La llegada de la competencia al sistema de trenes de España ha venido con algo de improvisación. Así lo han tenido que asumir desde Ouigo e Iryo. Pero según algunas voces la empresa ítalo-española ha aumentado la cantidad de destinos y rutas que recorren diferentes ciudades de España más de lo que su plantilla puede permitirse.
El problema es que según los maquinistas han hecho estos anuncios, y puesto los trenes en venta, antes de tener a los maquinistas necesarios para ello. Así lo denunció el sindicato de maquinistas de España hace unos días, pero las historias de algunos trabajadores, que prefieren no ser identificados son realmente preocupantes, asegurando que deben trabajar hasta 10 y 12 horas diarias.
No es poco. Un tren que, de Iryo o de cualquiera, tenga a su maquinista sin la concentración correcta no solo pone en riesgo la reputación de la empresa, sino a los viajeros que confiadamente tomen los trenes sin saber el cansancio que tienen encima quienes deben hacerse responsables de su seguridad. Es cierto que una parte de estas horas no son en solitario, el problema es que las otras (usualmente el tiempo extra sobre las 8 horas diarias), son entrenando a los maquinistas que aún no tienen permiso por lo que aun así deben hacerse responsables.
«La empresa tiene contratados ya maquinistas, con acuerdos de que les pagan la formación y otros maquinistas que están en proceso de habilitaciones (3 a 4 meses) y el total se acerque a 90. Pero durante la formación y habilitación de estos 30 maquinistas, el maquinista titular debe respetar horas de conducción como si él fuera conduciendo y a la vez es el responsable ante cualquier incidente, aunque conduzca el alumno o el que se va habilitando», relata, cansado, uno de estos conductores que recuerda que estas horas de más salen de la normativa de su convenio.
Pero desde la empresa aseguran que esto no es cierto, y que cumplen con todas las regulaciones necesarias para funcionar de forma segura. «La compañía quiere dejar claro que, como para cualquier operador de transporte responsable, la seguridad es prioritaria. Y no hay, en este sentido, indicio de sospecha. Iryo cumple con todos los requisitos exigidos por la Agencia Española de Seguridad Ferroviaria y con toda la legislación vigente, especialmente con la laboral».
IRYO CRECE POR ENCIMA DE SUS POSIBILIDADES
Lo cierto es que el crecimiento de la empresa italiana ha sido quizás demasiado veloz para cubrir las vacantes necesarias. El problema es que algunas zonas del país, especialmente Andalucía, dependen en los ajetreados meses de verano de las nuevas rutas de la empresa para tener alguna opción además del AVE de Renfe, y que se mantiene más caro cuando no llegan los competidores. En la práctica es difícil recoger un anuncio como este cuando hay tanta gente no solo contando con estos viajes, sino que ya ha pagado por ellos.
Al mismo tiempo no es casual que no haya pasado con los competidores. Aunque han tenido protestas de algunos de sus trabajadores, particularmente Renfe con los servicios de cercanías, es preocupante ver que la empresa privada tiene este tipo de problemas tan temprano dentro de su proceso de adaptación al sistema español.
Pero desde la empresa aseguran que tienen el personal necesario «En nuestro caso, concretamente, Iryo obtuvo, tras un concurso público, el paquete B que ofertó Adif y, por tanto, las rutas se conocen desde 2020. Se cumplen destinos y plazos de forma rigurosa y según el plan de negocio acordado en la compañía y del que es conocedor el regulador. Además, y para dar mejor servicio a los usuarios y maximizar la calidad generandor una propuesta de valor al cliente, Iryo es la única operadora que ha comprado trenes nuevos, invirtiendo en ellos 800 millones de euros».
EL RESTO DE LOS TRENES DEBEN VERSE EN UN ESPEJO
Aunque de momento este tipo de denuncias están bastante concentradas en Iryo Lo cierto es que su realidad no deja de ser compleja de cara a un futuro donde los trenes se supone que deben ser el principal medio de transporte de larga distancia, no solo de España sino de todo el continente. Es cierto que son un medio mucho más sostenible, pero al mismo tiempo, si se permite el juego de palabras, acelerar demasiado puede no ser la mejor forma de conseguir los resultados esperados.
En cualquier caso repetir este tipo de situaciones puede ser un problema. Vale voltearse a ver no solo los vuelos cancelados sino la mala prensa que se comen las aerolíneas cada vez que hay una huelga o una protesta de sus trabajadores, venga por los pilotos o por cualquier otro trabajador que sea necesario para mantenerlos en el aire y a tiempo. Si el sistema ferroviario empezará a sumar este tipo de crisis podría perder una ventaja reputacional importante de cara a sus competidores.
De todos modos están a tiempo de solucionar. Los 30 nuevos conductores que esperan sumar a la plantilla una vez que tengan los permisos pueden aliviar la situación, sin embargo, el problema es que hayan llegado a la misma antes de contratarlos. Lo cierto es que será clave que hayan aprendido la lección de cara a futuras decisiones antes de que se repita una situación similar.