Los vinos de Ribera de Duero están de moda. Y eso lo saben muy bien en todo el territorio español, especialmente en Rioja. Por eso las grandes bodegas riojanas, como CVNE o Marqués de Cáceres, u otras como González Byass han puesto los ojos en la cuenca del Duero para incluir en su catálogo los caldos de esta zona.
Burgos, Valladolid, Soria y Segovia son las provincias donde confluye esta Denominación de Origen, siendo las dos primeras las más importantes. En la zona vallisoletana de Ribera de Duero son comunes las guerras familiares, mientras que la parte burgalesa se ha caracterizado en los últimos años por monopolizar el interés de los grandes grupos bodegueros.
Las bodegas de Rioja son las más interesadas en esta zona vinícola. Este año Marqués de Cáceres (Cenicero) compró Bodegas y Viñedos Robeal, situada en la localidad burgalesa de Roa, junto a sus 60 hectáreas de viñedos (ubicados en Roa, Anguix y La Horra) y su marca de vino La Capilla.
Otra de las grandes, CVNE (Compañía Vitivinícola del Norte de España) se hizo con las instalaciones y viñedos de la burgalesa Anta Banderas, que ha renombrado como Bodegas Bela. La histórica bodega dispone de 74 hectáreas de viñedo, de una edificación de 6.000 metros cuadrados en Villalba de Duero. También en Burgos. Esta bodega, de la que fue propietario Antonio Banderas, se encontraba en concurso de acreedores.
Ribera de Duero está de moda. Grandes bodegas riojanas como CVNE o Marqués de Cáceres están comprando bodegas con esta DO para añadir a su porfolio
Y años atrás otras bodegas riojanas también aterrizaron en la zona, como Luis Cañas con Dominio de Cair, o Roda, que invirtió en el año 2010 con bodegas La Horra.
Además de las riojanas, desde otros puntos de la geografía española también crece el interés. Así, el grupo González Byass –famoso por los vinos Tío Pepe– es el nuevo propietario de la bodega Fournier, ubicada en Berlangas de Roa (Burgos). González Byass se encuentra ya presente en 10 de las Denominaciones de Origen y regiones vitivinícolas más importantes de España (Jerez, Rioja, Cádiz, Cava, Penedés, Rueda, Somontano, Castilla, Rías Baixas y Ribera del Duero).
La finca cuenta con 80 hectáreas de extensión, 50 de las cuales son viñedo con una edad media de 30 años y con algunas cepas de más de 70 años. Sus vinos han sido reconocidos con puntuaciones en publicaciones internacionales de prestigio, como ‘Decanter’ o ‘Wine Spectator’, entre otras.
Por otro lado, Juvé & Camps (grupo catalán formado por la familia Juvé y un fondo holandés), compró en 2018 Torres de Anguix.
¿POR QUÉ SE HAN PUESTO DE MODA LOS VINOS DE RIBERA DE DURO?
Se trata de una DO relativamente joven y no tan cerrada y tradicional como Rioja. El 21 de julio de 1982, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación otorgó a la Ribera del Duero la Denominación de Origen y aprobó su primer Reglamento. Esta juventud permite a las grandes bodegas afianzar estrategias que busca aumentar portafolios y consolidar así un mayor peso en su red de distribución.
Además, la elevada producción y ventas también ganan importancia. Los datos del pasado año constatan el crecimiento de esta DO. Registró la segunda mayor cosecha de su historia tras cerrar la vendimia (desde el 17 de septiembre hasta finales de octubre), con un total de 125 millones de kilos de uva recogidos. La cosecha fue calificada de excelente estado y calidad, según datos extraídos de la web de DO Ribera de Duero.
En 2018, un total de 296 bodegas estaban inscritas bajo la DO Ribera de Duero, la mayoría de ellas en Valladolid (118) y Burgos (161). Estas se reparten a lo largo de 23.200 hectáreas. De ellas, el 73,4% corresponde a territorio burgalés, un 20,4% a la zona vallisoletana y el resto se distribuye entre Soria y Segovia. La superficie no deja de crecer año tras año. Una década atrás, el número de hectáreas era inferior: 20.956.
Los vinos de Ribera de Duero son fundamentalmente tintos, aunque también existen rosados. La variedad de uva más característica es la Tempranillo (o “Tinta del país”), la cual constituye más del 90% de la producción.