Dejar que se acumule demasiada suciedad en el horno puede ser peligroso, ya que se convierte en un caldo de cultivo para moho, bacterias y otros gérmenes que crecen en los restos de alimentos que, de forma inevitable, van quedando incrustados en el interior de electrodoméstico. Por otra parte, cuando estos restos se queman durante el uso del aparato, emiten humo y malos olores, y esto puede afectar a la salud de la familia, además de arruinar el sabor de nuestro asado. Y aún hay más: cuando se acumula residuos de alimentos y rastros de grasa en las paredes del horno, el calor no se puede distribuir adecuadamente y de forma uniforme, algo que incrementa el riesgo de corrosión, incendios y daños en algunas piezas del mecanismo interno del aparato.
1RIESGOS DE NO LIMPIAR EL HORNO CON FRECUENCIA
Sabiendo esto, podemos ser más conscientes de lo importante que es mantener el horno limpio. Lo ideal es limpiarlo de forma regular, antes de que se acumule la suciedad. Así evitamos que las bacterias se propaguen, y al mismo tempo prologamos la vida útil del electrodoméstico. Puede que este simple gesto nos esté ahorrando costosas reparaciones. Una limpieza asidua, después de cada uso, es una forma de mantener el aparato en perfecto estado para que funcione eficientemente. Incluso puede reducir el consumo de energía, en comparación con un horno sucio. Por lo tanto, podemos asegurar que limpiar el horno es garantía de seguridad, eficiencia, durabilidad e higiene.