jueves, 12 diciembre 2024

La sanidad privada aumenta su precio 1,5% con respecto al febrero pasado

La sanidad en España no ha sido una excepción en cuanto a los aumentos de precios que se viven en el país. Es que, al igual que los alimentos, el ocio, y otros gastos del día a día de los españoles es de esperarse que la sanidad tenga un mayor precio, y a eso se puede sumar que al ser de primera necesidad ignorarlo no es una posibilidad para la mayoría de los clientes.

Pero es que además se da la situación específica del colapso pospandémico del sistema de sanidad público español. Es que con la situación actual de las listas de espera es complicado imaginar que todos los ciudadanos puedan esperar, y por lo demás solo hay que seguir la típica norma de oferta y demanda: Si la demanda aumenta y la oferta se mantiene lo normal es que los precios suban. 

Pero lo preocupante es que no ha dejado de subir el precio todos los meses, con alguna excepción más relacionada con la menor demanda en las fiestas navideñas y las vacaciones. Es una realidad preocupante en especial dado que la crisis del sistema de salud no parece tener una solución evidente a corto plazo. Lo cierto es que lo largo de las listas de espera ya contagia al sector privado, un problema que puede empeorar con medidas como la del gobierno de Andalucía.

Mientas tanto los ingresos del sector privado de la sanidad siguen siendo suficientes para presumir, si se permite el juego de palabras, de buena salud. Empresas tan variopintas como QuironSalud, Sanitas y startups como Doctomatic y Mediktor han mostrado no solo su capacidad para seguir creciendo dentro del territorio nacional, sino la facilidad con la que pueden adaptarse a mercados fuera de las fronteras ibéricas, a veces incluso más fácil que en el país. 

LA COMPLICADA REALIDAD DE LA SANIDAD EN ESPAÑA

Parte del problema de la sanidad española, y que se ve directamente en el precio que debe asumir el paciente, es que no parece haber acuerdo, ni político ni económico, en cuanto a como afrontar la situación. Mientras el Gobierno discute la ley Darías con sus socios se plantean excepciones en Cataluña, mientras allí los conciertos entre el sector privado y público son la clave del sistema en Madrid han causado protestas y Andalucía toma una decisión propia que no va en la línea de nadie.

Es una situación delicada, a la que el aumento de precios por la inflación no hace más que sacarle filo. Si los precios de la sanidad aumentan, y no hay una opción pública que pueda responder con la velocidad apropiada, para los ciudadanos se convertirá simplemente en un servicio más al que no pueden acceder los ciudadanos debido a la interminable crisis que empezó con la pandemia, continuó con la guerra de Ucrania y sigue con la crisis bancaria.

COMO HAN SUBIDO EL RESTO DE LOS PRECIOS

El Índice de Precios de Consumo (IPC) subió un 0,9% en febrero con relación al mes anterior y elevó una décima su tasa interanual, hasta el 6%, por el encarecimiento de la electricidad, de los paquetes turísticos y de los alimentos, que dispararon sus precios un 16,6% interanual, su mayor alza desde 1994, según los datos definitivos publicados este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

La inflación definitiva de febrero es una décima inferior a la avanzada a finales del mes pasado, cuando el INE apuntó a una tasa del 6,1%, mientras que la subida mensual finalmente ha sido de nueve décimas, frente al aumento del 1% estimado inicialmente.

Con la subida registrada en el segundo mes de 2023, la inflación encadena dos meses consecutivos de ascensos en su tasa interanual tras el repunte de enero, cuando se incrementó dos décimas, hasta el 5,9%.

Por su parte, la inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) aumentó una décima en febrero, hasta el 7,6%, su tasa más alta desde diciembre de 1986. Con este dato, inferior en una décima al estimado inicialmente por el INE, la inflación subyacente supera al índice general en 1,6 puntos.

LOS PRECIOS DE LOS ALIMENTOS REGISTRAN UN ALZA RÉCORD DEL 16,6%

Según el INE, los precios de los alimentos crecieron en febrero un 16,6% en tasa interanual, más de un punto por encima del aumento registrado el mes anterior, pese a la rebaja del IVA a determinados productos de la cesta de la compra.

En este comportamiento influyó el encarecimiento de las legumbres y hortalizas y la carne, así como el hecho de que el pescado y el marisco bajaron sus precios menos que el año pasado.

El Ministerio de Asuntos Económicos ha destacado que en febrero se encarecieron sobre todo los alimentos frescos por una menor oferta y una mayor demanda.

En tasa interanual (febrero de 2023 sobre el mismo mes de 2022), los alimentos que más han subido de precio son el azúcar (+52,6%); la mantequilla (+39,1%); salsas y condimentos (+33,8%); el aceite de oliva (+33,5%); la leche entera (+33,2%); los aceites y grasas (+32,9%); los huevos (+28%); las legumbres y hortalizas frescas (+23,6%); los cereales (+23,2%); los productos lácteos (+21,4%) y las patatas (+21,2%).


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