La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), que representa a 290 compañías aéreas equivalentes al 82% del tráfico aéreo mundial, ha advertido este miércoles que no espera que el Boeing 737 MAX, suspendido desde mediados de marzo, pueda volver al servicio antes de agosto.
«No espero nada antes de 10 a 12 semanas para que vuelva a entrar en servicio», ha afirmado el director general y consejero delegado de la IATA, Alexander de Juniac, a periodistas en Seúl, donde la organización celebrará en los próximos días su asamblea anual. «Pero no está en nuestras manos, eso está en manos de los reguladores«, ha añadido.
Una vez levantada la prohibición, las aerolíneas dedicarán entre 100 y 150 horas a preparar cada avión para volar
La Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) dijo la semana pasada que esperaba poder aprobar que el 737 MAX vuelva a entrar en servicio a finales de junio, según señalaron los miembros regulador aéreo de Estados Unidos a los miembros de la agencia de aviación de las Naciones Unidas en una sesión informativa privada. No obstante, advirtió que no había un calendario firme para levantar el veto al modelo de avión.
Una vez la autoridad aeronáutica de los Estados Unidos levante la prohibición a volar con los 737 MAX, las aerolíneas tendrán que pasar entre 100 y 150 horas preparando cada avión para volar de nuevo, además de entrenar a los pilotos en el nuevo software.
LAS AEROLINEAS RECORTAN SUS PREVISIONES ANUALES
El directivo de la IATA explicó que planea organizar una cumbre al respecto con las partes interesadas, en cinco o siete semanas, para conocer las modificaciones y actualizaciones respecto a los aviones Boeing 737 MAX, tanto en sus aspectos técnicos como en la formación necesaria. «Esperamos que alineen su calendario», dijo al respecto sobre los reguladores.
«Se espera que 2019 sea el décimo año consecutivo de ganancias para las aerolíneas, pero es probable que el aumento de los costes, las guerras comerciales y otras incertidumbres tengan un impacto en los resultados finales», ha reiterado De Juniac.
La IATA recortará de nuevo sus previsiones anuales durante su reunión anual en Seúl, del 31 de mayo al 3 de junio. En diciembre, ya redujo a 35.000 millones de dólares (31.369 millones de euros) los beneficios previstos para 2019 para las compañías aéreas, frente a los 38.000 millones de dólares (34.058 millones de euros) previstos anteriormente. La IATA recortará de nuevo estas previsiones en durante su reunión anual en Seúl, del 31 de mayo al 3 de junio.
EL PRECIO DE QUEDARSE EN TIERRA
Dejar en tierra los 737 MAX casi durante siete meses para las compañías aéreas «se está cobrando su precio», ha dicho De Juniac. Hace un mes, ya anticipó que las tensiones comerciales estaban ya afectando a la demanda de carga y probablemente incidiría en el tráfico de pasajeros.
Por el momento, la Asociación de Transporte Aéreo de China (CATA, por sus siglas en inglés) calcula que las pérdidas de las aerolíneas chinas por dejar en tierra sus aviones Boeing 737 MAX, suspendidos de vuelo, ascenderán a 4.000 millones de yuanes (más de 518 millones de euros) a finales de junio.
Las principales aerolíneas estadounidenses y mayores clientes de este modelo de avión, United Airlines, Southwest Airlines y American Airlines, han extendido a principios de agosto la retirada de los 737 MAX de sus operaciones, a la espera de cómo evolucionen las certificaciones.