con esto se hacen extrapolación no hacia la propia compañía, sino hacia todas las demás, que es donde vendría el problema para los azules.
Al margen de estos números, lo cierto es que puede haber muchos usuarios que quieran la televisión de Movistar, y solo eso. Aunque también es cierto, y ahí se ha prevenido la compañía, hay características que no ha puesto en la plataforma. Por ejemplo los sistemas de grabación, que aunque dicen que llegarán, no han puesto fecha. Tampoco estará disponible un visionado mejor más allá del HD. El que lo quiera en mayor calidad tendrá que dar el salto a la compañía.
En este sentido el operador ha sabido blindar muy bien todo el entramado sobre la televisión de Movistar y su negocio audiovisual, algo en lo que lleva invertido mucho dinero y esfuerzo.