El caos que ha supuesto en RTVE la implantación del contrato de transportes con Cabify ha llegado al Consejo de Informativos de TVE, que considera que se ha producido un “grave deterioro” que pone en riesgo “el más elemental funcionamiento” de los Servicio Informativos de la televisión pública, según un documento interno al que ha tenido acceso MERCA2. Estos problemas han motivado una reunión de este órgano profesional con la presidenta interina de RTVE, Elena Sánchez.
La Corporación RTVE adjudicó a principios de este año un contrato por un millón de euros para los servicios de transporte de la compañía con Cabify. Si bien la oferta técnica no era la mejor (ganaba su competidora, Radio Taxi), la propuesta económica era demoledora en su rebaja, del 32%. Desde que se ha implantado, a principios de este año, los profesionales y los servicios de producción de RTVE usan los servicios de Cabify. Las quejas y los problemas no paran de crecer desde ese momento. Un ex directivo de RTVE, con cargos relacionados con la logística de la compañía, Miguel Ángel Toledo, es ahora el directivo clave de Cabify y su conglomerado empresarial, según ha desvelado MERCA2.
No es el Consejo de Informativos la única instancia que ha manifestado por escrito la preocupación por el deterioro de los servicios de transporte de RTVE. El sindicato USO asegura que la Corporación ha tenido que sacar un nuevo contrato, por valor de 90.000 euros -“un parche” en palabras del sindicato- para solucionar los problemas que Cabify está ocasionando a los profesionales de RTVE.
El sindicato atribuye la responsabilidad de la adjudicación de este contrato a Juan Guía García, director Económico y Financiero de CRTVE. Tanto este sindicato como el Sindicato Independiente de Comunicación y Difusión (SI) piden el cese inmediato de Juan Guía por firmar “de forma temeraria” este contrato que “boicotea” el trabajo de los profesionales de RTVE.
CATÁLOGO DE PROBLEMAS
El Consejo de Informativos recoge en sus actas de los meses de marzo y abril un anexo en el que se recogen algunos ejemplos de los problemas que ocasiona el servicio de Cabify, denunciados y relatados por los propios profesionales de la casa. Este órgano -que vela por el buen funcionamiento y las praxis profesionales en TVE- relata en sus actas que las disfunciones de Cabify han generado problemas de todo tipo, como entrevistas y coberturas que han quedado sin hacerse o retrasos intolerables en invitados a programas, alguno de los cuales, desesperado y sobre el límite de la hora casi de emisión, tuvo que acabar cogiendo un taxi por su cuenta.
Es llamativo que en el relato de estos profesionales, finalmente acaban recurriendo a los servicios de un taxi. La oferta perdedora -por razones económicas- fue precisamente Radio Taxi.
SEIS FOLIOS DE QUEJAS CONTRA CABIFY
El anexo con quejas de profesionales de TVE por las deficiencias del servicio de Cabify se extienden por seis folios, en los que se desgranan varios casos especialmente significativos. Entrevistas que se quedan sin hacer; entrevistados políticos que acaban cogiendo taxis por el coche que envía TVE no llega nunca y el programa va a empezar; periodistas que no llegan a tiempo para editar sus noticias, invitados a programas que sufren más de media hora de plantón en los estudios de TVE, y retrasos en el servicio de casi una hora, de manera que se comprometen las coberturas informativos. Es llamativo que los profesionales de TVE, que deben llevar voluminosos equipos de cámaras, luces, trípodes y demás elementos, se encuentran con que los maleteros de los coches de Cabify están prácticamente ocupados por sillas de retención infantil, cajas de agua, incluso cajas de folletos de Cabify.
Las quejas más habituales son las relacionadas con los retrasos y la imposibilidad de contactar con conductores o con las oficinas de Cabify. Una periodistas relata numerosas coberturas de un día, en las que todos los servicios salieron con retraso. Los productores del programa Secuencias relatan su odisea para conseguir que su invitada, Elvira Mínguez, regresara a su domicilio: el problema es que la grabación acabó a las 22 horas. Cuando llamaban para reclamar su transporte, que no llegaba, los teléfonos de atención de Cabify respondían con un contestador que indicaba que el horario de atención al público es de 09 a 22:00 horas.
Otra periodista cuenta cómo intentó cubrir una noticia y hacer una entrevista en el Museo del Prado. Los retrasos de su servicio de Cabify hicieron que no pudiera hacer la entrevista y a duras penas llegara a la cobertura de su noticia, pese a intentar acudir con casi una hora de antelación.
Otra casuística son los invitados que, ya en el límite para llegar a los programas en directo en los que tienen que participar, acaban cogiendo un taxi para llegar. En el anexo de las actas de Consejo de Informativos se relatan dos casos significativos, que padecieron el director de Amnistía Internacional, Esteban Beltrán y su jefa de prensa, y la portavoz nacional de Ciudadanos, Patricia Guasp y su jefe de prensa.
Varios profesionales refieren cómo los conductores de Cabify “se pierden” en los desplazamientos. Es especialmente llamativa la experiencia de un equipo que acudía desde Torrespaña a la sede de UGT en Avenida de América, en Madrid. Los profesionales explican cómo el GPS del propio conductor marcaba 10 minutos de trayecto. Acabaron tardando 55 minutos y necesitaron tres llamadas para poder volver en este sencillo trayecto: “Para volver de la sede de UGT hicieron falta realizar tres llamadas y 55 minutos. Hasta ahora se solucionaba con una llamada y a lo sumo 15 minutos hasta que la tarjeta se entregaba en Ingesta. Ahí lo dejo…”. La periodista relata que “a la ida el conductor quedó desconcertado porque el GPS le mandaba por una calle que estaban asfaltando y no sabía por dónde seguir o dónde dejarnos. Le indicamos como llegar a la entrada principal. (OJO que es la entrada principal de la UGT de Avenida de América, no un lugar recóndito o desconocido)”.
MISMOS PROBLEMAS QUE LOS USUARIOS DE LA CALLE
Redactores que esperan 50 minutos en la Asamblea de Madrid porque el Cabify no llega y acaban cogiendo un taxi. Viajes al aeropuerto a horas tempranas en las que no llega a su hora el coche y descubren que sigue a kilómetros de distancia. Conductores que no conocen los caminos y a veces, siquiera, el idioma. Este es el relato de otro profesional de los Informativos de TVE:
“El Cabify de recogida, llegó 30 minutos después de haber llamado a transportes. Cuando llegó, no le entendíamos, porque no hablaba bien español y no sabía cómo tenía que volver a Torrespaña. Iba conduciendo con el móvil en la mano y finalmente se paró en el medio y medio, tuvo que pedirle a nuestro cámara que le escribiese la dirección de Torrespaña. Cuando estábamos de camino seguía viendo el móvil y luego no se metía bien en las direcciones. La gran mayoría de conductores no saben conducir en Madrid, se pierden, muchos conducen de manera agresiva, la mayoría de las veces no hay espacio para meter los bártulos”.
Otra queja va en un sentido muy parecido: “El Cabify me llama gritándome diciendo que dónde estoy. A mí ni me habían avisado de que iba en Cabify. Me dice que me espabile que se tiene que ir a otra recogida a Lavapiés. Cuando íbamos a subir al coche, le preguntamos que por qué puerta subimos y me dice «a mí qué me decís» y «pues vosotros sabéis que yo no sé ni a dónde vais”.
RTVE paga un millón de euros a Cabify por este servicio. La tecnológica ganó con una baja del 32% sobre el precio base de la licitación. De ese ahorro ya hay que restar los 90.000 euros del nuevo contrato que ha tenido que firmar RTVE para contener el aluvión de quejas y problemas que está generando y que ya preocupan al Consejo de Informativos, para el que “el grave deterioro que supone este sistema respecto al anterior a la hora de garantizar el más elemental funcionamiento de las coberturas para los Servicios Informativos”.
Investigación Merca2
(jvidal@merca2.es)