Joan Laporta incumple los plazos dados en público para obtener la financiación del Espai Barça, su faraónico proyecto, ante las serias y graves dificultades para cerrar la inversión. El equipo del presidente del FC Barcelona dio orden a Goldman Sachs de encontrar a los inversores para los seis tramos de deuda, cuya calificación rebajó la agencia de medición KBRA de ‘BBB+’ a ‘BBB’, tras el escándalo del caso Negreira o también conocido como ‘Barçagate’.
Tras esta rebaja y con unas duras condiciones de acceso al crédito, el club blaugrana no ha obtenido el apoyo de los fondos de inversión ni tampoco de la banca a la hora de cerrar una financiación que debía estar lista para este viernes, 31 de marzo, con la mirada puesta a iniciar las obras el próximo mes de junio. Fuentes no oficiales y cercanas al equipo de Laporta apuntan que las negociaciones van por buen camino, pero admiten la presión de la banca y de los fondos de inversión para incluirse en este megaproyecto.
Laporta aseguró a los suyos que ataría la deuda con intereses favorables, pero se han disparado en los últimos días
Las cifras son mareantes. Los bancos, liderados por el todopoderoso Goldman Sachs, exigen hasta dos dígitos por quedarse con la deuda del Barça, un pasivo que el club devolvería con los ingresos generados del proyecto, mientras se hipotecan las principales áreas del negocio, como los derechos audiovisiales, entre otros, con las ‘palancas’ ejercidas hasta ahora.
EL BARÇA NO LOGRA CERRAR LOS 1.500 M€
El Barça tenía hasta este viernes para endosar los 1.500 millones de euros entre los inversores. El plan, ideado hace tres años, hubiera tenido una salida si no fuese por la agresiva política monetaria de los bancos centrales para detener la inflación. El club esperaba obtener una financiación favorable, al menos así se comentaba en la planta noble del Camp Nou.
Laporta aseguró a los suyos que ataría la deuda con «intereses favorables». En un inicio se hablaba del 5%, después se subió al 6% y se barajaba incluso el 7%. Sin embargo, los fondos interesados en esta deuda han presionado al alza tras el estallido del caso Negreira, exigiendo un 10%, según corroboran las fuentes no oficiales conocedoras de la negociación. Los propios fondos exigieron explicaciones sobre el caso Negreira, más después de una posible sanción de la UEFA al Barça consistente en apartarle de las competiciones europeas.
Algunas especulaciones hablan de hasta cinco años, aunque la UEFA actuaría de oficio e impondría una sanción de apenas un año, que dañaría los ingresos y la imagen del club; otras voces, por otro lado, creen que habría que esperar la decisión del juez y mantener la presunción de inocencia. Por el momento, se conoce que el club pagó al ex vicepresidente de los árbitros, José María Enríquez Negreira, un total de 7,3 millones de euros y que se utilizó una cuenta asociada a Josep Contreras, ex directivo del club, para ocultar dichos pagos a los socios. Contreras actuó como intermediario, engrosando la factura al FC Barcelona.
LAPORTA GUARDA SILENCIA E INICIA SU ATAQUE A LA CATALANA
Laporta ha guardado silencio y ha anunciado querellas contra quienes han difamado al club. Esta maniobra es característica en Cataluña, anunciar acciones judiciales que después se quedan únicamente en las palabras, todo con el fin de desviar la atención sobre el asunto troncal. Y es que, el presidente de la entidad azulgrana aún no ha dado su famosa rueda de prensa para dar las explicaciones pertinentes sobre el ‘Barçagate‘ ni los motivos por los cuales aún no se ha firmado la financiación, más allá de silenciar a la medidora de riesgos. Según las mismas fuentes, la dará una vez estén colocados los 1.500 millones de euros.
La actual junta directiva tiene de plazo hasta junio para encontrar los inversores. En ese mes, la constructora turca Limak entrará con las grúas para remodelar al FC Barcelona. Por este motivo, es clave la financiación. Endosar en el mercado al menos los primeros 960 millones salvaría al club de un ridículo espantososo. Sin esta financiación, se cumplirían los malos augurios advertidos por la agencia de calificación KBRA, que ya advirtió de un retraso de hasta un año para iniciar las obras, un informe que fue borrado de su web por orden de Laporta.
Estos elevados costes, junto con una posible merma de ingresos en caso de que la UEFA aplique una dura sanción, se suman también al impacto de 96 millones que tendrá que asumir el Barça por mudarse a jugar a Montjuïc, aunque está por ver aún si finalmente lo hace esta misma temporada. Laporta transmite el mensaje de «tranquilidad» públicamente, pero la preocupación es palpable en los despachos del estadio, más por el daño reputacional que está teniendo este caso, con una denuncia demoledora de la Fiscalía y la admisión a trámite de una querella de un ex árbitro.
LA QUIEBRA BANCARIA EN EE UU AFECTA AL BARÇA
En este sentido, tal y como publicó MERCA2, la operación se ha estancado desde la primera de marzo, coincidiendo con la quiebra de Silicon Valley Bank, Silvergate y Signature en EE UU, bancos que prestaban especialmente dinero a startups y con clientes muy interesados en el capital riesgo, principales fuentes de financiación que obtendría el FC Barcelona debido a su baja nota de la deuda y elevada rentabilidad.
El club, como siempre, tiene algún ‘as‘ bajo la manga, como la venta de jugadores de importancia, como Ansu Fati, cuyo valor de mercado rondaría en este momento entre los 50 y 60 millones de euros. La promesa española no cuenta con minutos para Xavi Hernández en los partidos importantes, reservándole únicamente para equipos de menor entidad. El padre del jugador ya ha mostrado su enfado con el club, que le ha llamado a filas para no airear la situación en un momento tan delicado. El equipo de Laporta tiene claro que esta venta serviría para paliar la asfixiante situación financiera.
Otra de las oportunidades que se presentan sería la luz verde por parte del Tribunal de Justicia de la UE a la Superliga. No obstante, a pesar de una resolución favorable, está por ver si el Real Madrid mantiene el acuerdo tras dar la espalda a Laporta en el último clásico de La Liga y personarse en el caso Negreira como acusación particular.