Cualquiera que haya tenido o tenga una piscina, sabe que mantenerla es mucho más que simplemente llenarla de agua y disfrutar. A la hora de hacer el mantenimiento de una piscina, contar con un fondo limpio es indispensable tanto desde el punto de vista estético como a nivel de higiene.
Existen multitud de métodos para limpiar el fondo de la piscina y la elección de uno de estos dependerá principalmente del tamaño y características de la piscina, así como del presupuesto que se quiera destinar a ello. Estos son los mejores métodos que hay en función de las necesidades de cada piscina.
H2 Con limpiafondos
Cuando se va a decidir cómo limpiar el fondo de la piscina, lo primero que se debe decidir es si se va a limpiar utilizando un limpiafondos automático o sin él. Estos aparatos están diseñados exclusivamente para ello y que proporcionan grandes resultados y comodidad, aunque lógicamente requieren de una inversión acorde.
Un limpiafondos automático te permitirá mantener limpio el fondo de la piscina sin tener que dedicarle apenas ningún tiempo personalmente, siendo necesario únicamente poder conectarlo a la corriente y dejarlo hacer sus ciclos de limpieza, normalmente de entre 1 y 2 horas.
También existen limpiafondos manuales, que consisten principalmente en un robot que se conecta tanto a una toma de aspiración como a una manguera, y que se introduce directamente en el agua, para luego manipularse llevándolo por el fondo de la piscina. Suelen ser modelos más económicos que los automáticos e igualmente muy útiles, con la salvedad de que en este caso hay que dedicar, lógicamente, más tiempo a la limpieza.
H2 Con cloradores salinos
Otro método de limpieza de la piscina en general y por lo tanto también del fondo es hacerlo con cloradores salinos, un sistema de gran popularidad por su efectividad, aunque hay que conocerlo en profundidad.
En primer lugar, es importante mencionar que el clorador salino requiere cierto mantenimiento, y aunque los modelos actuales son mucho más avanzados y más durables, sus electrodos pueden acabar acumulando exceso de cal o minerales, siendo esto más rápido cuanto más dura sea el agua.
Del mismo modo se recomienda medir manualmente los niveles de pH, sal y cloro del agua una vez por semana, y leer atentamente los manuales incluidos en el equipo para asegurarse de usar las cantidades y configuración correcta. Por lo demás, basta con controlar el cloro a unos niveles de entre 0,5 a 3 ppm y el pH a entre 7 y 7,4, de forma que no castigue los materiales de la piscina ni a los usuarios.
Con mirar una vez al mes o cada mes y medio que la célula esté limpia, el mantenimiento más importante estará completo.
H2 Otros métodos
La depuradora es otro elemento que suele instalarse como sistema de filtración para mantener el agua limpia, sobre todo en piscinas a partir de cierto tamaño. Las más pequeñas no la necesitan, aplicándose en su lugar productos que hacen que los residuos de pequeño tamaño se agrupen permitiendo así su retirada mecánica más sencilla. Estos son llamados productos para floculación, y es habitual usar después métodos básicos tradicionales como cepillos.