La Ley de Cambio Climático aprobada por el Gobierno de Pedro Sánchez en mayo de 2021 está provocando que la llamada España vaciada, regiones del interior marcadas por la despoblación, con una sociedad envejecida y escasas oportunidades laborales, sea cada vez más pobre. El principal problema que ha generado la legislación es que no se puedan aprovechar los recursos naturales y la extracción de materias primas que nuestro país tiene en el subsuelo, como si que hacen Estados Unidos, Noruega o Reino Unido, entre todos.
Impulsada por la la ministra de Transición Ecológica, la Ley de Cambio Climático que pretende proteger supuestamente el ecosistema y la naturaleza, está generando precisamente el desaprovechamiento de la riqueza existente al no poder extraer entre otros gas, petróleo o uranio. Con esta política energética que prohíbe cualquier tipo de actividad relacionada con producción propia de estas fuentes de energía, hace que sigamos importando de fuera el petróleo, que a día de hoy sigue siendo el combustible con mayor demanda a nivel mundial.
El Ilustre Colegio Oficial de Geólogos (ICOG) defiende que España tiene recursos para abastecer al país 70 años con gas natural y 20 años de petróleo. La idea que postulan los geólogos es que «los hidrocarburos son una materia prima imprescindible para la industria presente en numerosos sectores como medicina, textiles, automóvil o electricidad».
Asimismo sostienen que se pueden explotar estos recursos sin perjudicar el medioambiente: «La producción de hidrocarburos no convencionales usando la fracturación hidráulica es un proceso industrial maduro, absolutamente viable, tanto técnica como económica y medioambientalmente, siempre que se respeten los principios de cautela y acción preventiva».
ESPAÑA TIENE GAS PARA 70 AÑOS Y PETRÓLEO PARA 20
Pero aún contando con estos recursos que se ubican principalmente en la España vaciada, como pueda ser Castilla y León, Extremadura, Asturias y Galicia, el Gobierno de Pedro Sánchez se niega en rotundo a permitir crear un empleo de calidad en estas zonas con su famosa Ley de Cambio Climático, favoreciendo la industria con salarios dignos, evitando que la gente joven se tenga que marchar a otros lugares para encontrar trabajo y al final terminen en puestos precarios cobrando poco más de 1.000 euros al mes en muchos casos.
EL CASO DE LA MINA DE URANIO DE SALAMANCA
Un claro ejemplo es la mina de uranio localizada en la localidad salmantina de Retortillo, uno de los epicentros de la España vaciada. Este pequeño pueblo contaba en 2022 según el INE con sólo 152 habitantes y en su mayoría personas de edad avanzada. Aquí precisamente la empresa canadiense Berkeley solicitó un permiso para explotar dicha mina que permitiría abastecer a nuestras centrales nucleares por un período de 10 años, según la compañía.
Además se crearían alrededor de 500 puestos de trabajo directos y 2.500 indirectos. A estas cifras se suma que Berkeley Minera España podría invertir cerca de 400 millones de euros en esta localidad salmantina, lo que supondría una recaudación de 23 millones de euros para las arcas del Estado además de unos ingresos a los ayuntamientos del entorno que llegaría a 1,5 millones de euros.
Según datos de Empresa Nacional de Uranio (Enusa) de 2020, España importa un 38,7% de uranio de Rusia, un 22,3% de Canadá, un 19,5% de Níger, un 11% de Kazajistán, un 3,7% de Namibia, un 2,5% de Uzbekistán y un 2,3% de Australia. A pesar de todos estos datos, el Gobierno a través del El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) vetó el proyecto en julio de 2021, aduciendo la escasa fiabilidad y las elevadas incertidumbres de los análisis de seguridad de la instalación radiactiva en los aspectos geotécnicos e hidrológicos, con el trasfondo de la Ley de Cambio Climático.
LA LEY DE CAMBIO CLIMÁTICO PROHÍBE EL FRACKING
Curiosamente la Ley de Cambio Climático prohíbe la utilización de la técnica conocida como fracking, que permite la extracción de gas y petróleo mediante la presión hidráulica. Desde el Ejecutivo consideran que perjudica gravemente al medio ambiente, cuando otros países no ponen trabas a este procedimiento como es el caso de Estados Unidos, al cual estamos importando petróleo obtenido precisamente la fracturación.
El hecho de que se pretenda favorecer exclusivamente la implantación de energías renovables es un error, porque si que es necesario que en el pool energético contemos con la producción eólica y solar, pero fiarlo todo a éstas es inviable, teniendo en cuenta las necesidades que tiene nuestro país la demanda no está cubierta, por lo que tenemos que importar gas y petróleo del exterior. Haciendo que países como Qatar o Arabia Saudí más ricos, a costa del empobrecimiento de nuestra población.
Precisamente la guerra en Ucrania ha agravado la crisis energética disparando los precios ante la incertidumbre y las sanciones a Rusia. Este hecho ha ocasionado que nuestra factura exterior se haya incrementando al pagar por unos combustibles más caros, con el petróleo en los entornos de los 85 dólares por barril, haciendo que la deuda española alcance ya los 1,49 billones de euros a costa del bolsillo de los españoles.
Ahora que en el próximo mes de mayo llegan las elecciones municipales y autonómicas, los partidos y principalmente el Gobierno sacarán a relucir las medidas económicas y sociales para la España vaciada, con el fin de obtener los votos de los ciudadanos en aquellas regiones de las que sólo se acuerdan cuando llega la cita con las urnas.
Partidos de la oposición como PP y VOX abogan por utilizar los recursos que tenemos en el subsuelo para aprovechar nuestras capacidades, con la creación de puestos técnicos como ingenieros, geólogos, químicos y demás que llegarían a estas zonas deprimidas por carecer de una industria que permita asentar población y crear riqueza. Sin embargo la Ley de Cambio Climático va en contra de cualquier tipo de iniciativa como éstas.
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