Cabify espera no verse afectado en Valencia y Alicante por la nueva normativa de la Generalitat para los vehículos de alquiler con conductor (VTC). La compañía espera seguir el mismo truco que en Barcelona, y exigir los 15 minutos de antelación tan sólo la primera vez que el usuario se comprometa a ello. Después actuará con normalidad.
La plataforma que preside Mariano Silveyra ha adaptado su modelo de negocio a la nueva legislación para seguir operando, al igual que hizo en Barcelona.
Así, en este caso, la firma también entrará a operar y dar servicio de transporte de VTCs y no sólo intermediarlo través de la firma Miurchi Car y operará como lo hacen las empresas de transporte contratadas por hoteles y otros servicios similares del sector VTC tradicional.
Además, con este servicio, la contratación tendrá lugar la primera vez que un usuario pide un coche de VTC y acepta los nuevos términos y condiciones en la aplicación, momento en el tendrá que hacerlo con la nueva antelación de quince minutos.
A partir de entonces ya no tendrá que esperar ese tiempo, dado que se estima que se trata de un servicio ya contratado del que se piden nuevos recorridos.
LA MISMA ESTRATEGIA QUE EN BARCELONA
Así, Cabify apuesta por dar una «respuesta de calidad» a los más de 300.000 usuarios de su servicio en Valencia y Alicante pese a las «restricciones impuestas, que en nada benefician ni a la ciudadanía ni a los usuarios».
Cabify, al igual que hizo cuando modificó su negocio en Barcelona, manifiesta que «esta decisión no implica la conformidad de la compañía con la nueva regulación», que estima «altamente perjudicial para la movilidad y la libertad de elección de los usuarios».
La plataforma asegura que sólo busca «responder a su compromiso con la ciudad, sus usuarios, sus empleados, colaboradores conductores y con su red de empresas asociadas, que también trabajan en favor del desarrollo de la economía digital y la movilidad sostenible tanto en la Comunitat Valenciana como en el resto de España.