La Declaración de la Renta 2022 no será la misma para un mismo caso de contribuyentes. La residencia importa y es clave a la hora de reducir la factura fiscal. A partir del próximo 11 de abril se inicia la nueva campaña para ajustar cuentas con la Agencia Tributaria a través del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), un tributo de obligado cumplimiento para la mayoría de los contribuyentes, incluso los exentos si han percibido las rentas de más de un pagador. El plazo para cumplimentar el trámite cierra el 30 de junio y sólo a partir del 3 de mayo se abre el plazo para la solicitud de cita previa.
La Agencia Tributaria aún no ha dispuesto de la guía para realizar y cumplimentar el historial financiero del último año, pero el Gobierno de la Comunidad de Madrid se ha puesto manos a la obra para poner a disposición de sus conciudadanos una calculadora para conocer aproximadamente la cuantía que van a percibir o abonar al fisco a través de la Renta 2022. Además, dicho cálculo permitirá conocer cuánto ahorran los madrileños con las medidas fiscales aprobadas y la comparativa con otras regiones autonómicas.
Un mismo contribuyente pagará en Cataluña, mientras le sale a devolver en Madrid por un mismo nivel de renta
Para realizar el caso, la Comunidad de Madrid pide los datos de ingresos brutos anuales, la edad, número de hijos, tipo de declaración y la procedencia de sus nóminas. No es un cálculo exacto, pero sí permite hacerse una idea del importe a abonar al fisco en esta Renta 2022, y lo que es mejor, permite conocer el ahorro de la factura tras las medidas aprobadas, como deflactar el tramo autonómico del IRPF, reducciones y deducciones correspondientes.
LA RENTA 2022 ENTRE MADRID Y CATALUÑA CON NOTABLES DIFERENCIAS
La calculadora da ejemplos claros, como la de un trabajador por cuenta ajena con un sueldo de 35.000 euros. En el IRPF con las rebajas de Madrid, abonaría un total de 5.210 euros, mientras que antes de estas medidas pagaría 370 euros más. En Cataluña pagaría un 8% más, unos 440 euros más.
Puestos en contacto con Héctor Jiménez, experto fiscal de TaxDown, hemos ido un paso más allá, con distintos casos reales, para conocer la tributación tanto en Madrid como en Cataluña. Un contribuyente de entre 35 y 40 años, sin cargas familiares, que cobra 20.000 euros por cuenta ajena. En Madrid, el pago de impuestos saldría a devolver, unos 150 euros; mientras que en Cataluña tocaría pagar cerca de 70 euros, una diferencia de 220 euros.
Si duplicamos los ingresos, a 40.000 euros, en Madrid el contribuyente percibiría de la Agencia Tributaria unos 460 euros, mientras que en Cataluña tocaría pagar unos 200 euros. Una diferencia de unos 660 euros.
No es que Madrid sea un «paraíso fiscal», sino que sus medidas van encaminadas a mantener la máxima cantidad posible en el bolsillo de los ciudadanos. Una medida que alivia especialmente a las familias en plena era de inflación galopante y con el rumbo claro de no beneficiarse literalmente de la subida de precios. Y es que, no incluir la inflación en el pago de impuestos esquilma aún más a los contribuyentes, especialmente para aquellos que han subido de salario por este motivo.
HACIENDA Y SUS BENEFICIOS CAÍDOS DEL CIELO POR LA INFLACIÓN
El Ministerio de Hacienda, dirigido por María Jesús Montero, se ha negado a ajustar los impuestos del Estado a la inflación, obligando a pagar más pese a la manifiesta pérdida de poder adquisitivo. Además, para quienes han percibido un mayor sueldo pueden abonar aún más impuestos si ha supuesto un cambio de tramo en el IRPF, una perversión de la tributación que profundiza la precariedad. En gran parte, la subida meteórica de la recaudación, en niveles récord, se debe al efecto artificial de la inflación. Es decir, son los beneficios caídos del cielo para Hacienda por obra y gracia de la subida de precios.
Jiménez tiene claro que el contribuyente en cualquier tramo de la Renta 2022 pagará menos en Madrid respecto a Cataluña. Además, señala que es más beneficioso para una familia realizar la Declaración del IRPF de forma conjunta si uno de los dos no ha registrado ingresos o bien no alcanza, como norma general, los 8.000 euros anuales.
CATALUÑA MANTIENE IMPUESTOS PROPIOS
La información ofrecida por la Comunidad de Madrid no sólo es útil para los contribuyentes, sino que da una idea de la gestión del dinero público en la tercera comunidad más poblada de España, por detrás de Andalucía y Cataluña. En éstos dos territorios se ha deflactado en su totalidad o en parte la sacudida de la inflación. En Cataluña, además, existen casi una veintena de impuestos propios que se niegan a suprimir o rebajar desde el Gobierno de Pere Aragonès, que aún mantiene el obsoleto Impuesto de Patrimonio, que esquilma y grava doblemente el ahorro y la inversión de familias y empresas.
Madrid no tiene competencia en cuanto a la reducción fiscal en España. Ha fijado los tipos más bajos en el tramo autonómico, que depende exclusivamente de las distintas comunidades, si éstas los mantienen en niveles elevados es por decisión propia, demostrando así una gestión del erario público de peor calidad.
Por si fuera poco, Madrid ha dado a conocer el destino de sus impuestos, mientras el resto de Comunidades Autónomas deciden destinarlo a los chiringuitos, como realiza Cataluña con las subvenciones. Madrid, por su parte, ha reducido impuestos en 20 ocasiones, con un ahorro fiscal para las familias de 6.700 millones de euros en los cuatro años de Ayuso al frente de la Comunidad de Madrid. El Gobierno, por su parte, los ha subido en ese mismo tiempo 17 veces. Claras y notables diferencias que ponen de manifiesto las distintas formas de gestionar, mientras no todos somos iguales. ¿A qué se está esperando a bajar los impuestos con la mayor recaudación fiscal de la historia?