Hace unos días la Comunidad de Madrid rechazó de forma definitiva el proyecto Live! Resorts Madrid porque no tendría «impacto relevante» en la región. Un desarrollo urbanístico que, sin embargo, lleva más de 15 años dando vueltas por España, mismo lobo con distinto disfraz.
Primero, en 2007, fue Las Vegas Sands el promotor de la iniciativa bajo el nombre de Eurovegas, y hace unos años apareció la estadounidense Cordish para hacerse cargo del proyecto. Pero, a la vista está que, ni uno ni otro se han desarrollado, ni se van a desarrollar. Al menos en lo que se refiere a Madrid, la localidad escogida por ambos, por lo que el ambicioso proyecto podría darse en Cataluña (una opción ya más que barajada) o en otras comunidades españolas.
Eurovegas exigió cambios legislativos en materia de urbanismo, medidas sanitarias y cambios en el Estatuto de los trabajadores.
No obstante, el diseño de un macrocomplejo de ocio, casinos y hoteles al más puro estilo Las Vegas y a la imagen de los ubicados tanto en Nevada, Estados Unidos, Macao, China y Singapur, trajo consigo unas modificaciones legislativas bastantes jugosas y de las que hoy se podrían aprovechar otros proyectos, como Elysium City.
Pero el cambio de leyes se remonta al año 2013 cuando la promotora Las Vegas Sands exigió a la Comunidad de Madrid, entonces presidida por Ignacio González, una serie de variaciones legislativas relacionadas, entre otras cosas, con normas urbanísticas, sanitarias, de juego, fiscales y hasta laborales.
La herencia de Eurovegas es ahora una isla en mitad de las demás legislaciones autonómicas, que en nada se le parecen, y un peso normativo que puede suponer un efecto boomerang.
EXENCIONES DE IMPUESTOS Y CAMBIOS EN EL ESTATUTO DE LOS TRABAJADORES DE EUROVEGAS
Las razones que han apuntado desde la Consejería de Economía, Hacienda y Empleo, que dirige Javier Férnandez-Lasquetty, para rechazar el proyecto se basan en que en la propuesta «no se facilitan estimaciones de consumo y no hay compromiso claro y concluyente del promotor de asumir las obras e infraestructuras necesarias para absorber el flujo de visitantes que esperan recibir. Y es que consideran que el proyecto tal y como se ha presentado puede conllevar «una carga para el Presupuesto de la Comunidad».
Una negativa ahora que en 2013 parecía imposible cuando la Comunidad de Madrid accedió a las peticiones legislativas impuestas por los promotores inmobiliarios de entonces, Las Vegas Sands, y aprovechadas más tarde por Cordish y Live! Resorts Madrid.
Así, las modificaciones exigidas incluían cambiar leyes fiscales, urbanísticas, laborales y sanitarias. Entre ellas, una exención de varios impuestos, en concreto, el IBI, el IRPF y los relacionados con los juegos.
Las normas legislativas de Madrid con respecto a Eurovegas podría sentar precedente para Elysium City
Sin embargo, existen otras concesiones legales exclusivas de la Comunidad de Madrid, como la permisividad de la Ley Antitabaco, para poder fumar dentro de las salas de casino, libertad horaria total y posibilidad de que los menores accedan a las salas de juego.
Además, también incluyen otros ‘privilegios’ sociales, como los cambios en el Estatuto de los Trabajadores para poder contratar más barato, eliminación de la norma que impide jugar a los ludópatas, todo despropósito que solo existe en la capital.
EL PRECEDENTE PARA ELYSIUM CITY
Aunque las legislaciones vigentes en la Comunidad de Madrid al respecto son autonómicas bien podrían significar el pretexto ideal para que los promotores de Elysium City, con el empresario Francisco Nuchera a la cabeza, exigieron igualdad de normas en Extremadura, comunidad donde está previsto que se desarrolle esta propuesta urbanística.
La junta de Extremadura cambió la legislación para poder desarrollar Elysium City
Con todo, la Junta de Extremadura ya realizó cambios legales en su momento para que inversiones privadas pudieran considerarse de interés público, como es el caso, y de esta manera poder expropiar a ciudadanos de a pie.Aunque con algunas diferencias, Elysium City guarda más semejanzas con Eurovegas, al tratarse de un macroproyecto con hoteles, casinos, áreas recreativas, turísticas y hoteles, aunque en este caso en la localidad de Castilblanco.
