Las causas son diversas y variadas. Hay temas sobre todo económicos, pero también de planteamientos vitales. Aunque el resumen es simple: la mayoría de personas con intención de comprar una casa, y más si son jóvenes, están retrasando esta decisión en comparación con años anteriores.
Básicamente todas las excusas, según recoge un informe de Fotocasa, se basan en problemas de ahorro. Tanto por no generarlos, como por miedo a perderlos una vez que alguien se decide por la compra. Ante este escenario, lo que está haciendo la gente es alquilar, pensar qué decisión tomar… seguir pensando; y, finalmente, tomar la decisión de compra.
En este contexto tampoco ayuda el actual marco de precios de compra-venta, tanto de segunda mano como vivienda nueva, que efectivamente socava esa intención de ahorro. Sobre todo porque existe el añadido de que los sueldos, en estos momentos, han quedado raquíticos en muchas partes de la sociedad después de la crisis económica.
La situación, según el informe ‘Radiografía del mercado de la vivienda 2018/19’, es que en estos momentos hay un 4% de particulares que ha comprado una vivienda en el último año y otro 8% ha estado buscando una casa para comprar. Por tanto, existe una gran mayoría que no se plantean la compra en este momento, pero eso no significa que lo descarten. De hecho, un 17% (en 2017 y 2018 eran el 18%) de los particulares mayores de 18 años que no han realizado ninguna acción de compra en los últimos 12 meses se plantean comprar vivienda. Pero sería en el horizonte del próximo lustro.
LOS TIEMPOS PARA COMPRAR VIVIENDA CAMBIAN
La mayor diferencia respecto a 2018 está en los plazos que manejan estos aspirantes a futuros propietarios: el 5% de ellos (frente al 7% de 2017 y 2018) se plantea adquirir una vivienda en los próximos 2 años y el 12% en un plazo de entre 2 y 5 años (idéntico porcentaje al 12% de 2017 y al 11% de 2018).
El porcentaje de los que ni han comprado ni buscado para comprar en los últimos doce meses y que tampoco tienen intención de hacerlo en el futuro ha descendido ligeramente (del 49% en 2018 al 47% en 2019. Por el contrario, crece ligeramente (del 34% de 2018 al 36% de 2019) el porcentaje de quienes no tienen en sus planes adquirir ningún inmueble, pero no descartan hacerlo en el futuro.
Todas estas cifras, según señalan en el informe, dibujan un panorama en el que la vivienda en propiedad mantiene su atractivo entre buena parte de los particulares españoles, pero la coyuntura hace que la decisión de compra se esté atrasando: hay incertidumbre sobre la evolución del mercado pero también sobre la situación personal de cara a afrontar una decisión tan importante.
La toma de decisiones para comprar una casa se van alargando y las excusas llegan solas
Todo esto toma especial relevancia según la edad. Entre los 25 y 34 años, que están en el momento clave para la compra, registran las mayores diferencias respecto a 2018 en el aplazamiento de compra.
Ahora son más (un 33% frente al 29% de 2017) los que, dentro de esta franja de edad, no han comprado ni buscado hacerlo, pero tienen en sus planes hacerse con una vivienda en los próximos cinco años. Y, sin embargo, los que se fijan un plazo inferior a dos años han retrocedido a favor de quienes se marcan un horizonte de entre 2 y 5 años. Si pensamos en la necesidad de ahorrar para la entrada en una coyuntura de precios al alza estas decisiones se explican por sí mismas.
¿QUIÉNES PIENSAN EN COMPRAR?
En cuanto al retrato robot sobre quiénes se atreven a dar el paso, en concreto ese 17% de particulares que no ha comprado ni buscado para comprar pero que prevé hacerlo en los próximos 5 años. Se trata principalmente de mujeres; en un rango de edad entre 25 y 34 años (el 31% están ese tramo aunque la edad media es de 40 años); que vive con su pareja e hijos (32); de Andalucía o de Madrid (ambas comunidades con un 19%) y que en un 65% de las ocasiones vive en un inmueble de propiedad.
Estos rasgos definen a una persona más joven, con mejor posición socioeconómica y con más posibilidades de vivir con sus padres o de alquiler que los que, como se verá después, conforman el grupo de los que no se plantean comprar.
LA VERDAD TRAS EL RETRASO
Según apunta el informe, la falta de ahorros es el principal motivo para postergar la compra entre quienes prevén adquirir vivienda en los próximos 5 años. Hasta un 32% de ellos citan este argumento.
Idéntico porcentaje vinculan esta decisión con su situación económica o laboral, pero ese 32% significa un descenso de nueve puntos respecto al 41% que lo citaban hace un año. Estos datos parecen confirmar lo que el sector señala desde hace bastante tiempo: la mejoría económica general favorece la situación de las finanzas de las personas que quieren comprar en los próximos años, pero la subida de precios en el mercado de vivienda hace más difícil disponer de los ahorros necesarios para lanzarse ya a la compra.
Por eso se alargan los plazos y por eso los jóvenes están demandando más casas en alquiler mientras reúnen lo suficiente para adquirir una vivienda en propiedad, que siguen siendo su objetivo como veremos más adelante. De hecho, entre los jóvenes (los segmentos de 18 a 24 años y de 25 a 34 años) que no han buscado para comprar en los últimos 12 meses pero prevén hacerlo en los próximos 5 años son los más coinciden con estos argumentos del ahorro y la situación laboral como limitadores para comprar actualmente.
Los que no tienen intención de comprar en el futuro suponen, como señala el informe, un 47% del total de particulares que no han comprado ni buscado para hacerlo en los últimos 12 meses. Son un grupo más equilibrado en cuanto a sexos y más mayor (51 años de media) que el que sí que contempla la compra. Además, entre ellos hay una proporción mucho mayor de residentes en viviendas de propiedad (85%).
Pero los que no se plantean comprar vivienda ni a medio ni a largo plazo también tienen sus motivos para esta decisión. El más importante de ellos, citado por el 26%, es su situación laboral y, a diferencia de los que sí que pretenden comprar, no ha habido mejoría respecto a 2018. El segundo motivo tiene más que ver con la gestión de las finanzas personales: un 19% asegura no querer supeditar la mayor parte de sus ahorros o ingresos a la compra de vivienda. También resultan relevantes para muchas de estas personas la disponibilidad de inmuebles familiares (16%) y la diferencia entre su presupuesto y los precios de compra (16%).
Desde Fotocasa asumen que hay una pregunta que sobrevuela el mercado inmobiliario desde hace unos cuantos años: ¿es España un país de propietarios? Este punto de partida tiene muchas otras cuestiones vinculadas: ¿no nos gusta el alquiler o es que los precios están por encima de lo que se espera de este mercado? ¿Ha habido un cambio de mentalidad sobre el arrendamiento? ¿Vivimos más o menos de alquiler? ¿Cómo será la distribución entre ambos mercados en el futuro?
El que se atreva a responder todo esto con coherencia… que lo publique.