viernes, 22 noviembre 2024

Airbus y su particular ‘juguete’: el hangar inflable del millón de euros

Cuando uno pasea por los alrededores de la base aérea de Getafe, y de la sede de Airbus, hay un elemento que llama la atención entre los aviones y los diferentes edificios. Quien más, quien menos, podría identificarlo con una atracción de feria, ya que se trata de un hangar inflable.  En dicho hangar, fabricado en tela de fibra recubierta de PVC, pueden caber hasta dos aeronaves tipo Airbus A310, Airbus A400 M, o Boeing 707. No en vano, en su interior hay un área útil de 6.000 metros cuadrados, sin columnas interiores, por supuesto. Desde junio de 2013 viene formando parte del ‘paisaje’, pero también desde entonces es un quebradero de cabeza para Airbus, además de un enorme gasto.

“En un principio se alquiló, y si sumamos las labores de mantenimiento, el coste anual de tenerlo en pie estaba sobre el millón de euros”, apuntan fuentes sindicales. Los ventiladores que lo sostienen están día y noche a pleno rendimiento. Su adquisición se debió a que, dada la cercanía de la pista de aterrizaje, no cabía la posibilidad de levantar otro edificio más convencional. Además, su función era de la poder efectuar en su interior lo que se denomina como tareas de mantenimiento de línea de vuelo, es decir, tareas de mantenimiento ligero. “Ahí se hacen trabajos de todo tipo”, añaden dichas fuentes.

El hangar inflable ha sido una fuente constante de quebraderos de cabeza tanto para la empresa como para los trabajadores

A lo largo de su vida, varios han sido los incidentes que ha protagonizado este gigante de 23 metros de altura. “Una vez falló el sistema de inflado y cayó sobre el avión y los trabajadores”, recuerdan las citadas fuentes. Por fortuna, sin daños para ninguno de los allí presentes (máquinas y humanos). En más de una ocasión, sobre todo en los primeros años, las lluvias hicieron correr el agua por su interior. Por no hablar de las temperaturas que han llegado a soportar quienes allí han desarrollado su trabajo: frías en invierno, asfixiantes en verano.

“Había que tener unas temperaturas máximas y mínimas que no se cumplían. Ahora han metido generadores de frío y calefactores pero, aun así, no se trabaja en las condiciones óptimas, entre otras cosas porque las puertas no son herméticas”, recalcan las fuentes sindicales. Por eso, incluso se denunció ante la inspección de trabajo.

AIRBUS Y BUILDAIR

En su momento, cuando Airbus adquirió el hangar, se trataba del modelo más grande hasta entonces existente (el H54). Con posterioridad, la firma Buildair, que nació en 2001 como una spin-off del Centro Internacional de Métodos de Ingeniería (creado por la Generalitat y la Universidad Politécnica de Cataluña) lanzó el H75 (33 metros de altura). En su interior tienen cabida aviones más grandes como el Airbus A330 o el Boeing B777.

Las ventajas de este tipo de producto abarcan desde el hecho que el cliente lo puede tener en un periodo de tiempo que va de entre uno a seis meses, además de evitarse pedir los permisos de construcción, al ser considerado equipamiento y no edificación.

Según Insigth View, el resultado del ejercicio de 2017 de Buildair fue de -363.863 euros, mientras que en 2016 había tenido un resultado positivo de 70.603 euros. Ello se debió a que sus ventas cayeron un 50,2% (de 2,5 millones en 2016 a 1,2 millones en 2017). Su resultado neto disminuyó un 615%, y las pérdidas antes de impuestos fueron de 485.151 euros. También tuvo unos fondos negativos de 143.390 euros. Otros aspectos que subraya Insight View es su alto riesgo de impago y el hecho de empeorar su capacidad de operar a crédito.

Antes estos datos, y a finales de 2018, el fondo Capital Expansió (del Instituto Catalá de Finances) invirtió un millón de euros en Buildair a través de una ampliación de capital para impulsar el crecimiento de la compañía. Entre sus clientes, además de Airbus, están Lufthansa, Summit Polska y Saudí Airlines.


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