La subida de tipos del Banco Central Europeo (BCE) aprieta a los ciudadanos que cuentan con una hipoteca variable. El euríbor, que es el índice con el que se calcula el interés de estos productos, se ha disparado en los últimos meses -ya se acerca al 4%-, lo que ha encarecido notablemente las cuotas mensuales que deben afrontar los titulares de estos productos y algunos clientes empiezan a tener problemas económicos. De hecho, el 20% tiene problemas para pagar las cuotas, una porcentaje que aumentará si siguen los incrementos de los tipos de interés.
DATOS SOBRE CLIENTES
Según la encuesta llevada a cabo por el comparador financiero HelpMyCash.com, que cuenta con las respuestas de más de 1.300 usuarios, dos de cada diez hipotecados a tipo variable tienen dificultades para pagar sus cuotas, principalmente por la subida del euríbor. Y para agravar todavía más el problema, prácticamente la mitad de estos clientes asegura que no ha recibido ningún tipo de ayuda por parte de su banco.
Como es lógico, la cotización al alza del euríbor es el principal motivo por el que estos clientes no pueden afrontar los pagos de sus hipotecas variables: el 75% de los encuestados culpa a este índice de sus dificultades para abonar las mensualidades. Cabe recordar, en ese sentido, que los hipotecados a tipo variable abonan una media de casi 300 euros más al mes a causa de la subida del euríbor.
EL euríbor es el principal motivo por el que estos clientes no pueden afrontar los pagos de sus hipotecas variables
La pérdida de empleo también ha mermado la solvencia del 14% de estos clientes: al ver reducidos sus ingresos, tienen mayores dificultades para afrontar sus gastos, incluido el pago de la hipoteca. El 7% de estos hipotecados a tipo variable encuestados por HelpMyCash afirman que la inflación les impide abonar las cuotas con normalidad, mientras que el 4% restante manifiesta tener problemas por culpa de una separación o divorcio o por otro motivo.
LA AYUDA DE LA BANCA
La encuesta del comparador, además, refleja que los hipotecados a tipo variable con dificultades para pagar sus cuotas no encuentran el apoyo que buscan cuando piden soluciones a su banco. El 49% de estos clientes (casi la mitad), de hecho, considera que la ayuda recibida por parte de su entidad es nula y un 78%, una aplastante mayoría, da una nota de 4 sobre 10 o menos a su banco cuando se pregunta por las ayudas proporcionadas.
Ahora bien, la insatisfacción con la banca no es patrimonio exclusivo de los titulares de una hipoteca variable. Según la encuesta de HelpMyCash, el 46% de los hipotecados a tipo fijo también considera que su entidad no le ha ayudado nada si ha tenido dificultades para pagar las cuotas, mientras que un 69% suspende a su banco al preguntar por las soluciones aportadas en estos casos.
el 46% de los hipotecados a tipo fijo también considera que su entidad no le ha ayudado nada si ha tenido dificultades para pagar las cuotas
Destaca también que muy pocos hipotecados afirman haber recibido información sobre el Código de Buenas Prácticas, que es un paquete de ayudas al que pueden acogerse los clientes con dificultades para pagar sus cuotas. Solo el 28% de los encuestados han sido informados sobre la existencia de estas medidas, mientras que el 72% restante asegura no haber recibido ningún tipo de comunicación al respecto.
EL CÓDIGO DE BUENAS PRÁCTICAS
El Código de Buenas Prácticas es el mecanismo que puso en marcha el Gobierno de España (en colaboración con las entidades financieras) para ayudar a los hipotecados que no pueden pagar sus cuotas por la subida del euríbor u otra circunstancia. Al acogerse a él, el cliente puede decidir entre pasarse a un interés fijo, con el tipo ofrecido por su banco, o reducir su cuota mensual mediante la ampliación del plazo, la aplicación de una carencia y la reducción del interés.
El Código de Buenas Prácticas no está disponible para todo el mundo
Ahora bien, el Código no está disponible para todo el mundo. Para poder acogerse a él, es necesario que la vivienda hipotecada sea la residencia habitual de los titulares del préstamo y que su precio no superara los 300.000 euros cuando se compró. Además, los ingresos de los convivientes no pueden ser de más de 29.400 euros brutos al año, la cuota de la hipoteca debe superar el 50% de esos ingresos y el porcentaje de sueldo dedicado a pagar la mensualidad tiene que haberse multiplicado por 1,2 o más en los últimos cuatro años.