Todos, o casi todos, tenemos un smartphone en el bolsillo y es bastante más probable que se esté leyendo este texto en la pantalla de uno que en la de la computadora y al parecer uno de cada cinco usa un producto Apple. Pero la pandemia ha hecho que el proceso de cambiar de teléfono sea bastante más lento, por consecuencia de la bajada de consumo. Globalmente, las ventas se redujeron un 14%, pero dentro de esa bajada Apple, ha sabido sobrevivir y de hecho mostrar números bastante positivos.
La empresa fundada por Steve Jobs tiene ya experiencia enfrentando este tipo de situaciones. Entre la crisis de los 90, la de 2007 y 2008 y la crisis interna durante la ausencia del fundador, han enfrentado varias situaciones similares y suelen salir fortalecido. A veces gracias a productos nuevos, como el Imac o el Iphone, y en este caso simplemente cuidando su identidad han podido mantener su cuota del mercado en 21%, manteniéndose como la que más vende teléfonos en el mundo.
Según el director de Investigación de Counterpoint, Jeff Fieldhack, quien se encargó del estudio del que salen estos datos el motivo es simple: Fidelidad. Es que los usuarios de productos Apple prefieren mantener su teléfono, o actualizarlo por uno de la misma compañía. Es una muestra de la estrategia de la empresa, pero que tiene una contraparte complicada, que sus precios son demasiado altos para quienes quieren compra su primer producto de la marca de Cupertino.
Ese balance siempre ha sido la mayor complicación de la empresa, que ha tenido que debatirse entre su visión de tecnología accesible y de fácil uso y de contraparte la de ser un producto premium. Es lo que mató a la primera Macintosh, sí, pero también lo que le dio fuerzas a productos como el Iphone o el Ipod. En cualquier caso de momento parece haberles ayudado a ser quienes salen mejor parados de un primer trimestre, cuando menos, complicado.
APPLE SALE A FLOTE DE UN TRIMESTRE COMPLICADO
El problema es que mientras tanto el mismo informe avisa que hay motivos para preocuparse en el sector. Es que los datos demuestran que es el peor primer trimestre desde 2013, incluyendo al 2020. ¿El motivo? Que los números de China siguen en respiración asistida tras la pandemia, al tener un impacto sostenido por ser uno de los últimos países que decidió no apostar por una política de Covid-Zero.
Entre enero y marzo, se han enviado 280,2 millones de teléfonos, 46 millones menos que en el mismo periodo del año pasado. Samsung ha registrado 60,6 millones de envíos, un 19% menos, mientras que Apple, 58 millones. No obstante, los ingresos del sector han retrocedido un 7%, la mitad que las ventas, hasta los 104.000 millones de dólares (944.000 millones de euros).
Además, el descalabro de Huawei ha hecho que queden nuevos espacios para sus competidores. Esto ha permitido darle algo de oxígeno a las dos grandes, Apple y Samsung, que han podido apuntar a estos posibles clientes que estén en proceso de cambiar de teléfono. Es un salvavidas importante, en especial dado que hay indicaciones de que el caos inflacionario no se detendrá en los próximos meses.
LOS PRECIOS SIGUEN EN AUMENTO
Esto se debe a que las principales firmas del sector han aumentado los precios de sus terminales, tal y como ha ocurrido con Apple, Samsung y Xiaomi, según la consultora. Estas tendencias también se ven en el mercado español. Así, por ejemplo, Orange España consiguió disparar sus ingresos por venta de equipos electrónicos en el primer trimestre, influido en parte por ese aumento del valor unitario de los teléfonos.
De cualquier forma tampoco es necesario que se enciendan todas las alarmas. Finalmente, estamos hablando de una industria que se ha vuelto clave para una sociedad que necesita estar conectada permanente.