domingo, 15 diciembre 2024

Vera, la fibra óptica catalana, se hace mayor: «Competiremos contra grandes como Digi o Finetwork»

Marc Mundó (Gurb (Barcelona), 1986) fundó junto con cinco socios más Vera, el operador de fibra óptica, que aborda el problema de la Cataluña olvidada por las grandes del sector.

Mundó, un empresario hecho a sí mismo, abordó este problema de conexión desde la Universidad. Los trabajos de la facultad había que enviarlos por Internet, pero en numerosas ocasiones tenía que recurrir a amigos, familiares o centros especializados para realizar un paso tan sencillo como enviar un archivo. El problema era la baja velocidad y cobertura de la red en la zona de Gurb, un municipio situado junto a Vic, y cuyas conexiones distaban significativamente de las instaladas en Barcelona y su área metropolitana.

Competir con los operadores locales no tiene mucho sentido, hay que hacerlo con los grandes

El impacto de esta brecha entre ambas zonas fue el origen de pequeñas compañías, que se están aliando a base de compras y fusiones para formar un operador catalán, con fibra óptica propia y atención al cliente personalizado. Con esta ventaja, Vera ha pasado a facturar 30 millones a cierre de 2022, con la previsión de aumentar en un 33%, hasta los 40 millones, en este 2023. Asimismo, Mundó ha fijado el objetivo en los 140 millones de euros de cara al 2027, casi el quíntuple respecto a los ingresos de 2022, y multiplicar su número de clientes, hasta los 250.000.

ASÍ ES VERA: LA ATENCIÓN AL CLIENTE Y POSEER SU PROPIA FIBRA

El secreto, según ha señalado Mundó en una entrevista con MERCA2 en la sede central de Vera, radica en la integración y control de todo el proceso, sin depender de terceros, y en la búsqueda constante de la excelencia en el servicio al cliente.

Varias son las ventajas de Vera respecto a los operadores actuales que han irrumpido en los últimos años en España. Por un lado, la fibra óptica es suya y el servicio de atención al cliente es prácticamente personalizado y transparente. Es decir, si hay que acometer una reparación o mantenimiento que va a afectar a una zona, Vera les avisa con antelación y un rango estimado de horas en el que el servicio se puede ver afectado. Por este motivo, estas operaciones se realizan de madrugada, mientras que el cliente conoce de antemano su posible falta de conexión.

Vera soluciona los problemas e incidencias, independientemente del día de la semana

Tal es el servicio, que tienen call center propio e integrado en la propia sede, tal y como ha podido comprobar este medio, con un nutrido grupo, en su mayoría jóvenes, que atienden a los clientes hasta solucionar las dudas o incidencias. El equipo técnico, por su parte, trabaja 24 horas al día, con turnos y guardias para solucionar lo antes posible las incidencias. No se deja a nadie en la estacada, según desliza un empleado. Esta norma se lleva a rajatabla en este equipo. Es su principal ventaja para competir con Finetwork o Digi, cuya fibra depende en parte de terceros, especialmente de Telefónica, pero ni mucho menos es la única.

VERA TIENE COMO OBJETIVO SER EL OPERADOR CATALÁN

Vera tiene como objetivo crecer también en grandes ciudades y asentar su hueco de mercado, especialmente en la zona de Vic, Igualada y Mataró. Actualmente, el crecimiento les ha llevado a estar presentes en 100 municipios, el 10% del total de Cataluña, pero su red capilar busca instalarse allí donde les necesiten. Para este crecimiento, Mundó y el resto de socios ha diseñado una estrategia capilar, ir paso a paso para evitar disparar los costes de mantenimiento.

Marc Mundó, consejero delegado de Vera
Marc Mundó, consejero delegado de Vera

Se trata de un mercado con un alto potencial de crecimiento donde las empresas obtienen beneficios casi de forma inmediata. De hecho, Mundó siempre ha obtenido números verdes en sus empresas de telecomunicaciones. En el caso de Vera, los buenos márgenes y un cápex muy sólido muestran un futuro más que prometedor. El boca a boca es crucial para esta compañía que no ha dejado de crecer desde la fusión con Iguana, el operador catalán de Igualada, la capital de L’Anoia.

VERA CRECE CON SU PROPIA FIBRA, CON INDEPENDENCIA DE TERCEROS

«No hay subcontratación en toda la cadena ni mucho menos de tres niveles, como se está viendo en otros operadores», ha sostenido Mundó. La fibra de Vera alcanza, por ahora, 15 comarcas catalanas, más de un tercio del total, con conexiones en prácticamente todas las de Girona, y una proyección para dar cobertura a más de un millón de clientes. De hecho, espera multiplicar por diez los 50.000 actuales en 2027. Es decir, Vera alcanzaría el 6% de la población de Cataluña.

Para este crecimiento, Vera también ha luchado con las grandes operadores para hacerse con concursos públicos de Administraciones Públicas, si bien no pudo presentarse al último de la Generalitat debido a la imposibilidad de dar cobertura a todas las sedes.

Para llegar a este punto, Mundó ha tenido que pasar por fusiones y compras desde 2015. La primera de ellas, fue entre Gurbtech y goufix. «Había que competir con Adamo y para ello era necesario juntar las fuerzas», ha indicado. El plan se centró en el despliegue de la fibra óptica sin hacerse mutuamente la competencia.

La operación no sólo tenía sentido sobre el negocio en sí, sino también en los números. Se reducían sensiblemente los costes. Con los años, se fijaron en Iguana y la operación se cerró como si de una fusión se tratara, pero con la misma operativa y una mejora del software. «Ha sido relativamente fácil, con el mismo objetivo que hace años», ha indicado.

VERA, ¿EN BARCELONA?

«Competir con los operadores locales no tiene mucho sentido, hay que hacerlo con los grandes», ha sostenido. Para ello, sólo hay una forma de hacerlo. «Con volumen de negocio y sin pelearnos entre nosotros», ha dicho. En este sentido, no descarta ni mucho menos nuevas operaciones de futuro para poder jugar en la Champions League de este mercado concentrado en cada vez menos operadoras.

En Vera tienen claro que la sostenibilidad de las finanzas y el músculo financiero son claves, pero también apoyarse en infraestructuras de país con el objetivo de llegar a acuerdos con los vecinos y entes públicos. Sólo se podrá hacer y ejecutar si la fibra llega a los municipios con su red capilar, como llevar la fibra óptica a urbanizaciones alejadas de los grandes núcleos urbanos, masías o bien casas rurales. Una inversión y una visión de futuro en la que no se compite por precio, sino por hacer bien las cosas. «Hay que dar soluciones a todo el territorio», ha indicado.

De hecho, no tienen miedo a alcanzar los 500.000 clientes. «El negocio es escalable y haremos exactamente lo mismo que con 50.000, con la constante mejora de todos los procesos», ha precisado. Mundó está convencido de que su negocio no sólo funciona a pequeña escala. Por ahora, tienen 180 empleados.


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