Cuando vamos a comprar fruta en Ahorramas, Carrefour, Lidl o ya sea en una frutería del barrio la costumbre es preguntar el origen, porque la gran parte de los consumidores españoles prefiere invertir en producto nacional antes de invertir en producto importado. Una gran lanza a favor del comercio de proximidad y de todos esos agricultores que se ganan la vida en esto.
Los productos denominados de ‘proximidad’ cada vez tienen un lugar más importante en la cesta de la compra de muchas personas que se conciencian de las ventajas y beneficios de su consumo. La calidad del producto será mejor para la salud y aportarás grandes beneficios a la economía cercana y local.
Las ventajas de estos productos y el hecho de que los consumidores pregunten por el origen se deben a que conocemos el lugar donde se ha cosechado. Por lo general estos alimentos suelen cultivarse en granjas o agricultores tradicionales que para ellos es primordial la calidad y no tanto la cantidad del producto.
La distancia que puede llegar a recorrer el producto de proximidad no debe ser de más de 100 kilómetros. Con este tipo de consumo se favorece la labor agrícola y ganadera de la zona en la que habitas, evitando así la distribución a gran escala.
LAS ETIQUETAS DE AHORRAMAS PROVOCAN CONFUSIÓN
El supermercado de proximidad líder en productos frescos de calidad cuenta con más 12.000 empleados y de origen madrileño y con más de 40 años de trayectoria. Cuenta con más de 275 tiendas en la Comunidad de Madrid y Castilla-La Mancha. En su página web oficial el supermercado se considera de proximidad y dice que el cliente puede encontrar en sus mercados productos frescos a diario y productos de gran consumo con un surtido amplio que garantiza la satisfacción del cliente. Pero… ¿hasta qué punto esto es verdad?
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha detectado graves incumplimientos en el etiquetado de frutas en las cadenas de Ahorramas, Hipercor y La Despensa (Ecomora), coincidiendo con el inicio de la campaña de verano de determinadas frutas como el melón y la sandía. Se trata de un hecho con el que las cadenas vulneran la norma vigente de etiquetado sin reflejar el origen correcto del producto. Esto afecta su trazabilidad y posibilita el engaño al consumidor que no puede fiarse de lo que compra.
«LA DISTRIBUCIÓN CONTINÚA IMPORTANDO PRODUCTOS DE TERCEROS PAÍSES, AFECTANDO A NUESTRA SALIDA A LOS MERCADOS, SIN ADVERTIR DEL ORIGEN REAL DE ESAS FRUTAS, VULNERANDO LA LEY»
Andrés Góngora, Responsable Estatal de Frutas y Hortalizas de COAG.
INSPECCIONES EXHAUSTIVAS INMEDIATAS
AhorraMas, Hipercor y la Despensa son algunas de las cadenas que esta semana ya contaban con la fruta de temporada como es la sandía y el melón. Estos productos fueron etiquetados con origen de ‘Brasil’ y otros de ‘Senegal’ cuando la fruta era entera y, cuando se ofrecían partidos o en cuartos los etiquetan con nacionalidad española.
La fruta es la misma y viene del mismo lugar pero ellos deciden cambiar el origen exponiéndose a un incumplimiento de la ley de etiquetados. El melón es el mismo y viene de Brasil pero cuando parten la fruta deciden cambiar su origen diciendo que es de España, algo que no es cierto y que engaña al cliente a la hora de comprar.
Las etiquetas engañosas crean un ambiente de desconfianza y preocupación en los clientes, con actuaciones que no son anecdóticas y que vuelven a poner en tela de juicio la supuesta priorización de la producción nacional de muchas de estas compañías y del seguimiento de los productos.
Este tipo de movimientos forman parte de la estrategia de supermercados e hipermercados en los inicios de las campañas de fruta de verano. La entrada masiva de importaciones sirve para presionar de forma artificial los precios a la baja.
La Organización de Agricultores y Ganaderos exige que se cumpla la normativa actual de etiquetado en la venta de frutas y hortalizas al consumidos y que no se juegue con el origen de los productos. Reclaman a las comunidades autónomas que se hagan inspecciones exhaustivas e inmediatas.
Hay que conseguir erradicar todo lo que tenga que ver con engañar al cliente en los orígenes de los alimentos. Esto perjudica al cliente directamente pero también a todos los agricultores y productores de fruta ya que se importa producto de fuera de la UE, que se cultiva con condiciones menos exigentes de las que se cumplen aquí.
Los supermercados que han estado vulnerando el etiquetado de la fruta deben de concienciarse y erradicar estos problemas que crean desconfianza al consumidor y que pueden afectar a la reputación y a las ventas del establecimiento.