Abrocharse la cremallera del abrigo antes de salir de casa es uno de los gestos más cotidianos que hacemos en invierno. Este invento apareció en 1917 gracias a un ingeniero sueco llamado Gideon Sundback. Y, desde entonces, se ha convertido en uno de los inventos más utilizados de la historia. Si bien fue Gideon Sundback quien patentó la cremallera, en realidad su diseño fue una versión mejorada del que hizo su suegro en 1893.
Sin embargo, se sabe a ciencia cierta, que el primer prototipo de cremallera surgió de la cabeza de Elias Howe en 1851, quien fuera pionero en la creación de la máquina de coser, y cuya idea no prosperó en la sociedad hasta la I Guerra Mundial. Pues no fue hasta principios del siglo XX cuando se popularizó la cremallera gracias a las mejoras de Sundback. Dichas mejoras, consistieron en aumentar la cantidad de dientes para que engancharan mejor entre sí y coser cintas a la tela para unirlas a los dientes.
