- Ana Romero creó su escuela de oratoria después de asistir a varias charlas en el recinto ferial. Se convirtió en una de esas “vidas tocadas” por IFEMA MADRID que descubrieron su potencial y ampliaron su red de contactos gracias a esta institución.
Decía el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, que “una regla muy simple para los negocios es empezar por las cosas más simples, así llegará el progreso”. Y eso es lo que le pasó a Ana Romero (A Coruña, 1988), una joven periodista que un día acudió a escuchar unas charlas de las que muchas que se celebran alrededor de las ferias y eventos de IFEMA MADRID; allí, vio claro su futuro profesional: “Al oír a todos estos ponentes, me dije: ‘Yo también quiero estar ahí, frente a esta gente, transmitiendo mi conocimiento, quiero ser una referencia”. En el año 2019, Ana montaba su propia escuela de comunicación y oratoria, Star Words, desde donde enseña a quitar el miedo escénico y hablar en público a profesionales de todo tipo de disciplinas.
La historia de Ana Romero es una de esas Vidas tocadas por IFEMA MADRID, aquellas que consiguieron encontrar la inspiración y un rumbo laboral al visitar alguna de las 100 ferias y congresos y más de 600 eventos profesionales que acoge esta institución. Alrededor de cuatro millones de personas pasan cada año por sus pabellones, todas en busca de ampliar su red de contactos, nuevas ideas para su negocio o, simplemente, estar en contacto con otros colegas de profesión. “IFEMA MADRID me encanta por la variedad de propuestas que tienen, es un recinto que abarca todo tipo de disciplinas y público, desde el juvenil, al infantil o al de negocio. Para mí, fue un trampolín”, asegura.
Dos restaurantes y una feria que lo cambió todo
A Iván Craninx (Málaga, 1992), además del apoyo de su padre –“él me impulsó a emprender”–, una visita a Expofranquicia, el Salón Internacional de la franquicia, también le sirvió para encontrar su futuro profesional. Tras seis meses en Madrid sin tener claro el proyecto en el que le gustaría invertir, se plantó frente al stand de PadThaiWok, la cadena de restaurantes franquiciados de comida tailandesa, y rápido lo tuvo claro. “Habíamos hablado la noche anterior de ellos, así fui directo, me explicaron su propuesta y me lancé”, cuenta.
Hoy, Iván tiene dos restaurantes bajo esta firma, en el barrio de La Latina y Malasaña, y 20 trabajadores a su cargo. Se convirtió en una de esas Vidas tocadas por IFEMA MADRID que encontraron la inspiración en una visita al recinto ferial. “A mí me abrió la mente, me abrió a nuevos objetivos, y si pones ganas puedes encontrar ideas, pues hay mucha variedad de negocio, y opciones de cómo montarlo y crecer”. Y añade: “Para mí, ser empresario es un orgullo, ser mi propio jefe era mi objetivo, tener mi propio negocio y dar lo máximo por él”. Además, ya es un experto en cocina tailandesa: “Mi plato favorito es el pad thai original, no debe faltar el cacahuete, la lima y un toquecito de picante”.
Un festival de donde surgió un negocio
Muy similar es el caso de la joven tatuadora Tamy Love (Madrid, 1985), amante de la vida alternativa y del arte, cuya visita a Mulafest, el festival de Tendencias Urbanas de IFEMA MADRID, le cambió por completo. Aquí, encontró la inspiración para montar su propio estudio: “A raíz de estar en este evento, donde estás conectando con tantas personas, decidí montar mi empresa, Love Tattoo; es una cita donde te pones al día de las novedades de tu sector y, además, estás en contacto con otros compañeros”, asegura.
Tamy es una de esas Vidas tocadas por IFEMA MADRID, pues desde su estudio en el centro de Madrid, donde ya trabaja con cinco tatuadores más, además ha conseguido aplicar esta técnica milenaria al campo oncológico. “Me dedico al tatuaje reconstructivo de las mamas de las mujeres que han pasado por el cáncer”, asegura. “Es la parte más gratificante de mi trabajo”, dice. Se trata de encontrar sentido al día a día, de ver que el emprendimiento también tiene un aspecto social, y que para desarrollar una idea hay que empezar en el lugar adecuado.