El negocio de las empresas fintech creció más de un 60% en 2018, según DBK Informa. Las operaciones realizadas en plataformas fintech alcanzaron, durante el año pasado, un valor global de 430,5 millones de euros, lo que supone un incremento del 63,1% respecto al año anterior, habiéndose doblado de media cada año al compararla con la obtenida en 2014, según datos del Observatorio Sectorial DBK Informa.
Por segmentos, el valor global del mercado se distribuyó en 2018 en un 59,2% para operaciones crowdfactoring (255 millones de euros), un 22,4% para proyectos crowdfunding (96,5 millones) y un 18,4% para préstamos crowdlending (79 millones).
Las cinco empresas reunieron el 41% del valor global de las operaciones en crowdlending, crowdfunding y crowdfactoring
Para el Observatorio, el crecimiento de las fintech se ha visto impulsado en los últimos años por el rápido desarrollo de las nuevas tecnologías online, la creciente autonomía de los inversores en la gestión de sus recursos y el aumento de la demanda de financiación alternativa a la ofrecida por la banca tradicional.
Así, la penetración de los servicios ofrecidos por las empresas fintech presenta un notable potencial de desarrollo en España. La previsión apunta a que estas accedan a un creciente número de proyectos de una envergadura cada vez mayor, ampliando el número de inversores y clientes activos registrados.
El pasado año las cinco primeras empresas reunieron de forma conjunta el 41% del valor global de las operaciones gestionadas en crowdlending, crowdfunding y crowdfactoring.
EL SEXTO MERCADO DE FINANCIACIÓN ALTERNATIVA EN ESPAÑA
En el caso de España, las empresas fintech (Financial Technology) conforman el sexto mercado de financiación alternativa con multitud de proyectos que reinventan la banca tradicional. Es más, según un informe de Finnovating, las fintech prevén crear este año hasta 4.500 empleos. Del mismo modo, el estudio incluye en sus conclusiones que el 75% de las fintech españolas colaboran con empresas que están completamente asentadas.
Estos proyectos comienzan siendo una startup, pero con un buen control, desarrollo y captación de clientes pronto pueden convertirse en una scaleup. Esta nueva clasificación hace referencia aquellas empresas que han conseguido reunir alrededor de un millón de dólares. Por lo tanto, ya no sería una empresa que está comenzando, como una startup, sino que busca escalar en el modelo y posicionarse entre las más importantes.
Los beneficios que ofrecen estos nuevos proyectos adaptados a la era tecnológica han atraído a las empresas tradicionales que querían transformar su modelo de negocio. Por esto, hoy en día, son muchas las compañías que colaboran con las conocidas fintech, ya sea de forma independiente o como una división del negocio tradicional.